"Ready-made boy"

obra realizada en óleo por el artista argentino Ricardo Cinalli.

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Fuente

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Confieso que en esta oportunidad estoy sin palabras, complementaré ese estado de "sin palabras" con lo poco que puede significar que a veces nos sintamos así.

En general me transmitió humanidad, un estado de pertenencia a nuestras raíces naturales y a que todos por dentro somos iguales o no muy distintos. Nuestras estructuras nos reducen sacos de carnes y huesos que tras la sincronización molecular y las distintas micro reacciones biológicas y químicas, permiten que nos movamos de lo más minúsculo interno hasta lo más macro como lo es el movimiento de mis huesos de las manos, músculos y señales nerviosas para teclear esto que escribo. Desde este punto es fría nuestra existencia, es gris como lo muestra el gran cuadro de Cinalli. Sin embargo siempre hay algo que por más que también esté compuesto de carnes y fluidos (como todo el cuerpo) es distinto para cada uno: La mirada, y es que la mirada de cada quién cuenta historias distintas, cuenta estados de ánimo y los más profundos deseos o sufrimientos. Incluso nuestros "bichos" internos pueden ser repetidos, podemos encontrarlos en otras historias, otras personas. Pero la mirada, ¡oh, la mirada NO!, la mirada guarda cómplice todos los secretos del alma.

Podrá ser cliché, repetitivo o ya muy sobrevalorado pero al final una mirada es la ventana al alma, ente que biológica y químicamente no se ha determinado pero sí bien que hemos tratado de descifrarlo. Es por ello que Cinalli —artista que lo describen muy bien por transmitir las emociones en sus pinturas y murales— utilizó la mirada del retratado para culminar su obra, hacerla llamativa y distinta a todo el cuerpo que por más que tenga color se vuelve gris, monocromático y que se mezcla con el fondo. Con esta mirada, Cinalli transmite todas las emociones posibles del mundo introspectivo que cada humano pueda tener además de la forma de su jarrón (cuerpo, como metáfora de que somos jarrones que albergan almas, al final el alma solo se adapta y acopla al jarrón pero no se hace ni más ni menos pura, es la que es).

Concluyendo así:

Las emociones que transmite Ricardo Cinalli con sus obras, en este mundo tan solitario, lleno de una generación que solo comparte sus vidas en redes sociales, en donde la compañía está "sobrevalorada" y solos somos únicos y autosuficientes, son muy atinadas y pueden hacer sentir a varios identificados. Identificados con el eterno romanticismo del trabajo que uno quiere y desempeña por amor, identificados con la pasión por el arte antes de la vida regular. Son sacrificios, sacrificios que cada vez más vemos repetidos y que las nuevas generaciones adoptan como modelos de vida. En las obras de Cinalli pude ver mundos internos contextualizados en el mundo actual, mundos internos rodeados de temores, fantasías, muertes, algunas cosas hermosas pero entre otras cosas soledades y pasiones por estas mismas, que como dije antes es una gran diferencias de las generaciones que se están formando con las anteriores (recordemos al arte como medio de crítica y representación de los contextos en los que este vive). En algunas de sus obras, esta principalmente, podemos observar al humano como individual pero a su vez formando las redes del colectivo pero siempre siendo individual. En este caso dichas redes o estructuras las transmite a través de la orgánica del cuerpo y sus sistemas que nos ponen en marcha.

Soy luz

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Yo seré, al igual que tú,
distintas carnes y huesos
en constante interacción
pero sé que también soy luz.

Que mi alma
se muestra en mi mirada,
algunas veces más,
otras veces menos
pero al final del día,
ves en ella una eterna calma
o la repentina tormenta que agita
y frustra todos mis sentimientos
y demás estabilidad.

Somos seres variantes
de composiciones iguales
nuestra química y biología
determinan nuestra estructura.
Es en la mirada que reside
el alma que nos da vida.

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Para mi es imposible ver una foto de realidades individuales o un análisis de lo humano y no extrapolarlo a los distintos equilibrios mayores a los que estamos atados. No desprestigio el sufrimiento personal, pero siempre la entropía e imaginación galáctica determinará que hay algo más grande a nosotros. En nuestro cuerpo hay equilibrios internos y distintas estructuras que nos permiten mover nuestras vidas, no olvidemos que nosotros como individuos también pertenecemos y estamos atados a una naturaleza mayor que a través de sus sistemas y estructuras permite la vida general, ¿ella (la naturaleza), al igual que nosotros, también tendrá un ente asociado al alma como nosotros?

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¡TÚ!

¡Hey! TÚ ¡sí, tú!

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