Aspectos a considerar en la crisis económica de Venezuela

La crisis económica es una condición que a través de la historia ha afectado, de una manera u otra a todas las naciones del mundo. Nadie puede decir que no le ha tocado vivirla en alguna etapa de su vida. Para poder profundizar en el tema, es conveniente definir este concepto, el cual de acuerdo a Pérez J. y Merino, M. (2009), “hace referencia a un periodo de escasez en la producción, comercialización y consumo de productos y servicios”. Precisamente esta es la situación que ha venido ocurriendo en Venezuela desde hace varios años, lo que mantiene a la población en una condición estresante debido a las consecuencias que se derivan de la misma, como son el desempleo, la escasez, la inflación, la migración, entre otros.

En este orden de ideas, y para poder abordar el tema de “cómo superar la crisis económica”, es necesario primero establecer, de acuerdo a la opinión de su autor las causas de la misma en Venezuela, quien considera que su origen se debe a los factores que se describen a continuación:

Monoproducción

Es incomprensible como un país con tantos recursos naturales renovables y no renovables, con suelos fértiles, ganado de diversos tipos, fuentes naturales de agua dulce, sitios turísticos hermosos, entre otros, dependa económicamente solo del petróleo. Ahora más que nunca es necesario difundir el significado de la frase "Sembrar el petróleo" del Dr. Uslar Pietri, citado por Hurtado, B. y Medina, Y. (2012) en el artículo publicado el 14 de julio de 1936 en el diario caraqueño Ahora, donde expresó:

Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas y amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales.

El abandono de la agricultura por parte de los campesinos, atraídos por los beneficios que ofrecía la industria petrolera, el descuido del sector turismo y de otros modos de producción, convirtieron a Venezuela en un país dependiente casi exclusivamente de la renta petrolera. El auge petrolero de este país comenzó en 1960, pasando por su nacionalización en 1976, la consolidación de la industria (1976-1985), la expansión (1985 – 1999). Tiempo durante el cual la producción aumento por diversas causas al igual que su precio llegando a fijarse en el año 1999 en US$ 11.00.

Durante el período comprendido entre los años 1999 y 2012, el pre cio del barril de petróleo venezolano paso de $ 16.00 a $ 32.00 en 2004, siguió aumentando ubicándose en $ 88.00 en 2009 y desde 2011 al 2014 llegó a los $ 103.00, recibiendo entre 1999 y 2014, US$ 960.589 millones. Es decir un promedio de US$ 56.500 millones anuales durante 17 años. De haberse tomado el consejo de Uslar Pietri, actualmente Venezuela tendría un “colchón económico” que le hubiera permitido evitar el colapso económico actual, ya que ante las medidas que suele adoptar la OPEP que tienden a reducir la producción o bajar los precios del crudo, Venezuela, al tener suficientes recursos generados por sus distintos sectores productivos, podría simplemente no venderlo cuando lo precios tiendan a la baja, pudiendo mantener su status económico y financiero sin ningún riesgo y lo más importante es que no tendría la necesidad de endeudarse con otras naciones.

Falta de garantías económicas para los inversionistas

Las sanciones y expropiaciones de industrias, empresas, fincas, etc., que aplico el gobierno venezolano ahuyentaron a los inversionistas y estos bienes expropiados que pasaron a ser propiedad del Estado, actualmente no están cumpliendo con la producción de productos suficientes para cubrir la demanda nacional, obligando al gobierno a importar y a establecer medidas en la distribución de alimentos, productos de aseo personal, medicinas, y otros rubros, lo que ha generado una inflación que devora el salario del trabajador, aniquilando su capacidad de ahorro y produciendo el éxodo masivo de venezolanos a otros países.

La falta de sentido de pertenencia del venezolano

El sentido de pertenencia es un valor que puede resumirse como el apego a las cosas, personas, lugares, sentimientos, entre otros que se consideran importantes para el ser humano y que lo mantienen cercano a lo que ama. Este valor ha ido desapareciendo progresivamente de la conciencia del venezolano, quien ha adoptado una actitud pasiva, conformista, indiferente y egoísta ante la triste realidad que se observa en el país.

Esta realidad se ve en los mercados, avenidas y calles venezolanas, en las cuales las personas sólo piensan egoístamente en su beneficio, y esto los mueve a hacer colas en los comercios para comprar productos regulados, a viajar a otras ciudades o países fronterizos a traer alimentos que luego venden a la población a precios excesivamente caros, contribuyendo así a la escasez, inflación y hambre.

Esto se refleja a nivel social en los hogares, en la familia, en las instituciones, empresas, etc., que las personas no muestran entusiasmo por superarse, por cambiar su estilo de vida; los niños y jóvenes no son enseñados a amar a su país, a esforzarse en sus estudios para asumir la posición que les tocará en el futuro como la generación de relevo que tendrá la responsabilidad de llevar las riendas de la nación. En este sentido. es necesario el despertar de los venezolanos, que como padres asuman el compromiso de levantar una generación capaz de trabajar por el país para sacarlo adelante.

El estado de dependencia creado por el gobierno

La distribución de “riquezas” que emprendió el gobierno, como medida para combatir la crisis económica actual, solo ha logrado profundizarla más, ya que se ha venido acostumbrando a la población a recibir dinero y otros beneficios sin el valor del trabajo, ningún país puede prosperar sin el esfuerzo mancomunado y el amor de sus habitantes; es triste recordar como el venezolano de otras épocas era capaz de planificar y ahorrar para construir la casa que serviría de hogar para su familia, adquiría sus bienes y levantaba negocios prósperos con el beneficio de su trabajo; en la actualidad, la generación presente tiene como aspiración que el gobierno le regale una vivienda amoblada y adicionalmente los “bonos” para su sustento.

