Venga a Nosotros Tu Reino y Hágase Tu Voluntad Aquí en la Tierra como en el Cielo
El Reino de Dios nos pertenece por ser hijos y herederos de nuestro Padre y Señor. Siendo el Altísimo inteligencia, belleza y amor, cualidades que solo tienen su razón de ser si pueden ser expresadas, debía construir un mecanismo mediante el cual pudiera hacerlo, razón por la cual fuimos creados los seres humanos, ya que a través de nosotros es que Dios se expresa.
Para poder realizar su producto más elaborado, o sea, los seres humanos, Dios debió construir previamente al Universo con todo lo que le hace falta para hacer sustentable la vida en nuestro planeta y podernos proveer de los recursos que necesitamos para subsistir. Este es el ”Reino de Dios”, el Universo y todo lo que contiene, por lo que cada vez que rezamos la oración universal, Padre Nuestro, le pedimos a nuestro Señor que nos dé, a cada uno de sus hijos, lo que nos corresponde para poder vivir en las condiciones que Él desea para nosotros, considerando que todo buen padre quiere lo mejor para sus hijos.
Al hablar del Universo y todo lo que él contiene, no solo me refiero a lo material. ”Venga a Nosotros Tu Reino” es la petición a vivir en un mundo mejor, bajo el equilibrio universal con que la naturaleza se ha mantenido por miles de millones de años, y en convivencia armoniosa con nuestros semejantes. Es también pedirle a Dios que nos lleve a alcanzar nuestro mayor desarrollo evolutivo en términos de espiritualidad para que Él, a plenitud, pueda expresarse a través de nosotros.
Hágase Tu Voluntad aquí en la Tierra como en el Cielo
En el artículo “Padre Nuestro que Estás en el Cielo”, que publiqué anteriormente por esta red social, les comenté que “estar en el Cielo es encontrarse en el nivel más álgido de perfección que podemos alcanzar cuando estamos en sintonía con Dios. En el Cielo solo tiene cabida el bien, por lo que todo lo que en él sucede se produce a la perfección, sin roces ni tropiezos. Es el plano más elevado de eficiencia porque la Voluntad de Dios en el Cielo está muy por encima de nuestra imaginación, aún en la más ambiciosa de las peticiones que le hagamos a nuestro Padre, por lo que no debemos aferrarnos a que las cosas nos salgan tal como las deseamos, ya que Él puede superar nuestras expectativas; es por eso que le pedimos Hágase Tu Voluntad aquí en la Tierra como en el Cielo, para que todo emprendimiento, desde el más insignificante hasta el más relevante, se realice mejor de lo que esperábamos y sin contratiempos ni percances.
Las dos frases ”Venga a Nosotros Tu Reino y Hágase Tu Voluntad Aquí en la Tierra como en el Cielo”, de esta oración que Jesús elaboró para que nosotros le pidamos al Señor de forma correcta, vienen en conjunto, de manera que le estamos pidiendo que nos de todo lo que necesitamos y que las cosas nos salgan bien, respectivamente. En el momento de expresarlas debemos concientizar el sentido expuesto en estos párrafos, porque se trata de un tratamiento metafísico infalible cuando elevamos nuestra mentalidad al nivel del ”Cielo”.