CAPÍTULO 2
“RECUERDOS”

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¡Liz!

-¡LIZ! ¡Vuelve acá! –gritaba mi padre, mientras yo corría para huir una vez más de mi casa, corría, corría sin parar adentrandome en el bosque, corrí tanto que tropecé con algo que me hizo caer. Raspé mis rodillas y comencé a llorar, quería regresar con papá pero al mirar atrás vi a un anciano que me gritaba.

¡CORRE LIZ, HUYE!

Entonces unos extraños robots armados salieron de detrás del anciano y comenzaron a dispararme y a perseguirme. Corrí, corrí tan fuerte como pude pero no lograba librarme de ellos, el pánico se apoderó de mí y mis piernas comenzaron a temblar, no podía huir lo suficientemente rápido, caí al suelo y miré atrás, sus armas listas para asesinarme, vi una luz brillante y escuché el sonido de una detonación...

Desperté bruscamente, con la respiración agitada, mirando a todas partes rápidamente con mucha desesperación, miré mis manos temblorosas. Me di cuenta que la tarjeta de los circuitos dorados había desaparecido, tenía muchísimo frío y un gran desconcierto. Miré a mi alrededor y solo vi arboles, hierba, a unos metros, el lago.

-¡Finalmente! Pensé que no te encenderías de nuevo. –una voz me sobresaltó y miré instintivamente hacia el sonido, solo alcancé a ver la sombra de una persona recostada a un árbol. Mi cuerpo se tensó y me sentí a la defensiva, quise huir pero me desconcertó darme cuenta de que mis manos estaban atadas.Traté de soltarme pero el agarre era metálico y presionaba mis muñecas con fuerza.

El hombre que hablaba salió de detrás de la sombra del árbol y me sentí menos tensa al darme cuenta que no era más que un muchacho, flaco y nada robusto. Tenía la tarjeta de circuitos dorados en su mano y la agitaba para que yo la viera. Le pedí que me la regresara pero el joven se movía de un lado a otro con ella y no paraba de observarme de manera meticulosa, como si me estudiara en busca de algo en específico. Me quedé quieta porque además de lo incómodo que se sentía, las esposas (o eso es lo que me pareció que eran) me daban descargas eléctricas cuando trataba de moverme demasiado.

-Esa herida necesita atención. –dijo después de un rato, me dio la espalda y se fue, cuando se alejó un par de metros sentí que algo halaba mis manos hacia él. Las esposas me halaron con una extraña fuerza, sentí que mientras más se alejaba él, más urgencia tenían ellas por llevarme y más fuertes eran las descargas... tuve que ceder. Caminé tras el desconocido en contra de mi voluntad por un par de minutos hasta que se detuvo de pronto frente a unos árboles, me detuve también y observé cómo jugaba con sus dispositivos modernos. Un pequeño holograma se reproducía en el aire frente a su rostro. Presionó un par de botones en un mapa y la imagen de los árboles que enfrentabamos desapareció para mostrar lo que había detrás, una cabaña. Todo detrás de esa cortina era diferente al resto del bosque, parecía secreto y estaba en franca decadencia, en especial la naturaleza, todo lucía muerto. El interior de la cabaña era lo más alucinante.

Nada tenía que ver con el exterior de madera ruída y húmeda, por dentro era una especie de cuartel lleno de computadoras por todas partes, toda clase de máquinas y equipos que desconocía totalmente estaban instalados en cada esquina del pequeño lugar, era fantástica la combinación del desorden y el modernismo extremos.

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Mi secuestrador me interrogó con las preguntas más extrañas mientras trataba una herida que tenía en la parte posterior de mi cabeza. Sentía las punzadas de una aguja y los toques suaves del algodón. Seguramente me golpeé en el bosque. Me pregunté si era un gesto de gentileza o si estaba colaborando con el proceso de mi muerte. Permanecí en silencio, expectante por si debía correr.

-¿Eres nueva en Las Afueras? . –preguntó después que terminó de sellar mi herida, asentí. –¿Y por qué te enviaron aquí?

-No lo sé. –respondí con timidez pero tratando de sonar ruda. –No puedo recordarlo.

-Eso es muy fácil de arreglar.

