TheAlliance, The playground, Interacting: semana 1 Por G. J. Villegas

in #txoiz6 years ago

Esta entrada es parte del reto “TheAlliance, The playground, Interacting: semana 1” Les presento un relato utilizando diálogos de personajes ficticios. Lo que se me ocurrió fue convertir en personajes los elementos que aparecían en las imágenes dadas. Los diálogos, para que puedan contar una buena historia, deben ser directos y sencillos, sin abusar de los adjetivos calificativos pero describiendo bien las acciones. Deben además dejar algo para que la imaginación del lector termine de completar el cuadro. Traté de captar eso en mi relato. Además utilicé un pequeño recurso, una sorpresa que les dejo en el dialogo. Es un mecanismo para enlazar sutilmente el mundo real con el mundo que se presenta en la historia (una conexión breve), espero les guste.


El puesto de Miuyings Por G. J. Villegas

ERA UN DÍA como cualquier otro en la calle Rozt. Las “Miuying”, un grupo de bicicletas de paseo, las más populares de la ciudad; conversaban amenamente antes de iniciar su faena.

—¡Espero que hoy sea más fácil que ayer! —dijo una de ellas.

—¿A qué te refieres querida?

—Me refiero a que ayer tuve que cargar todo el día con gente muy gorda… Puf! Se imaginan que somos camiones de carga ¿o qué?

—Vamos chicas no se quejen. Si los gorditos son nuestros mejores clientes. —dijo Spukit, el pequeño robot que las cuidaba y asignaba sus tareas.

—¡Tu tienes la culpa Spukit! —reclamó la Miuying y agregó—: Cada vez que un cliente delgado viene, se lo asignas a otra. Pero basta solo que se presente un elefante y me lo asignas a mí.

—¿Pero qué dices? Mira… mejor no me hagas hablar. Todas las bicis aquí saben que eres la más perezosa.

—¡Es cierto! —clamaron sus compañeras firmemente girando sus pedales.

—¿Recuerdas al pizzero apurado que vino la semana pasada a buscar servicio? —señaló Spukit y dijo—: El pobre hombre se quedó sin auto ese día y debía entregar muchas pizzas. Se te asignó a llevarlo y ¡Saz! De repente se te ponchó una rueda.

—¡Que culpa tengo de que se me ponchara una rueda! Soy una bici delicada y el piso estaba muy caliente.

—Patrañas, puras patrañas… no querías llevarlo solo porque sabías que estarías todo el día recorriendo calles —indicó otra de las Miuyings.

—¿Y recuerdas a la chica fotógrafa del otro día? —preguntó Sputik subiéndose a uno de los asientos— Era muy amable, quería alquilar una bici para ir de la calle Rozt a la Mercelf y te negaste a ir porque tenías floja la cadena… según tú.

—Recuerdo a esa chica bien —indicó otra Miuying— se hacía llamar Txatxy. Toma fotos muy buenas y ese día estaba preparando un trabajo para su grupo Steemit. Quería tomar fotos de las poses curiosas que adopta la gente en la calle al mirar letreros en las esquinas.

—¡Exacto! —agregó Sputik— Como la chica iba cargada de equipo fotográfico, no quisiste llevarla. Y eso que amablemente nos tomó una foto para publicarla en un post.

—¿Qué sería de esa foto? —preguntó una de las bicis.

—Estaban todas ustedes muy elegantes y yo me subí a este mismo asiento. Seguro que salí muy guapo. —respondió el robot.

—¡Pishh! ¡Chicas! Dejen de pelear —dijo otra Miuying y señaló— Miren lo que viene allí…

Era otra bici, en realidad un atleta, un corredor. Luciendo veloces ruedas y su armazón gris. Su dueño lo estacionó cerca y a las chicas no pasó desapercibido.

—¡Vaya! Pero que lindura… —dijo la Miuying perezosa.

—¡Que veloz luce! ¡Miren su cadena de cambios! —agregó otra.

—Controlen sus revoluciones, ustedes no están a la altura de ese tío. Es un modelo oizabike solo hecho para correr y correr. —les señaló Sputik meneando la cabeza. Entonces preguntó al recién llegado— Oye amigo ¿cómo te llamas?

—¿Ah?... Hola amigos. Mi nombre es Oiza “El veloz”, famoso corredor. ¿Quizá me han visto en las carreras de los domingos?

—Pues claro que sí. —respondió Sputik y agregó—: ¿Qué busca un chico rápido como tu aquí en el puesto de Miuying?

—Mi dueño desea alquilar una bici para pasear con su novia ahora mismo.

Enseguida las Miuying se volvieron como locas. Todas querían ser alquiladas para acompañar al galán y apremiaban al robot para que las asignara. De pronto una de ellas dio una atrevida pirueta hacia adelante y el dueño del oizabike la escogió a ella. Era nada menos que la bici quejumbrosa.

—Contigo iré por todo la ciudad si es preciso —dijo entusiasmada.

Las demás compañeras no podían creerlo. No se ponchó ninguna rueda, no se aflojo su cadena. Lucía como la más activa bicicleta del grupo. Sputik se llevó las manos a la boca para contener la risa y las demás bicis la miraron de soslayo, enojadas, marcharse con el corredor Oiza.

Era otro día más en la calle Rozt y las bicis Miuying comenzaban así su faena.


Los términos Miuyings y oizabike son nombres ficticios. Las imágenes son propiedad de @txatxy y @oizaguirres. El dialogo es del autor del blog G. J. Villegas @latino.romano como parte del proyecto de creación de contenido de calidad del equipo @thealliance.

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jaja me encanta, muchas gracias por este diálogo tan bueno.
me saco una sonrisa, se bienvenido

¡Super creativo este post @latino.romano! Felicitaciones por este diálogo, en el cual integraste todo muy bien y le diste un gran contexto. Está muy dura la competencia, así que ¡vamos con toda!

Mi Reina,donde estas...no pierdas tu bicicleta, este joven va a vender bicicletas en todo steemit.

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