Anoche soñé que era un pez. Ayer en la noche, mientras dormía, soñé que era un dorado y bello pez, en el sueño yo nadaba y nadaba por el océano, todo era muy hermoso y había muchos otros peces de diversas especies, tamaños y colores. El agua del océano era un poco fría, pero al cabo de un rato mi cuerpo comenzó a acostumbrarse y me sentí a gusto.

A medida que nadaba me di cuenta de que el océano era mucho más hermoso de lo que había pensado y visto, admiraba cada cosa que podía ver y sentir. Fue muy extraño experimentar como podía respirar el oxígeno del agua y como a la vez rodeada de esta no me sentía mojada. Nada de esto había pasado por mi mente durante toda mi vida. Luego del deslumbre ante todo este mundo, totalmente desconocido para mí, pensé qué fue lo que ocurrió y cómo terminé en el océano siendo un pez.

Poco a poco mientras pensaba comencé a entrar en pánico, me sentía sola y pequeña en aquella inmensidad, y el frío al que ya me había acostumbrado, regresó. Me pregunté una y otra vez qué puedo hacer, a dónde puedo ir, quién puede ayudarme. En cada momento que pasaba mi miedo aumentaba y comencé a llorar. Después de desahogar mi temor intenté calmarme y pedir ayuda a otro pez.

A lo lejos pude ver un lindo pez de color rosa que parecía muy amigable, así que decidí acercarme a él para resolver algunas dudas. Mientras nadaba hacia él, aun sollozando, una gran manada de peces pasó frente a mí, yo me paralicé y luego vi algo mucho más grande que yo y de color gris viniendo hacía donde yo estaba, mi cerebro reaccionó; era un tiburón, en ese momento mi corazón se pasmó. Ahí estaba paralizada a punto de ser devorada y cuando iba a comenzar a llorar de nuevo, por suerte desperté.