Experiencias porteñas #6: La Boca (parte 1)

Hola Steemit. Bienvenidos al sexto capítulo de Experiencias porteñas, una parte dentro de mi blog en la que cuento datos interesantes de los lugares que he conocido durante mi intercambio en Buenos Aires. Esta vez transmitiré desde un lugar único de la ciudad, el cual tiene tantas historias para contar, que lo dividiré en dos partes. Con ustedes: LA BOCA

Foto tomada con mi celular

Si nunca han leído sobre Buenos Aires o no les gusta mucho el fútbol, seguramente el término La Boca no les producirá ninguna reacción. Por lo tanto, empecemos por lo elemental: La Boca es un barrio de la ciudad, queda al sur de la misma y, en términos generales, es un sector de clase socioeconómica media-baja. Sin embargo, no es un barrio como cualquiera, pues en su interior hay una gran cantidad de anécdotas únicas. Ya que dividí en dos partes lo que les quiero contar respecto a este mágico sitio, en este post solo les voy a dar la mitad de los datos que les quiero contar. Aquí empezamos:

• Un curioso nombre: ¿Por qué se llama La Boca? Esa fue una de mis primeras preguntas cuando en algún momento escuché algo sobre este barrio, siendo todavía un niño en Colombia. Fue recién hace un mes en Buenos Aires que resolví esa duda: El barrio La Boca le debe su nombre a la desembocadura del Riachuelo, un afluente del Río de La Plata que marca el límite de la ciudad en el sureste. A la desembocadura del Riachuelo se le conoce como La Boca del Riachuelo, pues si se le mira desde el aire, esta porción de agua tiene una forma similar a una boca humana. Es cierto; miren una captura de Google Earth del lugar:

Usen un poco la imaginación: Inclinen su cabeza hacia la derecha y tal vez vean una boca en el agua (?)

• El barrio más italiano: Si leyeron la quinta parte de Experiencias porteñas, sabrán que La Boca del Riachuelo fue uno de los primeros puertos importantes de la ciudad. A finales del siglo XIX eran muchas las embarcaciones de carga y pasajeros que llegaban al lugar, casi todas provenientes de Europa. En esos años arribaron a Buenos Aires una gran cantidad de inmigrantes italianos, los cuales vinieron escapando de una fuerte crisis económica y política en su país. La mayoría de italianos que llegaban a la ciudad lo hacían para trabajar como obreros en las numerosas construcciones que había en desarrollo en ese entonces en la capital porteña, incluyendo el trazado del ferrocarril. Los recursos económicos de estas familias eran bajos, por lo que empezaron a construir casas rudimentarias con placas de metal sacadas de algunas fábricas que quedaban cerca a la zona. Estas precarias casas se construyeron alrededor del puerto de El Riachuelo, dando origen de esa manera al Barrio La Boca. Por lo tanto, en sus primeros años todos los habitantes de La Boca eran italianos.

• El personaje que cambió el rumbo: Hablar de La Boca y no mencionar a Benito Quinquela Martín es un insulto a la historia del barrio, la ciudad e incluso el país entero. Quinquela fue un pintor nacido en Buenos Aires y residente en el barrio La Boca. Es fuertemente admirado porque, a pesar de nacer con recursos económicos limitados, logró ganarse un espacio entre los pintores mundialmente famosos del siglo XX. Sus primeros trabajos fueron pinturas del puerto del Riachuelo, teniendo un marcado componente de realismo. Uno de sus profesores de pintura le dijo, a modo de sugerencia, que le pusiera más color a sus obras, ignorando que se trataba de cuadros que representaban escenas reales. Sin embargo, a Quinquela Martín no le disgustó la idea, por lo que comenzó a pintar el mismo puerto y el mismo barrio de siempre, pero esta vez añadiendo una gran cantidad de colores en las paredes y en el piso. Para él fue inevitable soñar con un barrio tan colorido como sus pinturas, por lo que cuando adquirió dinero suficiente, trasladó sus obras a la realidad: Pintó todas las fachadas de las casas y algunas secciones del piso con muchos colores, dándole a La Boca el estilo que conserva en la actualidad. En el barrio hay una estatua de ese pintor; miren la foto que le tomé:

• Un museo al aire libre: Con lo mencionado en el punto anterior no termina el aporte de Benito Quinquela Martín al barrio La Boca. Cuando se hizo famoso y consiguió dinero suficiente, su principal ambición siempre fue embellecer el barrio. Fue por eso que logró convencer a varios de sus amigos artistas (pintores y escultores) de donar algunas obras para exponerlas en el barrio, creando así un museo al aire libre. Este proyecto fue ejecutado en la calle Caminito, una diagonal de unas dos o tres cuadras por la que antes pasaba un tranvía. Caminito es un lugar mundialmente conocido en la actualidad, siendo un sitio colorido lleno de obras artísticas, tiendas de artículos típicos porteños y escenarios de tango en vivo. Es una visita obligada para cualquier turista que vaya a Buenos Aires. Aquí una foto que tomé en el nacimiento de la calle:

• La Usina del Arte: Una de las cosas que más me gusta de Buenos Aires es la importancia que tienen las manifestaciones artísticas, incluyendo la música. Como lo dije más arriba, La Boca es un barrio de clase socioeconómica media-baja, teniendo algunos problemas sociales y de seguridad. Sin embargo, ese no es un impedimento para que el barrio tenga una de las mejores salas de conciertos del país: La Usina del Arte. Se trata de un auditorio con capacidad para 1200 personas y una acústica privilegiada. Fue construido en la fachada de una antigua fábrica, por lo que conserva un estilo arquitectónico clásico en su exterior. A pesar de la fachada vieja, el auditorio en su interior tiene la más alta tecnología, emulando las mejores salas europeas de conciertos. Aquí una foto que tomé en un concierto de Jazz en el que estuve hace poco:

Sí, quedó muy mal, pero fue la única que logré tomar. Lo siento

Y bien, hasta aquí llega el sexto capítulo de Experiencias porteñas. Recuerden que esto es SOLO LA MITAD de lo que tiene por contar este particular barrio porteño. Espero que lo hayan disfrutado. Si les gustó, no olviden dar upvote y resteem. Hasta pronto.