Paraíso o muerte-round 2 ~ cuenta tu historia: el “mundo”, después del fin del mundo

Luego de la caída de la civilización, establecimos nuestro campamento en el corazón de una montaña, con un ecosistema que había esta excepto de la destrucción que conllevo el Armagedón. Un día nuestro arquitecto tubo una crisis de ansiedad por la presión que supone nuestra precaria situación, se alejo de nuestro asentamiento y nunca más lo volvimos a ver. Los primeros días fueron desconcertantes, debido a que quedamos desprovistos de todo dispositivo electrónico a causa del EMP, sin embargo pudimos sobrellevar la situación con los elementos que sobrevivieron.

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Los días pasaron y todos nos dedicamos y apegamos a nuestro roles. El agrónomo preparo unas hectáreas para la siembra, la científica se propuso a investigar en conjunto con la historiadora, la ingeniera y yo nos dispusimos a deliberar que hacer con los componentes eléctricos aparentemente inservibles. Todos tuvimos que dar más de nuestro 100% para poder llenar el vacío que había dejado nuestro compañero.

En los escasos ratos libres me proponía a leer un poco la biblia, intentando encontrar algún mensaje oculto que alentara a continuar.

Se desayunaba, almorzaba y cenaba con arroz, por lo menos los primeros días, hasta que pudimos cazar algo darle sustancia al menú diario.

De vez en cuando compartía pensamientos con la historiadora de nuestro grupo. Siendo muy frecuente la pregunta de que nos deparara este nuevo mundo ¿?...

Al cabo de un mes, llegaron a nuestras puertas nuevos miembros que recibieron nuestra transmisión de invitación. Nos convertimos en una comunidad de unos 18 integrantes. Pudimos a duras penas reutilizar material de los dispositivos eléctricos dañados, en la fabricación de utensilios. Establecimos como prioridad localizar buenos lugares para cazar y obtener agua fresca. Fue difícil adaptarse a los cambios climáticos consecuencias de detonaciones nucleares ocurridas a lo largo del globo, tuvimos adecuar las siembras de los campos a estos cambios.

A pesar del creciente número de miembros, pudimos organizarnos adecuadamente y delegar deberes en función de las habilidades de la persona. Pronto se hizo necesario plantearse la posibilidad de realizar expediciones lejos del territorio del campamento, con objeto de ubicar sobrevivientes.

La búsqueda de sobrevivientes no arrojo resultados alentadores, el agua empezaba a escanciar, necesitábamos encontrar nuevas fuentes o en su defecto desarrollar algún sistema de destilación, que se pudiese emplear en la gotas de lluvia. Por otra parte nos asalta la duda de si lo peor ya había pasado, nuestro discreto cuerpo de investigación científica no tenía noticias alentadoras, reiteran que el daño provocado al planeta pudiese ser irreversible.

Cada día que pasa se siente más pesado, todos los miembros de la comunidad lo hacen lo mejor que pueden, quiero creer que podremos sobreponernos a la adversidad y lograremos dar paso a al renacimiento de nuestra civilización, con la diferencia de que esta vez, definitivamente, haremos las cosas diferentes.

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