El día después
Un día después, habiendo meditado y analizando la actuación de varios de los actores y superando parcialmente la esquizofrenia emocional, veo con claridad lo que sólo un paranoico de alto nivel podría ver. Lo digo con la modestia del que está hasta los cojones y fins els cullons de que le engañen y bipolaricen su mente más allá de lo que la mente es en sí dual.
Esa gran conspiración, con su punto álgido en la aparición de "el rey" , así, sin mayúsculas, lo hago por tí, Felipe, por tratarte como un igual y compadeciédome de tí, por el papel que te ha tocado jugar con esa personalidad, que no es más real que otra, más bien lo contrario, más bien un rey irreal.
La flipería común nos llevó ayer a vivir uno de los momentos más tensos que he vivido en mi vida con la televisión de fondo. La puta que la parió a ella y a su obsesivo protagonismo durante comidas y cenas. En el 11-0 y su conato de guerra civil, también durante la merienda.
Digo flipería porque el autoengaño me parece tan obvio ya, que voy a poder exponerlo claramente.
Primero me gustaría apuntar que la ciencia ha demostrado que nuestros sistemas de creencias activan ciertos centros cerebrales los cuales emiten pulsiones electromagnéticas que afectan a la bioquímica celular y éstas así definen nuestro comportamiento y nuestra forma física, y que es éste fenómeno el que da explicación a por qué existen los efectos placebo y nocebo. Podemos leer esto unas cuantas veces, es importante aunque no el objeto de éste comentario.
Nosotros hemos creído en un rey elegido a dedo de Dios y hemos configurado así nuestra sociedad y nuestra historia. Se remonta históricamente a Sumeria y la polémica historia de los dioses etc. Es curioso que damos crédito a todos los escritos arqueológicos que hemos descifrado pero cuando llegamos a los más antiguos decidimos ignorarlos y no darles crédito oficialmente. Quizá porque nos cuentan todo acerca de nuestros reyes actuales y por qué han degenerado como lo han hecho y de dónde viene esa obsesión por la pureza de sangre y su régimen hereditario.
Hemos creado el pelele mayúsculo. Es el chollo para todos, para los corruptos del gobierno y para nosotros, porque así delegamos en alguien para tomar las decisiones importantes, como por ejemplo, qué hacer con nuestras vidas.
Nótese el tono irónico.
Y para los corruptos en la sombra, porque gracias a la constitución, hemos definido al rey en persona, art. 56.3, como inviolable y no sujeta a responsabilidad, con lo cual aprovechan su figura para cometer todo tipo de delitos impunemente en nombre de su persona, claro está, en secreto, como el blanqueo de capitales, compra-venta de armas, tráfico de drogas, terribles mensajes de Navidad y bulling a comunidades autónomas, etc. Al menos así lo denuncian ciertos individuos,( yo aquí, Felipe, o tú Juan Carlos, como predecesor, no puedo afirmarlo por no haberlo presenciado pero suena bastante factible. Si no no se explica que existáis como esas figuras. (excepto los terribles mensajes de Navidad y lo del bulling de los cuales he sido testigo) ) En cualquier caso, Rey, a tí plim, por lo de la irresponsabilidad y tal. No es mi intención cambiar o denunciar eso, prefiero cebarme en la persona que te refrenda y que es indigno de asumir esa responsabilidad que a ti no te corresponde, por ser deficiente claramente en muchas de las funciones básicas que se le presumen. El actual presidente del gobierno. El señor Mariano Rajoy Brey, que últimamente empieza a manifestar comportamientos sádicos hacia ciertos sectores de la población y empieza a ser preocupante. Estoy llegando a sospechar que ese individuo puede llegar a violar tu persona con su escalada hacia un esperpento que va más allá del mal gusto y de lo inaceptable. Estate atento porque suficiente tienes con llevar tu difícil papel acabo.
En cualquier caso, y volviendo a mi reflexión pública, veo claro como esa creencia, ha de subsistir sea como sea en interés de muchos, que no la mayoría y que además son unos pocos ( excusad el relativismo). Esa creencia de que necesitamos esclavizar a alguien en una corona. Pobre Felipe. Realmente somos unos monstruos pretendiendo delegar todo en una persona, no me extraña que lo protejan con la constitución.
No es un secreto que la Corona está pasando por momentos delicados. Y aquí es donde entra Catalunya y su procés para acudir en ayuda de esa corona que hace aguas.
