MarPa (M)

(M): Buenas tardes Dios Saturno

(S): Buenas tardes.

(M): ¿Cuántos hijos se comió? Algunos rumores hablan de que eran 6.

(S): No me comí a mis hijos, Mi mujer y yo no pretendíamos tener hijos, las cosechas estaban escasas y no había comida.

(M): Señor Saturno, como así que las cosechas estaban escasas, ¿no es usted el Dios de la agricultura y la cosecha?

(S): Claro que soy un Dios, hijo de Urano y Gea, espero haya estudiado bien y sepa quiénes son, porque le aseguro que no son simples vecinos suyos.

(M): No se enfade Dios Saturno, trato de tener una conversación agradable, y mostrarle a la opinión pública la realidad de aquel macabro hecho. Y claro que se de sus padres, son el cielo y la tierra, también sé que usted le cortó los testículos a su papá con su hoz, ¿no fue un poco cruel este hecho?

(S): Mi padre nos encerró porque según él así no podríamos revelarnos, como lo hicieron los cíclopes. Ahora le pregunto, es justo que lo tengan a uno encerrado con los hermanos. Eso es invivible. Actué en defensa propia.

(M): Hemos estado investigando un poco, parece que su hermano Titán y usted hicieron un trato: que no tendría hijos, para que los hijos de su hermano mayor fueran quienes heredaran el trono, ¿que nos puede decir de eso?

(S): Que barbaridad, la profecía decía que un hijo me quitaría el trono, no iba a tener hijos, ni mucho menos darle el trono a hijos de otro. ¿Usted tiene hijos señora?, criar hijos es difícil, quieren una cosa, otra; jamás se los tiene contentos.

(M): Dios Saturno, le recuerdo que usted los comió al nacer, jamás pudieron pedirle viajes, galletas o una bicicleta.

(S): ¿Qué clase de habladurías son estas, señora?, no me comí ningún hijo. No tengo hijos. Lea mis labios, no tengo hijos.

(M): ¿Usted confía plenamente en su esposa?, porque tengo información de una fuente muy confiable, quien asegura que usted tiene un hijo. Ella estaba cansada de ver la carnicería en que había convertido su hogar; por eso lo oculto llevándolo lejos, seguramente está por venir a terminar con su reinado.

(S): De que está hablando señora, ¡Ella no pudo traicionarme!

(M): ¿Por qué decidió comerse a sus hijos?

(S): Porque sabían a galletas de fresa.

(M): Hasta luego Dios Saturno, puede confiar en que haré la transcripción de esta entrevista lo más puntual posible. No pretendo desinformar a la comunidad que se encuentra abochornada por los últimos retratos captados por el señor Francisco de Goya.
Una última cosa, ¿la profecía también dice que deberá regurgitar a los hijos que se comió? . Porque eso va a pasar cuando Júpiter, su hijo lo encuentre.

Hasta Pronto.

Este encuentro es ficción, no teníamos dinero para ir a visitar a Saturno y entrevistarlo.

Créditos texto, imágenes y video: Margarita Palomino