ULOG#20 / El día en que quise matar gente

Sé que ustedes dirán: ¿y quien le dió ron a la amiga que está publicando abiertamente que quiere matar gente? o ¿será que perdió la cordura?

Pues, déjenme explicarle un poco el escenario:

Aconteció que en el lugar en el que estamos viviendo salen niños a jugar todos los días. Mis hijos hasta ahora han vivido encerraditos en un apartamento, en el sitio donde estábamos no era costumbre ver niños jugando en las áreas comunes y yo tampoco tenía el tiempo y la disposición para bajarlos, dado que llegábamos a nuestro hogar pasadas las 6 p.m. con un montón de cosas por hacer. Mi hora de acostarme a dormir era a eso de las 12 a.m. para levantarme a las 4:30 a.m. nuevamente.

De manera comprensible, mis hijos se aceleran por salir, quieren hacer lo que no han hecho en toda su vida, en un día, y los he ido dejando incorporarse a los grupos que se reúnen en las dos calles que tiene la urbanización.

A mi hija le ha ido bién, se siente muy a gusto con las niñas, pareciera que son amigas de toda la vida; pero mi hijo no ha tenido la misma suerte. Todos los días llegaba con un golpe, un raspón o diciendo que no había cupo para él en los juegos. A mí la situación me tenía ya molesta, pues notaba que los niños no mostraban ningún interés en jugar con él, además lo maltrataban y tenía la intención de no dejarlo ir con ellos nuevamente, pero mi esposo opinaba que no podía encerrarlo, que tenía que dejar que él resolviera sus asuntos.

Un día llega mi hijo corriendo y muy alterado, cierra la puerta bruscamente. En seguida comienzan a tocar la puerta con mucha fuerza e insistencia. Le pregunté a mi hijo, qué había sucedido y sólo me decía que no abriera la puerta. Mi esposo resolvió ir él a ver qué pasaba. Quien tocaba la puerta era un niño acompañado de sus amigos, y de forma bastante osada para su tamaño, le reclamaban a mi esposo que su hijo le había dicho algo inapropiado a su mamá. Mi esposo que conoce a nuestro hijo sabe que él no sería capaz de hacerlo y se lo hace saber al niño, ellos insistían que era así. Mi esposo simplemente les dijo: sé que no lo hizo, de igual forma hablaré con él. Y se fueron.

Acto seguido, yo subo a hablar con mi hijo, lloraba en la habitación, me costó mucho calmarlo antes de que soltara una palabra. Me dijo que los niños lo estaban atacando (esta vez, verbalmente) y que en su defensa él le dijo a uno "rata callejera", como le decían a Aladdín cuando se portaba mal en la película, pero que nunca se metió con su mamá. No me quiso dar más detalles, de hecho fue difícil que me contara, porque me dijo que ellos tienen un código de que "lo que aquí se hace, aquí se queda", código que me asusta mucho, de paso. Mi hijo tiene la particularidad de ser extremadamente honesto, siempre dice la verdad, aunque sepa que está mal y que le puede costar un regaño o un castigo. Nunca en sus siete años, le he descubierto una mentira. Así que estoy segura de que así fue.

Obviamente, no era un orgullo que haya intentado insultar a un niño, con el único improperio aprendido que se le ocurrió, así que le dijimos que estaba mal haber discutido, que si ellos son violentos, simplemente se diera la media vuelta y regresara a casa, además de que no debía dejarse humillar, ni maltratar por nadie y era mejor prevenir ese tipo de situaciones. Y finalmente mi esposo le dice: ¡no sales a jugar más con esos niños!

Okey, en todo este proceso, estaba mi instinto asesino activado, primero, quería exterminar a los niños que se habían metido con mi hijo. Yo le decía a mi esposo, ya en una conversación entre nosotros, que mi hijo todos los días llegaba maltratado, y ni él, ni nosotros, fuimos a tocar la puerta ni a reclamarle a nadie; pero el día que mi hijo se defiende con una frase "ofensiva" de dos palabras, ¡esos niños casi tumban mi puerta!, y la forma como se dirigían a mi esposo era sin ningún tipo de respeto, parecía que estuvieran hablando con alguién de su tamaño, en una pelea callejera. Definitivamente no es el tipo de compañía que desearía para mis hijos. Por otra parte estaba también molesta con mi esposo, pensaba, que no tenía que esperar a que sucediera todo esto, yo prefería prevenir. Igual respeto su punto de vista, aunque no lo comparta.

Esa noche no podía dormir, tenía los ojos clavados en el techo pensando en el trauma que se convirtió su primer intento de integrarse con unos vecinos. Afortunadamente no es la casa donde pensamos vivir, es el sitio donde estamos temporalmente mientras remodelan la que será nuestro hogar, esto me tranquilizaba un poco, porque si así son de niños, no quiero imaginar como serán de adultos. Pensaba en la responsabilidad que teníamos como padres en lo que había sucedido, en que ellos necesitan que juguemos más con ellos... pensaba tantas cosas.

No crean que no sé que la vida es difícil, que los golpes modelan al individuo y lo hacen más fuerte, que ellos deben aprender a defenderse, etc, etc, etc. Es sólo que sabía que esto terminaría mal, lo veía en la actitud de los niños, en los moretones y raspones de mi hijo... sabía que no eran buenos para él, y eso me hace sentir culpable. Pienso que habrán muchas situaciones sobre las que no tendré alcance y que no podré evitar, pero ¿no debería prevenir las que pueda?... Esto de ser padres no es tarea sencilla.

En fin, pasé un "día siguiente" molesta y trasnochada. En la noche logré descansar y entonces pensar más claramente. Ya no quería matar gente, pero sigo pensando que esos niños no tienen una escala de valores que sintonice con la de los míos y tengo la certeza de que nada bueno aprenderán de ellos, así que esto no es negociable. Mientras dependan de mí, haré lo mejor que mi instinto de madre me dicte. Evitaré los golpes innecesarios, sin que esto signifique sobreprotección. Les doy la libertad de intentar nuevas cosas, de moverse en un entorno que considere apropiado para ellos, de caerse las veces que sea necesario intentando aprender, pero mientras pueda, no los dejaré lanzarse al vacio, menos aún sabiendo que nada bueno les quedará.

Bueno, ya saben que finalmente no maté a nadie, pero aprendí de nuestro instinto básico y animal de defender a nuestra cría, jajaja.

Fuente

A ustedes, como siempre, gracias por acompañarme en este pedacito de vida.

@surpassinggoogle (Terry) es muy conocido en la red por el trabajo social que ha venido realizando, inclusive mucho antes de steemit (sobre todo en la comunidad Filipina, allí lo aman) y ha ideado numerosas iniciativas, siendo ULOG una de ellas. Un ULOG es básicamente escribir las cosas que vives en tu día a día, yo lo interpreto como un diario y me gusta justo por eso, es algo muy personal que te da la libertad de expresarte sin que tengas que documentarte o estar inspirado como para crear poesías. Puedes encontrar más detalles en este link.