¿Qué Te Provoca Decirle a Alguien Que Está Equivocado?

Te entiendo. Cuando tenemos a la razón de nuestro lado, nos sentimos con el poder de apalancarnos con la lógica, empleando convincentes argumentos capaces de aclararle la mente y demostrarle con hechos el craso error, que tercamente, quiere mantener quien se equivoca.

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¿Eso funciona? ¿Qué resultados trae el demostrarle que está en un error?

Por lo general, las personas se aferran a sus argumentos. No importan lo ilógicos que lleguen a ser. Parece que la razón ya no importa, lo que vale es defender su ego.

Qué delicado es el orgullo. Es el bien más preciado de los humanos.

Civilizaciones han entrado en batallas atribuidas al ser menoscabado el ego de reyes y emperadores. Aún vivimos esas tragedias, en diferentes escalas, porque una acalorada discusión se puede desatar en cualquier momento así sea por un comentario que trata de un tema trivial, de ningún valor.

Pensar que se han destruido familias, hermanos que jamás se volvieron a hablar, divorcios, por iniciar una disputa por algo que no tenía ninguna importancia real.

¿Quién dijo,”Ponte rápidamente de acuerdo con tu adversario”?

Al final de este post lo revelaré.

Te adelanto que fueron sabias palabras.

Ojala pudiéramos aplicarlas. Demostrarle a alguien que se equivoca, es una manera segura de fabricar enemigos.

Es que a uno le pasa. Cuando nos dicen que estamos equivocados, sentimos el cerrar de una coraza y empuñamos los mejores argumentos para defender el “honor” que nos quitarían si desnudan el error que cometimos.

Hay un impulso instintivo que empuja a las personas a proteger y atacar a cualquiera que intente hacer un cambio en sus creencias.

El problema es que si se llegase a demostrar el error, difícil será que reconozca que discutió y defendió algo equivocado. Y aunque eso se consiga, el ego herido va a restar valor a la relación.
Es un retiro que hacemos en la cuenta emocional que tenemos con esa persona.

Si ganamos, perdemos amistad.

¿Qué sucedería si hacemos lo contrario a lo que nos provoca decir?

En pocas palabras, reconocer nuestro error de inmediato, con ganas, sin disimularlo o hacerle justificaciones.

Eso sorprendería, y mucho.

Nadie espera que alguien reconozca que está equivocado. No se puede discutir con alguien que está de acuerdo.

Y si el error proviene de la otra persona, allí usaremos otra estrategia.

Decirle de manera frontal que está equivocado iniciaría una riña.

Eso es algo comprobado, lo hemos vivido muchas veces.

Veamos, primero será bueno destacar la intensión que tenemos de ayudar, de beneficiarle.

Recordemos que las personas necesitan tiempo para adaptarse a los cambios, y enterarse de que están en un error, es un cambio en contra de su voluntad

El ego debe apaciguarse, es muy volátil. Se enciende como un fulminante y tiene la mecha corta.

Y si agregamos que hay personas que están heridas emocionalmente, dolidas por su inseguridad, son aún más sensibles.

Sería como tocar una muela cariada. Duele, así se haga con cariño.

Evita emplear la lógica para demostrarle el error, eso queda fuera de contexto, aunque nos muramos de las ganas de decírselo, eso no vale. Ya conoces la frase “echarle gasolina al fuego”.

En fin, si la otra persona le queda claro que le respetamos, que su opinión es válida, que tiene fundamentos pero quizás no desde el ángulo que desea aplicarle; podría ayudarte a ablandar la coraza que intenta proteger su orgullo.

Recuerda, vas a necesitar tiempo para que pueda tragarse el amargo jarabe de “no tienes la razón”.

Por eso debes insistir en que ambos saldrán beneficiados, y que su idea es aplicable en otra situación.

Protege su ego, esa es la clave. Permítele una salida honorable.

Ahora, lo importante es que venzas a la costumbre de brincar como una fiera cuando te encuentres con alguien que te dice “tú estás equivocado, déjame demostrártelo”.

Eso sensibiliza, ¿cierto?

Provoca demostrarle con la lógica de Platón que el equivocado es él.

Ya hablamos de lo que pasa, y ya lo has vivido, si actuamos como provoca. Defendernos con la misma espada.
Demostrar a las personas que está equivocadas es hacerles daño.

He cometido ese error miles de veces, estoy claro de lo difícil que es adquirir nuevos hábitos.
De eso se trata el desarrollo personal.

Es esencial poner atención y frenar el animal que quiere proteger a nuestro orgullo.

Vamos a ver que tal te va en estos días. Proponte esta semana demostrarle a alguien que está equivocado. No de la manera convencional.

Demuéstrale que le respetas, que deseas que ambos salgan beneficiados y si la otra persona está equivocada, jamás decírselo de manera frontal.

Dale tiempo, a uno mismo le cuesta reconocer los errores. Ese ego es…

La frase, que ya tiene 20 siglos, “Ponte rápidamente de acuerdo con tu adversario”, la dijo Jesucristo.

Vamos, steemian, si la dijo él, debe ser cierto.