CULTIVA TUS DERECHOS

Vivir en un país donde el auto cultivo de marihuana es legal, tiene sus grandes ventajas.

En el año 2014 el gobierno uruguayo finalmente aprobó el proyecto de legalización de consumo recreativo y auto cultivo de marihuana para cualquier persona con la nacionalidad y mayor de 18 años.
Siendo totalmente sincero, voy a confesar que personalmente ya he cultivado desde antes del 2014, y no soy el único, mas allá de la aprobación de la ley, siempre hubo una cultura donde la aceptación social y moral existe desde mucho antes.

El primero de Octubre del 2015 comencé con un germinador y aproximadamente unas diez semillas, no voy a entrar en mucho detalle creo que todos de niños hemos pasado por esta increíble experiencia de hacer un germinador, donde colocamos unas cuantas semillas entre dos servilletas humedad y al pasar unos días, notamos que hemos creado vida.
A los primeros dias, ya se apreciaban los primeros brotes y la felicidad en mi cara empezaba a salir a la luz.

Con el correr de las semanas, los brotes fueron transformándose en plantones, y la velocidad con la que crecían era increíble, un sustrato bien aireado, y un poco de alimento para crecimiento fueron claves, todo eso de la mano del hermoso sol de primavera le dieron una vitalidad y un color que parecían de pintura.
Aunque la regulación del cultivo dice que se permite un máximo de seis plantas hembras por hogar, mi idea de plantar semillas silvestres sin intervención genética, me hicieron tener que germinar mas de seis en caso de tener que eliminar algunos posible macho.

Muchos ya sabrán como es el tema con estas plantas, y su floración.
La planta hembra es la que da las flores con THC, la planta macho es quien tiene el poder de polinizar a la hembra y transformarla en una planta que florece semillas para luego caer al piso y así reproducirse.
En mi caso no me interesaba mucho el generar semillas, sino obtener la flores con mayor cantidad de THC posible, todo orgánico y hecho a mano.

Ya promediando la entrada del verano, y cerca de las fiestas las plantas ya tenían un tamaño importante, la idea de comenzar a atar las puntas para controlar la altura y darle mas luz a la planta de abajo fue clave para los resultados finales.
De las siete plantas iniciales, termine con unas cuatro hermosas plantas hembras, con una genética de gran porcentaje sativo, mas allá de no saber su procedencia, por el tipo de hoja fina y su color verde claro intenso dejaban ver a por donde venia su historia.

A menos de un mes de la cosecha las plantas parecían estar comiendo el jardín, y el olor que estas emitían era un hermoso perfume, cargado de notas cítricas, y un trasfondo de duro trabajo y constancia que hacían que todo el proceso valiese la pena.
Recuerdo la ansiedad que corría por mi cuerpo día a día, y las ganas que tenia de hacer una cata de mi propia cosecha, todo esto daba vueltas en mi cabeza aun sabiendo que luego de cosechar tendría aproximadamente un mes de espera mientras pasa el proceso de secado y curado del producto.

El día había llegado, la manicura y la preparación de las ramas ya cosechadas para poner a secar tardo aproximadamente una semana entre dos personas, trabajando a dos tijeras por un promedio de 4 horas por día.
El resultado fue algo increíble tenia mis tres armarios principales llenos de ramas colgadas con un extractor de humedad haciendo el proceso adecuado, para luego de un poco mas de un mes obtener aproximadamente uno 500 gramos de flores orgánicas, perfectamente secas y prontas para enfrascar.

Como consumidor habitual de marihuana desde hace mas de diez años puedo dar mi opinion fehaciente de que la legalización es un gran paso para terminar con muchos problemas relacionados.
No tener que ir mas a los bajos a comprar de modo ilegal un producto de calidad y procedencia que dejaban mucho que desear, se terminaron los precios irrisorios de la temporada alta donde parecía que unos pocos controlaban el mercado, y por fin se ha terminado de romper el taboo social, y hoy en día cualquier persona puede disfrutar de un weed, al igual que de una cerveza, a la sombra de un árbol sentado en un parque.

GRACIAS URUGUAY