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Cuando Miguel despertó no sabía dónde se encontraba, no era su apartamento. Tenía una fuerte resaca ocasionada por la fiesta de la fraternidad a la que había asistido, la noche anterior. No recordaba mucho excepto que había conocido a la chica más bella de la universidad.

Le dolía mucho la cabeza, se incorporó de la cama y recorrió el apartamento, era pequeño, tipo estudio. Estaba solo, si era el apartamento de la chica con la que estuvo hablando en la fiesta, no lo recordaba...

Todo era confuso, ¿por qué no podía recordar nada? , ¿cómo se llamaba la chica?

Pensar le daba más dolor de cabeza. Miguel espero unas horas a que llegara la chica, o alguien al apartamento, pero nadie apareció. Finalmente decidió marcharse. Pensó dejar una nota, pero no tenía idea qué escribir, así que salió y aseguró la puerta al salir.

Cuando Miguel estaba llegando al campus de la universidad, todos los estudiantes lo saludaban, y le gritaban que en la próxima fiesta que organizaran, debía hacer lo mismo que hizo en la fiesta pasada. Miguel no entendía cómo de pronto era popular en el campus. Así que se dirigió corriendo a su dormitorio; debía hablar con Charles su compañero de cuarto.

Charles estaba en el cuarto sentado en el escritorio estudiando cuando llegó Miguel. Al verlo Charles le dijo que había desaparecido desde el viernes en la noche, cuando asistieron a la fiesta de la fraternidad Beta. Que se separaron cuando una chica de nombre Samantha, se le acercó para hablar con él. Charles los dejó solos para que conversaran mejor y no supo más de Miguel, hasta hoy que apareció en el dormitorio casi dos días después.

Charles le contó a Miguel que él se fue temprano de la fiesta, porque no consiguió ligar con ninguna chica. Pero que había escuchado a los chicos del campus que Miguel había sido el alma de la fiesta, que la animó y bailó con todas las chicas. Que incluso cuando se acabó el licor, había comprado más y consiguió drogas para animar aún más la fiesta.

Mientras Miguel escuchaba a su amigo, más confundido se sentía, el no recordaba nada de lo que decía, además él no sabía dónde comprar drogas y mucho menos tenía dinero para comprar licor.

Miguel llegó a Canadá, gracias a una beca de estudios. Nació en Venezuela, en un pueblo situado en el estado Mérida, llamado Los Aleros. Sus padres agricultores, siempre le inculcaron valores éticos y morales.

Miguel siempre fue un chico tímido, y poco sociable. Pero su compañero de cuarto Charles un chico de New York, sociable y alocado, le invitó a acompañarlo a la fiesta de la fraternidad Beta.

Miguel estaba como en trance escuchaba a Charles y recordaba a su familia. De pronto tocaron la puerta del dormitorio, y Charles se levantó de su silla para abrir la puerta.

A la puerta se presentó dos detectives de la policía, preguntando por Miguel. Charles le indica que pasen y les presenta a Miguel, inmediatamente los policías le informan a Miguel que queda arrestado por la desaparición de Samantha Renoir.

Una vez en la comisaria los detectives empiezan a interrogar a Miguel. Le informan que a Miguel lo vieron hablando con Samantha cerca de las 2 am y que fue el último que la vio hasta su desaparición.

Miguel les contó lo poco que sabía, y recordaba. Que él asistió a la fiesta con su amigo Charles, que habló con una chica, pero no recordaba su nombre, y que luego despertó en un apartamento solo, cerca del centro de la ciudad. Que esperó a que llegara alguien al apartamento y como nadie apareció, se fue de allí, y se dirigió a su dormitorio en el campus para hablar con Charles.

Los policías no se tragan el cuento de que no recuerda nada, y le informan que quedaría detenido por 48 horas para averiguar si decía la verdad, o hasta que hablará, o apareciera la chica.

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Los detectives Jackson y Hans intercambiaron impresiones del caso, e investigaron al chico, no tenía antecedentes y por lo que averiguaron nadie lo conocía en el campus hasta esa noche en la fiesta de la fraternidad.

Luego de unas horas, encontraron el cuerpo de una chica abandonado en un terreno a las afueras de la ciudad. Según la descripción dada por la policía, el cuerpo pertenecía a Samantha Renoir. Una vez confirmada la identidad del cuerpo, y hechos los estudios forenses preliminares, se descubrió que la chica fue golpeada y estrangulada.

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Los detectives ya no se encontraban ante un caso de desaparición, sino de asesinato. Volvieron a interrogar a Miguel; esta vez con más insistencia, y le informaron que era sospechoso del asesinato de Samantha Renoir. Miguel comenzó a llorar y decirle a los detectives que él no recordaba nada excepto lo que les dijo antes.

Los detectives siguieron presionándolo para que confesará su asesinato, hasta el punto que finalmente Miguel se quebró y confesó que tal vez lo hizo al estar bajo los efectos de las drogas y el alcohol. El detective Jackson pensó que ya habían resuelto en caso en tan solo unas horas y había sido un buen día para los chicos buenos.

Continuará...

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