Especial para ti: “Día de las Madres”/Concurso @votovzla.

Nací de mi luna mágica hace 55 años, con su fuerza atrayente condujo mis mareas, altas o bajas desde mi niñez, en las turbulencias de la adolescencia, aun en mi adultes más sosegada, siempre presente, giraba en torno a mi o yo en torno a ella, no obstante perseverantemente su luz se reflejaba en los momentos de claridad y aun mayor en los de oscuridad.

Como con el satélite de la tierra, intervenía en mis vientos para hacerlos menos huracanados y hacer mi viaje placentero, bajaba, ajustando la velocidad de mis días, haciendo que mi rotación y traslación fuesen acompasadas con un ritmo de vida ideal.

Me enseñó a amar la poesía, la generosidad, a disfrutar las fases que se van presentando en la ruta de la existencia, tanto el plenilunio, como el menguante, creciente y el novilunio, cuestión de actitud, decía. La constancia, la perseverancia como valores vinieron de sus manos siempre abiertas al abrazo, a la caricia, al arte.

Mi Luna se eclipsó físicamente un día de marzo de 2017, pero como todo lo que tiene magia se trasladó hasta mi corazón y desde allí ilumina, ya nadie la ve solo yo, aullé como un lobo en transformación mucho tiempo, ahora cuando quiero recordarla leo a Sabines:

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas. (Autor Jaime Sabines)

Apreciado lector, si tienes a tu madre contigo, abrázala, si eres madre disfruta ese día con tus hijos. Yo iré a dejar estas letras, colocar una flor y a leer el epitafio sobre su siembra:
“Una Luna mágica que siempre brillara”:
Te amo, tu hija.
[La imagen es de mi propiedad, toma y edición]