MAESTRA DE ESCUELA, MI NUEVA PROFESION.
Desde que comenzó la pandemia el año pasado he tenido que hacer de la docencia mi nueva profesión. !En que aprietos estoy¡. Reconozco que es una actividad que requiere destreza, dedicación, esfuerzo y mucha paciencia y mas cuando se tiene una hija como la mía que todo lo discute y por todo se queja. Lo primero con que nos topamos es tratar de establecer en que momento del día enfrentamos dicha labor, que en la mayoría de los casos no es tan sencillo como parece. El ser ama de casa implica hacer un trabajo arduo y de todos los días. Levantarse temprano, hacer el desayuno para el resto de la familia que se va al trabajo, ordenar la habitación mas otras labores que llenan la mañana de cien por ciento actividad. Ya el tiempo se reduce en la mañana. Alrededor de las diez logro ponerme el uniforme de docente y empieza la primera parte del trabajo que es animar a mi hija a comenzar las actividades que asigna la maestra vía mensajes por el teléfono. Luego de varias llamadas al fin logro que se siente en la mesa de la cocina y empiezo a darle las indicaciones para que realice la actividad del día. Ahora a lidiar con lo otro, que si màmi que dice aquí, que si la tarea es muy larga, dáme un receso que estoy cansada y todas las cosas imaginables que inventa un niño para despegarse de los libros. En ese lapso, me toca siempre investigar en los libros o en la internet, que por cierto, en Venezuela no funciona tan bien, acerca de las actividades asignadas. En ocasiones con mi teléfono o con el de mi esposo o el de mis hijos consigo los temas que son necesarios para complementar la información requerida para hacer los trabajos, contestar los cuestionarios o preparar temas cuando toca alguna exposición. !Jesucristo, hora de empezar a hacer el almuerzo¡ Nuevamente me visto de ama de casa. Por lo menos he logrado ue mi avance bastante en la tarea. Después del almuerzo toca un merecido descanso para poder recargar baterías y seguir lo que falta del día. Siendo ya las tres y media de la tarde empujo a mi hija nuevamente al aula de clases en que he convertido la cocina de mi casa. Entre protestas y quejas de su parte continuamos. Ya en la tarde tengo algo mas de tiempo libre para practicar mejor la docencia. Al finalizar la tarde he logrado que realice la tarea completa. Solo toca enviar por mensaje a la maestra dicha asignación para su evaluación. En la situación actual hemos tenido que poner de manifiesto todas nuestras capacidades para afrontar los nuevos retos que nos plantea esta nueva realidad. Esto me suena a positivo; todo lo que nos eleve como personas y nos haga fortalecer habilidades que pensamos que no teníamos es un plus que debemos agregar a nuestro currículum personal.