Se puso de pie y tomó un dispositivo pequeño que me recordó a un conector USB y luego fue hasta una de esas increíbles computadoras de pantalla trasnparente que me tenían alucinando. ¿A caso algo de todo aquello era real?
-Puedo recuperar tu memoria con ésto. –dijo haciendo énfasis en el pequeño dispositivo. –Pero es un procedimiento ilegal que debes mantener en secreto cuando recuperes tus recuerdos, si decides no hacerlo, te juro que te buscaré y separaré todas tus partes una por una y cuando logre sacar tu cerebro de esa cabeza hueca lo único que recordarás esa mí asesinándote, ¿entendido?

Un escalofrío recorrió mi espalda cuando dictó su sentencia, pero accedí. No estaba segura de cómo funcionaba todo, pero si recordaba sabría qué era lo que estaba pasando y por qué no desperté ésta mañana en mi casa con mi familia, sino en este extraño lugar.

-Usaré tus modificaciones así que no te alteres si...

-¿Mis modificaciones? –pregunté. Él me miró confundido, como si lo que dijo fuera algo obvio, algo que yo debía entender. Seguramente en mi mirada notó el desconcierto y la necesidad de una explicación detallada así que continuó con el procedimiento y prometió que lo entendería después del proceso.

Me quedé muy quieta, cerré los ojos. Tal vez cuando comenzara a recordar vería todo mejor si los cerraba. Él puso sus manos en mi cuello, explorando y luego tocó la parte trasera de mi oreja derecha, sentí como que algo conectó allí detrás. Me pidió que usara algo que él llamó visor de realidad aumentada, era una especie de gafas que cubría no solo mis ojos sino también mis orejas. Podía escuchar su rápido teclear y luego una voz cybernética.

Iniciando proceso de recuperación de archivos

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Mis nervios estaban controlados y traté de relajarme, de alguna forma este sujeto me parecía confiable hasta cierto punto, ofrecerme ayuda y no haberme asesinado aún me hacía poder confiar. Cuando el proceso comenzó una luz iluminó mis ojos y pude ver todo, toda mi vida.

Primero vi a mis padres en la pequeña pantalla interior del visor pero luego... luego todo cambió y yo estaba con ellos, sentada a la mesa comiendo y riendo. Era cumpleaños de papá y le regalamos esas corbatas graciosas que tanto amaba, luego todo se transformó en mi escuela, mis amigos estaban allí, estaba saltando por mis recuerdos, por mi vida. Navidades, fiestas, viajes, nuestra casa, todo pasaba frente a mí, reproduciéndose a velocidad, pero todo eso podía recordarlo y ahora que lo veía podía sentirlo en mi piel nuevamente. Necesitaba recordar lo que había olvidado.

Ibamos en un auto, todo se veía tan feliz y armonioso, papá hablaba y mamá se reía, yo los miraba sintiéndome feliz y de repente el auto fue golpeado por un costado, se volteó bruscamente y dimos vueltas dentro de él, oí gritos, sirenas de ambulancias, hubo un par de minutos de total oscuridad pero podía escuchar las voces y sentir el dolor. Un dolor punzante en cada parte de mi cuerpo y en mi cabeza me hizo gritar, sentía que agonizaba, iba a morir. Algunos flashes de luz me mostraban sangre, un cuarto de hospital, y finalmente papá. Quedé pasmada al verlo, tenía una barba tan larga y eran tan anciano que apena los reconocí. Lloraba frente a mí y me acariciaba la mejilla, pude sentir su calor.

Las voces que siguieron y los angustiosos procedimientos de los que oí hablar redujeron su volumen, todo lo que yo veía era el rostro de papá congelado frente a mí. Sentí cómo se formó un nudo en mi garganta y las lágrimas se aglomeraban en mis ojos, angustiadas por salir. Hubo un largo, muy largo silencio acompañado de total oscuridad, no había nada, solo mi llanto y entonces desperté de nuevo, salí de una cámara extraña con forma tubular, vi mi cabello blanco en el espejo. Eran mi más recientes recuerdos.

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Una alerta empezó a sonar alterando mis nervios aun más, sentí una terrible descarga detrás de mi oreja derecha e instintivamente llevé mis manos (aun esposadas) hasta allí, arranqué algo muy caliente insertado en mi piel y me quité el visor. Las pantallas de las computadoras mostraban alertas nerviosas y el desconocido estaba apuntándome con un arma, me miraba con recelo, intriga y más que nada, con odio.

-Dime quién eres y por qué tus recuerdos tienen más de 100 años.

Capítulo anterior:

CAPÍTULO 1 “EL FINAL DE UN LARGO SUEÑO”

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@kehiryf

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