¡Bienvenidos!

Les cuento...

Todo comenzó cuando mi amiga Layda me recomendó para el puesto vacante, esto me causó gran emoción. Al día siguiente, el personal administrativo del gimnasio solicitó hablar conmigo para plantearme la propuesta; sin embargo, en esta oportunidad no se concretó nada. A la siguiente semana surgió la llamada decisiva, me habían seleccionado para dar las clases... ¡Excelente noticia!

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Mi primer día

Me encontraba un poco nerviosa, aunque sé que poseo los conocimientos necesarios; pero nunca había manejado a un gran número de personas. Los adiestramientos que he tenido me han ayudado a ser un profesional completo, ya que puedo estructurar diversos tipos de entrenamientos.

Armé una rutina de 10 estaciones, incluí ejercicios de fuerza, resistencia, equilibrio y coordinación. A pesar de ser mi primer día recibí bastante apoyo del público y entraron a mi clase. Se desarrolló de manera muy fluida y divertida, cada estación tenía una duración de 40 segundos . Se hicieron tres vueltas, entre ellas el descanso era de minuto y medio.

Para comenzar, se realizó el calentamiento previo con dos vueltas trotando a la cancha. Luego se inició el circuito y al culminar se realizaron ejercicios de estiramiento. Recibí muy buenos comentarios por parte de los asistentes, esto me dio más seguridad y claro, me llenó de muchísima felicidad.

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Segundo día

Si el primer día fue buenísimo, el segundo rompió los limites.

En esta ocasión había armado un circuito de 10 estaciones individuales, al encontrarme con la sorpresa de 4 participantes más me tocó improvisar otros ejercicios y así mantener el resto de la estructura. Fui rápida y supe actuar bajo presión. Todo se desarrolló con normalidad y al finalizar todos los asistentes estaban contentos por lo divertido y dinámico del entrenamiento, se tomaron la molestia de felicitarme y nos tomamos una fotografía, y es la que lleva de portada este articulo.

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Tercer y cuarto día

La adrenalina continua...

Más participantes, más receptividad. Esto me enorgullece y sé que poco a poco iré creciendo en este ámbito. Cuando amas lo que haces, es inevitable no poner todo de ti. Dar lo mejor, mucha pasión y dedicación.

Tengo asignado lunes y jueves la cancha para mis clases, hasta ahora todo marcha excelente.

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Me gusta motivar a otros a cumplir sus objetivos, hacerles el camino más dinámico y divertido. El ejercicio es para disfrutarlo, no debe hacerse por obligación o solo por cumplir una meta. Practicar actividad física debe ser parte de la vida de cada uno de nosotros, nos brinda salud y bienestar.

Admito que me encanta el entrenamiento de fuerza, con pesas. Sin embargo, la idea de impartir clases de entrenamiento funcional me resultó maravillosa, puedo combinar distintos aspectos como la fuerza, la coordinación y el equilibrio. Entre sus ventajas está el incremento de la resistencia cardiopulmonar y ayuda muchísimo a la perdida de grasa corporal. Además, de ser una forma divertida y que arrastra masas, en las clases grupales se apoyan unos con los otros.

Me considero muy creativa a la hora de estructurar la rutina, tomo en cuenta diversos aspectos y soy muy detallista. Le pongo mucho amor a cada clase que imparto, apenas han pasado dos semanas y solo deseo que llega el día de la próxima clase. Seguiré dando lo mejor de mí para brindarles un servicio de calidad a todos los clientes del gimnasio.

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Los invito a seguirme en mi cuenta de instagram como @dianafitve
Se despide, Diana.