El juego del diario: 1 de agosto de 2020. La vida entre ratones

Un saludo a todos los participantes de este juego, a @steemitblog y también @mariita52 por la importante responsabilidad que le ha sido encomendada y la cual está ejerciendo a la perfección.

Confieso que estoy un poco nerviosa para esta entrada en este primer día, me siento como cuando íbamos a presentar la prueba final de sexto grado en la escuela y nos esperaba un jurado examinador formado por un trío donde estaba en medio del mismo la directora del plantel a la cual le teníamos mucho miedo. Asumo que esto es normal porque estamos arrancando una nueva etapa con muchas expectativas y el deseo de hacer las cosas bien es el que se impone.

Todos los días son diferentes aunque uno hable de monotonía y esta cuarentena nos obligue a encerrarnos; siempre surgen cosas diferentes que nos hacen hablar de ellas en nuestro entorno. Como el caso de un ratoncito que hemos estado cazando por distintas vías y no se había dejado atrapar, y hoy solito se metió dentro de una bolsa, que estaba guindada en un clavito cerca de la cocina. En esa bolsa guardo otras, que voy usando a lo largo del día para empaquetar algo o para echar basura. Una vez dentro el ratón no encontró cómo salir y se ganó su despedida de este mundo. No me pareció agradable tomar fotografía de ese incómodo incidente, pero sí fue esto lo que dio origen al título de mi post de hoy.

Hoy me desperté a las ocho de la mañana, un poco más tarde de lo acostumbrado y una lluvia pertinaz me quería espantar los planes de ir a visitar a mi hermana, que vive en una población cercana. Pero pronto dejó de llover y el cielo mostró indicios de que sería buena idea salir y eso hice. Un rato de sana conversa, compartir experiencias diarias, poder darnos un abrazo a sabiendas de que ambas estamos sanas y venirme luego con la energía recargada es muy placentero.

Estoy atenta a unos malestares físicos que han estado incomodándome en estos recientes días, debo hacerme unos exámenes de laboratorio, pero los ambulatorios son ahora centros centinelas para el Covid-19 y no están disponibles para hacerlos, por lo que debo esperar y buscar resolver de manera privada, mientras tanto estoy haciendo lo que se pueda con la alimentación y el ejercicio diario porque con la salud no se juega.

Para no abusar del café (que no es para nada nocivo pero a veces se me va la mano) me hice una infusión de malojillo, una planta medicinal a la que se le atribuyen muchas propiedades, entre estas, restaurar las funciones vitales del organismo, también la llaman Zacate de limón, limoncillo, citronela, hierba limón. Contiene además, vitaminas A y C, físfoto, calcio, tiamina, rivoflavina, niacina, hierro y zinc. La he tomado desde la niñez siempre con beneficios para mi salud por lo que esta vez tengo también la fe de que me haga mucho bien, ya les contaré en el devenir de los días cómo me ha ido con ella.