No Nos Dejes Caer en Tentación Más Líbranos del Mal
No es para menos la preocupación que despierta en muchos que el mal ataña en nosotros, sobre todo en estos tiempos en que sus vertientes son innumerables. En cualquier forma que se manifieste, el mal ha sido personificado en la figura de un ser que, desde que la humanidad ha hecho uso de la razón, le ha dado muchos nombres según el sentir socio-cultural que lo mencione; en nuestro caso podría decir que es el ”Diablo, Satanás” o simplemente el ”maligno”.
Lo cierto del caso es que, así como el cielo es un estado mental positivo, el mal lo es en sentido contrario, de manera que no existe sino en nuestra imaginación, y la forma de dejarnos envolver en este estado contraproducente es al ”caer en tentación”.
Cuando el gran maestro, Jesús de Nazaret, nos exhorta a pedirle a Dios que no nos deje caer en tentación, para cualquier caso en la vida, se refiere a ”no dejarnos caer en la trampa” y la trampa es el mal, o sea, el estado mental en el que nos sumergimos cuando una situación nos parece desfavorable. Existe un dicho popular que reza ”no hay mal que por bien no venga”, que connota nuestra caída en ese estado mental negativo al vernos tentados a una situación aparentemente desfavorable, pero que a la larga el resultado va a dejar buenos frutos porque nuestro es el Reino de Dios. Este párrafo con el que culminamos la oración universal Padre Nuestro lo podemos complementar agradeciéndole al Señor por darnos todo lo que nos da, porque todo lo que nos da es bueno, aún todo lo que circunstancialmente nos parezca mal, ya que nuestro Padre, el mejor de todos, nunca va a permitir que sus hijos caigan en desgracia.
Cada vez que veamos alguna manifestación de algo desagradable o indeseable debemos considerar que eso nos deja una enseñanza, porque nada de lo material nos quedará en el momento en que nos liberemos de este plano, solo trasciende el conocimiento que en esta y el resto de nuestras vidas hemos aprendido.
El verdadero mal que un ser humano posee es su propia ignorancia; ya que al ignorar su verdadera procedencia, su verdadera constitución, el verdadero propósito de su existencia y su verdadero destino, vive en una verdadera tiniebla y por lo tanto no reconocerá jamás a otro ser humano como su verdadero hermano, es decir como su semejante al que debe unirse para obtener una potencia mayor a la que posee en la individualidad. Todos nosotros estamos constituido en tres entidades: espíritu, alma y cuerpo. El espíritu es una partícula de nuestro Padre Creador Universal, nuestro cuerpo es la herramienta o instrumento de trabajo del espíritu y el alma es el intermediario entre el polo positivo (espíritu) y el polo negativo (cuerpo). El espíritu es consubstancial con el Creador. En el alma y en el cuerpo se encuentran todas las esencias de todos los instintos de la naturaleza del mundo (es la famosa arca de Noé que se le dió a humanidad de la Tierra y que muchos suponen como algo material), pero en diferentes grados.
Cada vez que nuestro espíritu logra dominar un instinto, lo convierte en parte de su propia conciencia y en la medida que se convierte en conciencia su propia alma se hace mas sensible, mas elástica; permitiendo mayor accionar al espíritu y en la medida que logra dominar un instinto adquiere mayor luz y por lo tanto en caso contrario su alma permanece mas rustica, insensible y no permite el accionar del espíritu (la Razón), mas oscura; por lo que en este estado es un verdadero "demonio" producto de su ignorancia.
Cada "tentación" (situación) que se nos presenta en la vida es una prueba para evaluarnos y demostrar materialmente que hemos dominado ese instinto, por lo que si caemos, al levantarse de esa caída nuestro espíritu obtiene un aprendizaje y se hace menos ignorante y se presta para una nueva "tentación" que se le presentará para su propio bienestar y provecho.
Bienvenidas todas las "tentaciones" que se nos presenten en la vida y bienvenidas también todas las "caídas en esas tentaciones"; ya que nos permiten progresar espiritualmente y adquirid mayor grado de AMOR
Una vez leí sobre un filoso el cual no recuerdo su nombre sin embargo en su forma de pensar mantenía que el ser humano no es malo por maldad sino por ignorancia. Otra cosa que quería comentar es que esa palabra "Satanas" significa oposición, tal cual como explicas, el mal es considerado algo contrario y negativo por lo tanto se le suele decir satanás a todo mal. algo Satánico es todo lo que hace oposición a lo bueno. Gracias por compartir. Saludos