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o era un día cualquiera y ni pensar en esperar algo rutinario que hacer, era el día en que se convertiría en mujer.

uando el Sol calentó su piel no tuvo dudas, sería el día más importante de toda su vida. El brillo de la mañana se asomaba por su ventana, las cobijas que le habían protegido de la fría noche la tentaban a no levantarse de su cama y tuvo que comenzar a estirarse para tratar de activar un poco su cuerpo.

ntonces la puerta sonó con fuerza y Amaya saltó de la cama, su mamá le ordenaba apresurarse a desayunar, este día no podían haber retrasos. Desayunó y salió corriendo.

igilé sus pasos en todo el trayecto porque con ella no se sabía que podría suceder, ni con la tarea más sencilla. Definitivamente tenía una manera de atraer a los problemas que nunca había visto antes.

unque hay que aceptar que sale de ellos con una facilidad increíble, con aquel ingenio que tenía milenios que no encontraba en una persona de su edad.

l clima seguía empeorando, cada vez el frío dominaba el ambiente, ya días atrás el pueblo estaba preocupado porque de existir una tormenta de nieve no muchos estaban preparados, serían pocos los que sobreviviría.

u camino transcurrió sin percances hasta alcanzar el río, cuando un extraño sonido captó su atención. Era una especie de susurro pero con un eco muy particular, parecía el llanto de un pequeño cachorro.

l acercarse con sigilo al lugar de dónde provino el ruido, la tensión crecía y al darse cuenta que su respiración estaba agitada tuvo que controlar también sus latidos.

nte ella ante ella se encontraba un animal muy extraño. Era pequeño, con el cuerpo similar al de un mono, Pero su piel pequeñas Púas no afiladas lo hacían sentir amenazante para Amaya.

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u primer impulso fue alejarse rápidamente de allí pero el llanto continuaba, se notaba el dolor como si le estuviera hablando. Cedió ante la compasión por el pequeño animal y venciendo sus miedos se acercó a él.

l Extraño animal la miró y se escondió tras una rama, Amaya con movimientos lentos logró que el dejará que lo tocará. Era obvio que estaba lastimado y que si ella no hacía algo el pobre animal no tendría un feliz destino.

lla proyectó su alma hacia la criatura y sintió su dolor, recorrió mentalmente su cuerpo hasta llegar a la pata herida y tomó la energía del árbol que estaba cerca para ayudar a completar la sanación. El animal intentó soltarse y Amaya tuvo que trasmitirle paz para que el entendiera que solo quería ayudarle.

odo terminó en pocos instantes, la criatura ya no lloraba más. Pero Amaya ahora se sentía cansada, se había esforzado mucho para poder sanarle. Así que tomó al animal en brazos y este se subió a sus hombros. Continuaron el camino a la alta colina donde esperaban a Amaya para su ritual de consagración.

l llegar todo fue aplausos, aunque los tutores tenían caras de pocos amigos por su tardanza, hasta que observaron el animal en su hombro y se arrodillaron.

l clima cambió súbitamente y se volvió más cálido. Amaya no entendía lo que sucedía pero pronto tuvo la respuesta.

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l "animal" que tanto le costó curar era quien mantenía el equilibrio del clima, era un animal sagrado llamado KEBIR y si él hubiese muerto todos estarían en graves problemas. Gracias a Amaya La nieve nunca llegó!

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Hola de nuevo mis queridos lectores, esta es mi participación al Concurso de Escritura de la comunicad @elarca :) para ver el artículo de esta comunidad presione aquí.

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