#CartasDeVenezuela es una serie que voy a comenzar a publicar basada en la correspondencia que mantengo con mi madre, que vive en Venezuela y me cuenta lo que se vive allá, lo que ven sus ojos y sienten sus manos, algo a veces difícil de tantear en la polarizada y saturada prensa local. 

El Piloto Rebelde

Ayer tarde, salí a celebrar con  café y torta el cumpleaños de una
querida amiga. Hijo, aquella abundancia que tú solías ver en las
reuniones familiares o con tus amigos están casi desaparecidas, por
esa razón un café con la pequeña torta hecha por la hija era mas que
suficiente.

Es imperativo compartir con los amigos en otros espacios que no sean
los laborales. Es sano para el corazón y para la mente.  Reír,
conversar con una taza de café es la forma, más barata, de
esparcimiento   en la nueva Venezuela. Me gusta lograr reunir cuatro amigas y dos jóvenes, hago la salvedad de las chamas, porque no es normal que ellas quieran juntarse con adultas, y es ahí donde radica la
peculiaridad de la reunión, no porque sean  excepciones, si no por el
interés  que mostraron por expresar sus opiniones y escucharnos a
nosotras.

A pesar de que la intención era  de celebrar con nuestra amiga, la
conversación llegó a lo que era imposible no tocar: el ajusticiamiento
a un venezolano  que se permitió soñar con otra Venezuela.
La barbarie sucedió en la mañana en una zona rural aledaña a la
capital de la república.

La conmoción nacional que resultó del vil asesinato de Óscar Pérez, no
era normal.  El ex funcionario de cuerpo de investigaciones CICPC,
digo que fue asesinado porque lo considero así. Lo mataron a
mansalva, él pidió clemencia y no se le respetó la vida, un derecho
humano que hoy todo país se cuida de proteger.

Lo que sabíamos  era a través de las redes sociales, no hubo parte oficial hasta el día de hoy. Como eran las redes quienes informaban, todo eran
especulaciones que  van y vienen. Hace largo rato que no tenemos
canales que den otra versión de los sucesos que no sean las del
gobierno. Si el canal es privado existe una autocensura, por miedo al
cierre de dicho canal. Entonces, los  que nos quedan son las redes
sociales, aunque sabemos que a veces no son confiables, por el grado
de psico- terror o por hacerse eco de noticias no confirmadas, eso es
lo que hay,  un caldo de cultivo para que cada quien se haga sus
hipótesis, veredictos y  conclusiones.  También hace largo rato en
Venezuela no se respetan los Derechos Humanos, el gobierno no acepta
que se le contradiga, utiliza la represión para sofocar toda protesta,
o persona que ose a publicar sus desacuerdos con cualquier comentario
o acción, inclusive de índole pacifica.  Ayer también el presidente
pidió a la Fiscalía investigar a un Obispo por la homilía que dio en
la misa de celebración de la procesión de la Divina Pastora en Barquisimeto. ¿Cómo llamar a un gobierno que es
intolerante a la crítica del adversario?

Volviendo a nuestra reunión, todas callamos, como haciendo un minutos
de silencio por el alma de Pérez y otros caídos, sin proponerlo. Creo
que es lo mínimo que podíamos hacer. Él  fue un solitario soñador que
lamentablemente no logró estar acompañado por el pueblo. Hábilmente se corrió el rumor que era un actor haciendo una película,  y otros, lo
juzgaron de loco, pues, tristemente,  ese loco, ayer 15 de enero 2018
dio la vida por la libertad de Venezuela. Otro más en la lista.

Tanto mis amigas como yo terminamos nuestra plática con la esperanza
de que este capítulo de nuestro país pase rápido la página.

 Irene