Saludos amigos y Feliz año para todos.

El año 2020 fue un año fuera de lo común. Un año que nos cambió el esquema de vida, nuestras rutinas e incluso cambió nuestra forma de pensar en algunos ámbitos. Mucha gente deseaba que llegara el fin de año, tal vez con la esperanza de que todo volviera a ser como lo era antes, mientras que otros esperaban esa noche con nostalgia y tristeza.

En mi caso, creo que tenía una mezcla de sentimientos, que nunca había tenído en una noche de fin de año, generalmente esa noche era de celebración en familia, esperabamos la cena y los postres y algunos sus bebidas y la música, en fin... una celebración.

Esta vez hubo gente que sí celebro, otros que prefirieron pasarla solos. Nosotros la pasamos en casa, solos los cuatro, en una pequeña cena íntima, mi esposo, mis hijas y yo.

Es costumbre nuestra, al faltar 10 minutos antes que termine el año, orar para poner en manos de Dios todas nuestras metas para el próximo año y en esta oportunidad así lo hicimos, con la diferencia de que esta vez nos enfocamos más en agradecer... agradecer a Dios por protegernos y permitirnos llegar todos juntos hasta el final, por cuidar de nuestros padres y hermanos y sus familias.

También pedimos algunas cosas para este año 2021, principalmente que el virus se acabe. Creo que muchas personas en ese momento oraron también, y estoy segura que todos tuvimos esa misma petición.

Mientras todo pasa, debemos seguir cuidándonos, cuidar nuestra alimentación con comidas saludables, para fortalecer nuestro sistema inmune y cuidar nuestra mente evitando pensamientos negativos, realcemos todo aquello que nos trae paz, alegría, tranquilidad, eso también contribuye con el fortalecimiento de nuestro sistema inmune.

Hagamos que este año sea mejor que el 2020.

Tal vez les extrañe la fotografía, pensarán que no tiene nada que ver con lo que escribí. Pero la razón es que esa noche de fin de año, pudimos disfrutar de una enorme luna, através de la ventana de mi cocina, eso fue un evento único que me dió tanto gusto.

Mi apartamento está ubicado de una forma en la que casi nunca se puede apreciar la luna a menos que salga al pasillo. Esa noche la luna estaba tan bella, brillante y grande que hasta la fotografía salió bien... en otras oportunidades cuando he intentado fotografiar la lunar, no se distingue muy bien o no sale nítida.

Luego en una hora, la luna se veía más lejos pero fue muy grato poder disfrutar de su belleza y su luz brillante ese día en especial, antes de la cena de fin de año, y a eso me refiero. Disfrutemos de aquello que nos alegra y desechemos todo lo que nos quita la felicidad o nos amarga.

La vida es una sola, enfócate en lo que te hace bien.