Otro aspecto importante de señalar en la asignación de pensiones de manera desproporcionada ante la cada vez más reducida masa laboral, lo que con el tiempo se traducirá en una especie de pirámide invertida, ya que, si no se toman las medidas necesarias para crear suficientes fuentes de trabajo, a futuro serán más los pensionados que las personas que coticen al Seguro Social, y como consecuencia el gobierno deberá asumir el pago de las mismas utilizando recursos que pudiera invertir en crear puesto de trabajo.

De acuerdo a lo antes expuesto, urge la necesidad de que todos los habitantes de esta nación se unan con un único propósito, sacar a Venezuela de la crisis económica actual. Este objetivo necesita de la aplicación de varias medidas que requieren principalmente del amor de cada venezolano por su país; porque bien dice la Biblia que “el amor todo lo puede”. Por lo que se recomienda considerar las siguientes sugerencias:

Fuente

Para ello es necesario comenzar desde los hogares, donde los padres se aboquen a enseñarle valores a sus hijos, corregirlos con disciplina para evitar que tomen el camino de la delincuencia, motivarlos a instruirse, a aprender un oficio adicional a la carrera que decidan estudiar. Enseñarlos a edificar a su nación y a su prójimo. Darles a conocer la importancia de ser parte de la solución y no del problema. Hacerles sentir que son personas importantes para la construcción de una nueva Venezuela donde todos puedan vivir cumpliendo con sus deberes y ejerciendo sus derechos.
La familia debe asumir su rol como lo que es “la célula de la sociedad”, avanzar con cada miembro en el emprendimiento de un nuevo sistema, en donde figuren como protagonistas, el trabajo como medio para obtener beneficios, la educación del seno familiar como factor principal para la formación de un venezolano íntegro, sano física, psicológica y espiritualmente; capaz de emprender responsablemente proyectos de cualquier índole y de ocupar cargos evitando caer en los tentáculos de la corrupción que tanto daño han hecho a Venezuela.

En lo que se refiere al gobierno, su responsabilidad es enorme, ya que su desempeño deficiente a lo largo de la historia de Venezuela ha contribuido de una manera impresionante a generar la gran crisis que se vive actualmente en el país. Les corresponde promover la unión entre los sectores público y privado para buscar una solución que agrupe las herramientas económicas que pongan en marcha el motor económico. Devolver las empresas, industrias y bienes que fueron expropiados y proveerle a sus dueños el soporte financiero para activarlos, lo que se traduciría en producción de bienes y servicio y en consecuencia en contratación de mano de obra, con lo cual se reduciría drásticamente la tasa de desempleo.

También deben hacer un estudio a profundidad del sector agropecuario en los aspectos de seguridad, financiamiento, facilidad para gestión de documentos de tierras, adquisición de semillas de calidad, fertilizantes, maquinarias y equipos, perforación de pozos de agua, entre otros elementos que son importantes para impulsar la producción agrícola y así fortalecer la soberanía agroalimentaria.

Recuperar y fortalecer la industria petrolera, ya que para nadie es un secreto que esta se encuentra muy afectada, la falta de mantenimiento preventivo, predictivo y correctivo aunado a la falta de inversión en este sector ha provocado un descenso significativo en la producción de crudo, lo que sumado a la baja de los precios del mismo, trajo como consecuencia una contracción drástica en la economía, por lo que resulta imperativo el rescate de esta industria, ya que en Venezuela aun quedan suficiente reservas de petróleo en el subsuelo.

En cuanto al sector turismo, en Venezuela existe números sitio turísticos a lo largo y ancho del territorio nacional, tales como playas, ríos, montañas, parque naturales, desierto, sitios históricos, museos, hoteles de excelente servicio para personas con capacidades financieras baja, media y alta, comidas y bebidas típicas, tradiciones y costumbres que hacen a este país un lugar paradisiaco para el disfrute de los turistas. Lo que se necesita a es impulsar esta industria mediante la inversión de capital público y privado, garantizarle seguridad y protección al turista para que se sienta confiado y seguro de venir al país a disfrutar de todo lo que este sector económico les ofrece. Esta solución se convertiría en fuentes de trabajo y un modo seguro y fuerte de generar ingresos económicos a la nación.

Recuperación y fortalecimiento el sector comercio, mediante la activación de las industrias productoras de alimentos, a través del otorgamiento de financiamientos, garantías jurídicas, seguridad, etc.; con ello el comerciante estaría confiado y no dudaría en invertir su dinero y su esfuerzo con la seguridad de que el gobierno venezolano no representará ninguna amenaza para su negocio.

Combatir las mafias que minan diversos sectores de la economía nacional, provocando la fuga de capitales y creando un clima de incertidumbre y desconfianza en Venezuela.

Hacer un llamado a la conciencia de los habitantes de este país para que cumplan con el pago de los servicios públicos, puesto que son muchas las familias que no cumplen con esto, lo que ha provocado que los servicios de electricidad, agua, teléfono y aseo urbano hayan decaído en la calidad y prestación de los mismos, dificultando las actividades de mantenimiento que se requieren para asegurar el suministros de dichos servicios.

Ante la realidad actual de la economía venezolana, es tiempo de que se propicie la conciliación de todos los sectores de la nación, donde se incluyen el económico, político, educativo, social, religioso, entre otros, para entre todos sumar esfuerzos que se traduzcan en facilitar el rescate de la Venezuela, con la finalidad de que se pueda superar esta crisis económica y así crear las condiciones que permitan el retorno del capital humano que aún continua emigrando a otros países buscando una calidad de vida, que fácilmente, con la ayuda de todos se les puede ofrecer, hecho que sería significativo y quedaría marcado en la historia de este país como el mayor logro que se pudiera alcanzar.