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Hola amigos, con esta entrega culmina la historia de Miguel, y para los que no han leído la primera parte acá tienen el link: Encrucijada. Primera Parte

Al detective Hans, no le cuadraba la historia de cómo un chico pueblerino, sin estar acostumbrado a beber y menos drogarse, pudiera cometer un acto tan violento como asesinar a alguien, y menos que siendo tan tímido, de pronto se convierta en un día en el alma de la fiesta y el más popular del campus.

Hans intuía que algo no estaba bien, y contradiciendo a su compañero comenzó a buscar otras pistas. Interrogó a casi todos lo que asistieron a la fiesta. Cada uno de ellos no pudieron, en particular, describir correctamente como era Miguel, daban descripciones vagas del chico que se presentó como Miguel, que estudiaba veterinaria, que era de Venezuela, que era de estatura regular o de baja estatura como cualquier otro entre muchos. Hans le llamó la atención que todos dijeran casi exactamente lo mismo, como si hubiesen leído un guion.

Finalmente, Hans conoció a una chica, que le dijo que lo que más le llamó a atención de Miguel era ese bello tatuaje que escondía en su muñeca izquierda, una cabeza de calavera, que con la camisa de manga larga se ocultaba muy bien, pero ella logró verlo cuando él alzó los brazos para tomar unos vasos del bar de la casa. Hans sabía que Miguel no tenía tatuajes cuando lo arrestó y esposó, pudo ver sus muñecas.

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Luego que Miguel confesó, llegó la ayuda legal de la universidad y su compañero de cuarto Charles. El campus de la universidad estaba horrorizado por lo ocurrido. La universidad le retiró su apoyo a Miguel cuando hizo su confesión y lo expulsó. En menos de 24 horas Miguel lo había perdido todo, su beca, su libertad. No podía llamar a sus padres porque los destruiría al saber lo que pasó.

Mientras Hans seguía indagado más, se daba cuenta que Miguel era inocente, ¿pero por qué pensaban todos que el chico de la fiesta era Miguel? ¿si no lo era? ¿quién se hizo pasar él y por qué?

Hans no se dio por vencido, y comenzó a investigar al compañero de cuarto de Miguel, descubrió que no existía ningún Charles Smith, en el sistema, con los datos que este había dado a la universidad.

Hans se dirigió con la foto de Charles que sacó de la cámara de seguridad del precinto de la policía, cuando fue a visitar a Miguel y se la mostró a la chica que interrogó. La chica confirmó sus sospechas: Charles o como se llamará se hizo pasar por Miguel en la fiesta. Como eran parecidos, y nadie conocía a Miguel, suplantarlo sería fácil. Además, aprovechó el momento adecuado, cuando todos estaban ebrios o pasados de tragos. Todos pensarían que el chico de la fiesta era Miguel.

Con estas pruebas, Hans se dirigió a los dormitorios a arrestar a Charles. Cuando Charles vio a Hans en la puerta de su cuarto, supo que lo había descubierto y corrió al escritorio para tomar un arma que tenía escondida. Hans descifró las intenciones de Charles y desenfundo su arma antes que Charles le disparara, matándolo al instante.

Luego Hans descubrió que Charles era un ladrón, estafador y experto en robar identidades, que se hacía pasar por un estudiante de intercambio en las universidades, para cometer sus fechorías y culpar a chicos inocentes por sus delitos, era un maestro en suplantar a estudiantes tímidos que pasaban desapercibidos en el campus, y luego de cometer sus delitos estos chicos cargaban con la culpa.

Miguel jamás fue el joven que bailó con las chicas, ni quien compró drogas o alcohol. Pero todos en la universidad pensaron que era él. Vivirá con el estigma de ser sospecho de un asesinato cuando él nunca estuvo en la fiesta más que pocos minutos.

Hans sospecha que Miguel fue drogado por Charles, lo llevó a la fiesta para que lo vieran juntos, pero luego en algún momento se vistió con su ropa, y lo dejó tirado en la cajuela de carro inconsciente; con algún ardid atrajo a Samantha, la chica discutió con él y pelearon, y en el calor del momento la asesinó. Luego dejó a Miguel en el apartamento de Samantha para que la policía lo encontrara allí. Miguel despertó antes que llegara la policía y por eso encontraron el apartamento vacío. Fue el primero de algunos fallos en el plan perfecto de Charles, para tratar de encubrir el asesinato y el comienzo de su ruina.

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