Es para mí claro, que para mantener la corona, se esté dispuesto a sacrificar cierta parte del reinado en favor de mantener fiel y afianzada la parte restante junto con el norte de Marruecos, porque sinceramente, para librar al rey de la maldición en la que le hemos hecho caer, se debería declarar una república en España de carácter federal o similar, adjudicando autogobierno por igual y aportes matemáticamente proporcionales de y para todos sus integrantes. Y no únicamente republicanizar Catalunya, mostrando ésta su egoísmo inconsciente, no deseando el bien común excepto para sí misma y cayendo así en la trampa de un proceso laaaargo y aburrido que estará lejos de representar el desarrollo potencial que estos políticos endógamo-degenerados no nos permiten manifestar gracias a nuestros votos.
El señor Puigdemont y los chicos de la cup, totes elles, persones o coses, están manifestando lo peor del catalanismo que tan bien conozco, el "hemos de ser entendidos por todos aunque no nos expliquemos claramente" y el "mientras yo lo tenga a los demás que els bombin", por lo demás, los catalanes somos tan maravillosos como cualquier hijo de puta, eso en lo que la humanidad se ha convertido por unos instantes ya demasiado largos. Estoy hablando del egoísmo de la república catalana pseudo independiente. Ya que el 20% del PIB de Cataluña depende de las ventas al resto de España, dependiendo de ésta última para tener un saldo positivo en importación exportación, porque más allá del ya aburrido romanticismo, los números mandan. Como los 1.000 millones que Carmena ha ahorrado a Madrid. Egoísmo porque pretende deshacerse de la mierda que ella misma, Catalunya, ha apuntalado y dejársela al resto de habitantes de España para su abuso y sufrimiento que no uso y disfrute. Tengamos nosotros una república y los demás que se jodan. Pues va a ser que no. Preferimos una república federal española; la que se dinamitó con la guerra civil y que tanto prometía. ¿Realmente aún creemos que los anarquistas empezaron alguna guerra? ¿o eran simplemente un peligro para esa irresponsable figura que con su existencia consensuada protege a grandes delincuentes "extrañamente comunes"?
Puigdemont y la cup están vendiendo el alma al diablo por sueños húmedos que nunca se cumplirán para nosotros pero sí creen que para ellos. Cualquier república de mierda que nos den será mejor que el calvario de pobreza moral, de falta de inteligencia aplicada y de recursos económicos que estamos sufriendo. Tampoco veo cercana la creación de esa necesaria república federal española dónde todos caben.
Así que lo mejor parece ser que el Rey actúe y abdique en favor de alguien a través de las cortes generales y celebremos elecciones Reales, es decir, elegir nosotros quién queremos que sea nuestro Rey, alguien preparado de verdad y que dé perspectiva desde las alturas objetiva y regularmente, y no alguien al que le cae el marrón como a hijo de churrero se le obliga a regentar la churrería familiar cuando ya hace años que odia los churros. (Felipe, estamos contigo.) Para lo cual, lo único necesario es ser español y mayor de edad (art. 59.4), así que se puede presentar cualquiera, y que el rey dirima, a través de las cortes, de su carácter sucesorio a Sofía y Leonor para librarles del Karma familiar y de paso a nosotros de tan poco genuinas ganas de reinarnos realmente. Hasta que sepamos manejarnos y curarnos de nuestra adicción a los políticos y esperando se conviertan en una serie de televisión más que podamos elegir verla o no, propongo actuar en defensa de la constitución y proteger al rey de su violación continua y dirimir a esa familia de Borbones del papel que parecen no haber estado nunca llamados a desempeñar. Propongo también que toda responsabilidad de los crímenes supuestamente cometidos por la corona y de los cuales Ésta no puede ser responsabilizada acorde a la Ley, caigan con su propio peso y de forma contundente para ejemplos postreros en los refrendados para tal caso según el art. 64.1 que son el presidente del gobierno y sus ministros.
Esto daría profunda satisfacción a muchos de los súbditos de la Corona que tan pasivamente la permitimos, apoyamos y financiamos.
Somos tan poderosos que podemos hacer lo irreal Real y así lo seguiremos haciendo hasta que seamos cada uno de nosotros reyes en pleno derecho sin nadie en quien delegar nuestra responsabilidad propia y simplemente permitir a lo Real, Ser
Viva lo Real.
12 de Octubre
02:38 h
2017
País de Nunca Jamás
P.D.: El artículo 62 c) es también muy interesante..
http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=56&fin=65&tipo=2