El 'oído de Dionisio'

in #spanish7 years ago

Misterio, Arte y Técnica, siempre han mantenido unos lazos lo suficientemente estrechos como para no distinguir, en muchas ocasiones, dónde comienza uno y dónde terminan los otros. Aún en pleno siglo XXI, cuando los avances de la ciencia y el desarrollo de la tecnología nos hacen pensar que no hay fronteras que no se puedan alcanzar, ni retos de sapiencia que no se puedan superar o siquiera reproducir a pequeña escala entre las cuatro paredes de un laboratorio –recordemos uno de los últimos y más sonados experimentos realizados en el CERN suizo, relacionado con aquello que los científicos han bautizado como la partícula de Dios-, ni siquiera los más eminentes científicos han sido todavía capaces de ofrecernos, no obstante, una idea aproximada de ese microcósmico Big Bang que hace miles, millones de años supuso la ascensión evolutiva de la Humanidad. Sinceramente, siento vértigo cada vez que pienso en ello e intento aplicarlo a la Geometría Sagrada. ¿En qué momento y cómo surgió ese chispazo primordial que introdujo en la mente del hombre la capacidad de aplicar unos conceptos tan complejos, hasta el punto de imitar la obra de la Mente Universal, concepto gnóstico basado en la idea de Dios?. Desde esa mano extendida, grabada en las paredes de las cavernas del Paleolítico hasta la inconmensurable perfección de las catedrales góticas, todo un fascinante universo de misterios se extiende ante la vista de un hombre moderno que, posiblemente escudado en su calculada racionalidad, haya perdido la capacidad de hacerle trascender hacia algo tan puro como es el símbolo y su significado. Y paradójicamente, vivimos inmersos, siquiera de una manera subliminal, en el mundo del símbolo. Un mundo con el que nos bombardean continuamente y en muchas ocasiones, ni siquiera percibimos.
DSCN0072.JPG
De una manera subliminal, también, los canteros medievales influían en la mente de todos aquellos que acudían a los templos, conjugando símbolos y efectos que, en no pocos casos, ofrecían experiencias rayanas en la más pura de las místicas. Pero dentro de esas magníficas esferas de simbolismo y percepción que eran los templos, los arquitectos sagrados utilizaban en sus creaciones, recursos más mundanos, aunque no por ello, menos singulares. Uno de tales recursos, conocido desde la más remota Antigüedad, hace referencia al denominado oído de Dionisio (1). Un recurso, o mejor dicho, una técnica que, aplicando las leyes elementales de la Física, consiste en crear un embudo de resonancia que permite escuchar perfectamente lo que se habla en otra estancia alejada.
Este detalle, me recuerda la presencia de unas curiosas figuras, bastante frecuentes, sobre todo dentro del románico, sin excluir otros estilos que, representando cabezas, generalmente humanas, llaman la atención por la intención implícita que puso el cantero en sus orejas, haciéndolas especialmente grandes y desmesuradas en algunos casos, en las que, no cabe duda, daba un toque de atención que posteriormente ha sido comentado e interpretado, en numerosas ocasiones, como una indicación a escuchar y guardar silencio, consignas particularmente relevantes para el iniciado o el que está en camino de la iniciación.
revillalcón-burgos 1.JPG
Ahora bien, la pregunta, o mejor dicho, la duda surge a la hora de comprobar si efectivamente, muchas de las cabezas que nos encontramos en los templos, se corresponden con esta acepción, dedicada a aquellos que acudían como posibles receptores de un Conocimiento que fue especialmente diseñado por benedictinos, cistercienses y templarios –entre los principales- sobre todo a lo largo y ancho del Camino de Santiago o, si por el contrario, el cantero en cuestión avisaba de la existencia del mencionado Oído de Dionisio en el templo en cuestión, e invitaba a la prudencia.
revillalcón-burgos 2.JPG
Sería un buen ejercicio intentar comprobarlo, la próxima vez que, en nuestras rutas, nos tropecemos con un templo en el que observemos alguno de estos detalles inusuales.

(1) Dios de los Antiguos Misterios, que también era conocido como Dioniso, Osiris-Dioniso o Baco.

Aviso a CHEETAH y NAVEGANTES: Este artículo está sacado de MI BLOG TRAS LAS HUELLAS DE LOS CANTEROS MEDIEVALES. Tanto el texto, como las fotos, me pertenecen. La entrada original, la pueden encontrar en la siguiente dirección: http://canterosmedievales.blogspot.com/2013/01/el-oido-de-dionisio.html

Sort:  

Tu relato me recordó la historia de Luisa Cáceres de Arismendi, heroína venezolana que fue encarcelada en el Castillo de Santa Rosa de la Isla de Margarita, para presionar a su esposo a que se entregara. Cuentan los lugareños de la isla, que Luisa encerrada en un cuarto oscuro y vacío lograba enviar y recibir mensajes ubicándose en un extremo de su celda, mientras en el extremo opuesto quién le llevaba la comida podía hablarle en voz muy baja y escucharla sin acercarse y sin que el carcelero se enterara. Si visitas el castillo puedes experimentarlo.

