el día que decidí hacer stenciles

siempre he tenido cierta inclinación a las artes plásticas. me gusta dibujar y leer sobre arte, pero a los 22 años decidí comenzar a dejar mi huella "artística" que no tenia nada de artista (dependiendo de las definiciones de arte que se manejen) motivado por las lecciones y definiciones sobre que es arte y que es ser un artista, que mi profesor de aerografia me había estado impartiendo y el haber visto el increíble vídeo documental de banksy, me motive entonces en esta interesante experiencia

mi primer trabajo fue con el stencil (plantillas)

aunque mi primer intento de plasmar mis trabajos en la calle fue una locura. En donde termine a las 6 de la mañana sentado en la parada de autobuses (una loca experiencia que espero luego contarles) pero luego me di cuenta que realmente ese no era mi estilo así que decidí seguir buscando y en mi búsqueda si querer queriendo encontré lo que seria la idea que necesitaba; una vieja historieta cómica, llamada calvin and hobbes de Bill Watterson. lei sus historietas y su biografía y definitivamente me atrapo, así que ya tenia un buen concepto para mi trabajo.

la idea la dirigí primero a mi universidad, donde en algunas de las tiras cómicas hacían mención a como me sentía en ese momento estudiando, pero luego de analizar la situación y lo difícil que seria utilizar una lata de spray en un salón de clases. comencé a utilizar otro tipo de materiales: papel bond y pegamento, que era ciertamente una manera menos llamativa y evitaría que fuera expulsado.

lo mas complicado es cuando me tocaba pegarlo, aquella sensación de no saber cuando seria el momento adecuado ni saber si alguien abriría la puerta y me vería, moverse lo mas rápido posible y aun así mantenerse atento para escuchar el menor ruido, debo confesar que la primera que pegue fue un absoluto desastre; termine usando mis manos para impregnar la pega en el papel. Pero luego, ya terminado, ver mi primer stencil pegado en aquella pared verdusca, me lleno de orgullo.

tuve que tomarle una foto para recuerdo

luego motivado por la emoción, me arme de valor y comencé a pegar afuera, en las calles, en paredes abandonadas, mi manera de ver la calle cambio, ya no veía los carros o las montañas, ahora buscaba buenos puntos para pegar, lugares visibles y preferiblemente públicos

uno de los mejores momentos que obtuve de todo esto, fue aquella vez que pase en carro y observe a un señor mayor deteniéndose y leyendo una de aquellas tiras cómicas. no se que pensaría o si le gustaría o no, pero el saber que alguien se detuvo a leerla ya era para mi suficiente motivo de regocijo.

y por ultimo una de mis favoritas