Dueños del tiempo (Poema)

Dueños del tiempo nos vamos erigiendo,
dioses del mundo anciano donde habitamos,
en la distorsión eufórica que la violencia
va difuminando en frecuentes descargas
de cólera, replicas glamorosas de cambios
entre conatos de intoxicación y pesadillas.

Misticismo sin locuras y sin rencores
que disfrazamos de solidaridad y fe,
refugio de tiempos de vivir y morir
en legendarios extremos de intensidad,
otoños ardientes de rojos carteles
que presagian temblorosas noches.

Dueños del tiempo nos vamos creyendo,
dioses iracundos de todos los destinos,
diablos calavericos de brutales acciones
que despiertan lánguida y tímidamente
ante la luna violeta púrpura de las razones
descubriendo que somos simples marionetas.

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