Interesante historia. Este tipo de recursos eran muy frecuentes y no sólo se utilizaban para mantenerse al tanto de conversaciones sino también como recursos en los templos, donde se hacía ver a los fieles 'que el dios o la diosa' en cuestión, lo conocía todo y no se les podía ocultar nada. En este sentido, formaba parte de la puesta en escena de innumerables ceremonias. Tal vez algún día tenga ocasión de visitar el castillo y comprobarlo. Saludos

Este tipo de historias en realidad me apasionan, su naturaleza mítica de verdad es intrigante y fascinante, gracias por su aporte amigo @juancar347, por esta publicación lo seguiré, saludos

Gracias, hay cosas muy intrigantes y misteriosas en esos caminos que hollaron esos auténticos creadores de magia y 'efectos especiales' de la época, que fueron los canteros medievales. De hecho, lo que se cuenta aquí, se ha utilizado en prácticamente todos los estilos artísticos y a todos los niveles. Quizá de ahí provenga el refrán de que 'cuidado, las paredes oyen'. Como se suele decir, amigo, nos vemos en Steemit. Saludos

muy interesante,en un futuro no muy lejano pondré en practica ese ejercicio al visitar un templo tratare e observar alguno de estos detalles inusuales. Te hago la cordial invitación a visitar mis post mil gracias

Los templos están demasiado modificados hoy en día, pero seguro que encuentras alguno que te llame la atención. Visitaré tu post más despacio, ahora acabo de ingresar a mi madre y tengo menos tiempo. Pero no me olvido.

Muy interesante. Realmente da miedo la insertidumbre de no saber de dónde venimos o por qué, y dudo que podamos saberlo aun con toda la tecnología que hay, saludos!

La incertidumbre siempre produce miedo, pero el miedo también es un revulsivo para la comprensión. Como decía el Hamlet, de Shakespeare (interpretado libremente): hay más misterios en el cielo y en la tierra, de los que caben en la imaginación. Saludos

Seguro que tú has hecho la prueba, cuéntanos qué escuchaste.

En las iglesias, ya es difícil. Originalmente, eran una caja de resonancia perfecta. De hecho, he asistido a algunos conciertillos en su interior y te puedo asegurar que la música suena de otra manera. Pero donde trabajo, en lo que antiguamente era nuestra sede principal (una casa-palacio en la calle Huertas), en el primer piso están los salones, una maravilla artística, y dentro de los salones, existe lo que se llama la rotonda. El antiguo propietario, un marqués, hacía que los criados llevaran allí a las visitas, donde las tenía esperando un tiempo y él escuchaba las conversaciones desde el piso de arriba. Y funciona, ya te lo aseguro.

Quien tenga oídos que oiga. A partir de ahora me fijaré bien en las orejas de las cabezas en piedra. A propósito de los canteros, en Salamanca eran muy estimados los de Trasmiera, comarca cántabra, desde la misma repoblación medieval.

No sólo en Salamanca, sino también en El Escorial. Los canteros de la Trasmiera utilizaban un lenguaje muy particular, que se llamaba 'la pantoja'. Todavía lo siguen utilizando en la actualidad. La Trasmiera fue un núcleo de donde surgieron unos especialistas realmente encomiables, seguramente fluyendo por esa gran vía de comunicación, que fue el Camino de Santiago.

Buenos días @juancar347
Nos quedamos con esa interesante duda al respecto.
Curiosa dicha técnica del embudo del oído de Dionisio, cuya existencia desconocía.

Gracias. Todo esto forma parte de lo que yo denomino como 'efectos especiales del Mundo Antiguo'. Imagino que este recurso, como otros que luego utilizarían los canteros medievales (un ejemplo podría ser el rayo de sol que ilumina el capitel de la epifanía en el solsticio de verano, en la iglesia burgalesa de San Juan de Ortega), formaban parte incluso de lugares de iniciación como Delfos, Eleusis, etc, donde se observaba y se sugestionaba al neófito con el objeto de hacer más 'real' su experiencia. En cierto modo, la misma definición nos lo vendría a confirmar, al menos en parte, haciendo referencia a su conocimiento desde tiempos precristianos. Gracias otra vez y un cordial saludo

Que hermosas imágenes gracias por compartir con nosotros tantos conocimientos, de verdad a veces olvidamos un poco aquellas obras de arte tan sencillas pero con una gran belleza y sus historias, saludos se despide @potatosauce

Esas obras se merecen atención y mimos. Por desgracia, aquí en España hemos permitido que mucho de nuestro inmenso patrimonio histórico-cultural se perdiera para siempre. De unos años a esta parte, parece que los pueblos y ciudades se van dando cuenta del inmenso tesoro que poseen y también de los beneficios que aporta, pues si hay algo en alza, es ese fenómeno que podríamos denominar como 'turismo cultural' y eso, se quiera o no, también genera riqueza. Y la avidez es cosa muy humana. Muchas gracias por tu comentario.

Coin Marketplace

STEEM 0.18
TRX 0.13
JST 0.028
BTC 58080.30
ETH 3102.16
USDT 1.00
SBD 2.40