"Ayúdame con algo." (¿Quiénes son los buenos?)
Estoy algo lejos de recordar esos días en los que creía que la gente podía cambiar.
Hoy me encontraba en la calle comiéndome una mandarina. De repente se me acercan una mujer y un niño a pedirme de ésta y yo con el corazón partido le di lo que me quedaba a la señora y me volteo. En eso veo que ella sigue caminando, ni siquiera me dio las gracias y él niño sigue pidiéndome. Le dije que no podía darle más porque las que tenía no eran mías, que yo pensé que la señora le daría un poco y no fue así, lo mandé a que le pidiera la mitad a ella y él se fue sin más que decir.
¡Dios mío! De verdad que me sentí como el ser menos pensante de este mundo pero cómo podía imaginarme yo que ellos no venían juntos si hasta en el semblante se parecían y venían uno detrás del otro. El momento me entristeció pero yo debía continuar en mis cosas.
Pasaron como dos horas, me encontraba en una panadería y yo veo que se están acercando la señora y el niño. A mi me entró de todo, de verdad, de sin vergüenza no la quería bajar pero yo no soy así entonces me quede callada esperando que le entregaran el pedido a mi novio. Él niño me vio y sin reconocerme me dijo que lo ayudara con algo. Llega esta señora y sin hacer cola ni mucho menos pareciendo que conoce a un trabajador de la panadería empieza a exigirle que le regale algo a lo que el muchacho le responde que ya habían regalado uno de esos pero ésta insistía. Yo la veía, molesta, porque no había un "por favor" ni "gracias" que saliera de su boca, tenía una vianda con algo de espagueti y realmente no se qué esperaba que le diera el muchacho.
Pasó lo que me temía. El niño le dijo mamá. La abrazaba y se le guindaba, como coloquialmente decimos en Venezuela, y ella lo rechazaba. El ejemplo que le da a su hijo es que debe pedir para comer en lugar de verse como una persona sana que puede trabajar por lo suyo a pesar de la situación como muchas personas seguimos haciendo. Nosotros no sabemos la necesidad de las personas, es verdad, pero no se como me debía sentir viendo que una madre salía prácticamente corriendo con un pedazo de mandarina sin compartirla con su hijo. Me sentía toda llena de impotencia y pensaba si le daría algo al niño de la comida que traía o si el muchacho de la panadería cayó ante las exigencias de ésta señora.
Hay personas, en esta ciudad, en este país, que todos los días te ven y te preguntan si los puedes ayudar con algo y como tu conoces tu corazón lo haces sin esperar nada a cambio, un acto de fe, un buen samaritano, al final del día tu no sabes quien va a comer de eso o quien la usará para drogarse o tomar alcohol, porque siempre hay dos versiones de la historia. Y en estos tiempos en lo que por todo se debe desconfiar debería yo pensar que era un complot para que ella me pidiera mandarina, se la diera y luego el niño y se la diera? Creería en la inocencia de los niños hasta el final si aquí cada día no los viera oliéndo pega en lugar de poder estar en una escuela porque no quieren o porque no pueden.
No elegimos en qué cuna nacer pero de verdad no podemos elegir si quiera mejorar para que nuestros hijos puedan ser mejores personas que puedan formar un futuro en este país? La crisis no es inexistente, todos la vivimos cuando sabemos que al terminar el plato de comida o saltarte una de éstas al día no sabrás si comerás en la otra hora o si llegarás a quedar lleno con el siguiente plato. En este país hay tanto cosas que se saben, como cosas que no. Se ve gente comiendo de la basura o gente que decide no atarse a un sueldo mínimo que aquí no alcanza ni para surtir una comida al día, deciden pedir y esto da tanta lástima. Vivimos en el país más rico del mundo donde se nos acostumbro a esperar que las cosas lleguen sin ganarlas y por eso es que ahora se protesta, por lo que aún no te han regalado pero nadie protesta porque los supermercados están vacíos, porque no hay medicinas, ni efectivo.
Nada sale más caro que lo que el Gobierno te regala.
A lo mejor yo no tenía que hablar del Gobierno, lo siento. No se de quién es la culpa si del que da o del que se acostumbra. Una simple mandarina me hizo darme cuenta de que aunque supuestamente los buenos somos más, yo de verdad no se donde están los buenos. No sé donde están los abnegados. La gente que comparte y enseña a compartir. La gente que sabe que una crisis no te puede quitar tus valores y que si traes un hijo al mundo y no te encuentras en la mejor situación posible debes luchar por él para que no pase por lo que estás pasando tú, no amoldarlo a tu vida, porque ellos son una esponja y mientras absorban la miseria crecerán y serán todo lo que vemos en este país, desde delincuentes hasta políticos. Y si, a lo mejor yo no tenía que hablar del Gobierno, pero es que yo ya no sé quienes son los buenos.
Te entiendo mucho, yo tampoco se quienes son los buenos.
Lo veo cada día en las niñas con bebés en brazos que piden en los semáforos, mientras su madre esta debajo de un árbol resguardándose del sol.
He conocido a niños que sienten la responsabilidad de pedir en los lugares de comida, sólo para que sus hermanitos coman. Les preguntas dónde están sus padres y dicen En la casa acostados
No me extenderé, sólo te diré que si tienes la posibilidad de recordarles que hay mejores formas de llevar comida a la mesa, de enseñarles los valores que no conocen. Ahí, estas encontrando quienes son los buenos.
Saludos!
Si pues, aquí se ven tantos casos y todos te dejan pensando... Gracias por leerme, saludos♥
Es posible que algunas de esas personas que piden no tengan la culpa de la situación en las cuales están, y que no todos sean unos estafadores como la señora esa (para mí es estafa lo que hace), pero yo me cansé de darles. Si buscamos en nuestro círculo de amigos y familiares hay bastante gente que necesita ayuda.
Tienes mucha razón.
Excelente post amiga, muy sensibilizador, te leo directamente desde la etiqueta#steemfamilyhi, no te seguía, pero ya lo estoy haciendo, te invito a que visites mi perfil, nos leemos! Tienes mi voto
Gracias, amigo.
Estamos en una decadencia progresiva y un nivel de salvajismo. Ya los valores y las costumbres mayormente quedaron implícito en los libros.
Es así y es tan triste...