Las aventuras de la joven Walter
¡¡Oh!! Mira un centavo en el piso, me pregunto cómo habrás llegado hasta acá. Y tomándolo lo observe un rato, solo es un simple centavo pensé, pero incluso las cosas simple en momento apropiado resultan interesantes y este es uno de ellos. ¿Qué historia podrías contarme tu pequeño amigo? Tienes acuñada la fecha 1950, haz recorrido una larga travesía para llegar aquí, por cuantas manos habrás pasado: mafiosos, doctores, asesinos, millonarios? Los millonarios usaran centavos? La vida puede resultar muy distinta en ciertos individuos, unos llegaran a viejos sin siquiera conocer lo que para otros era algo de todos los días.
La muerte, supongo que allí es donde todos nos nivelamos todos pasaremos por allí, sin distinción, sin excepción, tanto el rico como el pobre y los del medio, al final no seremos más que tierra para gusanos y quien podrá saber cuál fue la tierra del que fue rico o del que fue su obrero; hay una cierta ironía universal en esto: “que para el universo le valemos lo mismo”. Tierra, el resultado de una vida “vivida” si podríamos llamar a “eso” vivida; irremediablemente eso me hace pensar en la mía, he vivido de una manera que valga la pena? A veces siento que sí y luego están esos días donde todo apesta, donde te das cuestan que esa débil pared que creías solida cae sobre ti y te vez envuelto en una profunda tristeza que raya en la miseria. Oh tristeza te ciernes de nuevo sobre mí, posando tu pesado cuerpo en mis hombros. soy fuerte, sé que soy fuerte pero hasta cuando podré soportar tu carga, desnudas mi alma y me muestras mi debilidad y al final termino preguntándome quién soy? Pensaba ser algo pero tú te burlas de mí en la oscuridad, permaneces sentado viéndome alzarme, vencer mis batallas y superar las barreras, cuando estoy en lo alto entonces te levantas de tu trono de miseria andas arrogante mirando directamente a mis ojos y temo, temo por lo que he logrado, me aferro a ello y lucho…
Pequeño amigo aquí estamos en esta fría noche, tu metálico y redondo, no puedes moverte pero haz recorrido un mundo y yo decido estar aquí aunque podría moverme y viajar…
-En qué piensas Walter?- pregunto hanna poniendo su mano en mi hombro
-Ah??- conteste
-jaja!!! Ven los muchachos nos están invitando a salir y puede que se dignen a bailar esta vez- mientras tomaba mi mano ya dirigiéndome a dentro de la casa- en que pensabas, llevabas mucho tiempo observando esa moneda
-en nada… en nada- y luego una sonrisa mientras guardaba aquel centavo en mi bolsillo