¿Y mi vida?

¿Ya había muerto? ¿Todo acabo?, tenía frío, tenía tanto frío, era lo único que podía sentir, todo era negro y pesado, mi mente giraba sin poder crear una idea, no estaba segura de había muerto completamente o si ya faltaba poco para que así fuese, no sabía que había pasado luego de sentir aquel dolor tan intenso en mi interior, una parte de mi seguía dolida por lo que me habían hecho, la otra se resignaba con pensar que esto era lo mejor, si me abandonaban no sabría cuánto tiempo sobreviviría en las calles, crecí como gata de casa, sin tener ni idea de cómo buscar comida o refugio, mi tiempo en la calle fue demasiado corto como para aprender esas cosas, si, esto era lo mejor, sé que no lograría vivir mucho tiempo, tal vez debía estar agradecida, después de todo no tuve que pasar hambre o sed antes de morir, si debía estar agradecida.

Mi cuerpo seguía tan frío, pero recobre algo de sensibilidad en el mismo, ya comenzaba a sentir mi cuerpo por completo, y el frió intenso y devorador que me rodeaba, no tenía manera de calentarme, ya no quería sentir tanto frió pero no podía moverme, sin importar cuanto lo intentara mi extremidades no se movían, mis ojos no se abrían para poder buscar una solución, estaba ahí tirada junto a todos esperando el final, mientras el hielo seguía su camino dentro de mí.

Tenía el olor a sangre aun incrustado en la nariz, me di cuenta que se hacía cada vez más tenue con el pasar del tiempo, ¿se los habrían llevado? ¿Habrían limpiado? ¿Qué pasaría conmigo, donde me dejarían? ¿Cuánto se puede tardar una gatita en morir?, el olor seguía debilitándose, me di cuenta de que mi estaba en movimiento, no se desde cuándo, pero así era, me movía o más bien me movían, a lo lejos pude oír la voz de mi humana, me pareció que pasaba su mano sobre mí no lo puedo asegurar.

Seguía sin poder moverme, y sin poder morir, el olor a sangre ya no estaba en el aire, ¿Dónde estaría ahora?, creí captar el olor de mi casa pero creo que solo estaba alucinando ¿después de todo lo que hizo me traería de regreso?, sinceramente ya había perdido la fe, no sé qué tanto tiempo habría transcurrido pero comencé a calentarme poco a poco, ya podía sentir por completo como la humana pasaba una y otra vez su mano sobre todo mi cuerpo, al ir adquiriendo calor logre relajarme, se sentía tan bien estar cálida nuevamente.

Me asombre tanto al poder abrir mis ojos y encontrar con que era cierto, estaba en casa, ya no sentía frío, pero si un dolor en mi abdomen, tenía una herida ¿Qué fue realmente lo que ocurrió? ¿Qué me hicieron?, mire tan desconcertada a mi alrededor, la humana al darse cuenta que me encontraba despierta se acercó, me empezó a acariciar, luego me limpio la herida con tanto cuidado que no tenía sentido enojarme por tocar un lugar tan delicado para cualquier gato respetable, la humana mayor también se acercó, me pareció extraño nunca antes lo había hecho a voluntad y hasta me acaricio un par de veces, estaba tan cansada, no tenía ánimos para reñirlas por lo que habían hecho pasar, solo camine tan tranquila como pude hasta donde esperaba que aun estuviese mi comida y agua.

Todo estaba en el mismo lugar que cuando me llevaron en esta horrible travesía, nada parecía haber cambiado, era como si nada en realidad pasó, pero si lo hizo, y las únicas muestras de ello eran mi herida y que la humana mayor me trababa cada vez con mayor cariño, de vez en cuando la humana me daba a tomar algo horrible, yo trataba de escupir la mayoría, realmente no me gustaba siempre terminaba llena de baba por culpa de esa cosa, limpio mi herida hasta que estuvo curada por completo, pero no me sentía yo misma, algo había cambiado, no estoy segura aun hoy de que cambio pero lo hizo, se lo hizo.

A los pocos días las ventanas se abrieron y así permanecieron, cuando recupere mis energías comencé a explorar nuevamente el exterior, que en apariencia no mostraba algo diferente nunca se podía estar demasiado seguro, no pasaba mucho fuera en un principio, aun no me recuperaba ni física ni emocionalmente de todo lo ocurrido, la mayoría del tiempo estaba asustada, cada vez que alguno de los humanos agarra algo parecido a esa cosa con la que me llevaron comenzaba a tensarme, andaba intranquila por todo el lugar, trababa de llamar su atención para que olvidaran lo estuviesen haciendo, el verlo con cualquier cosa similar en su manos me causaba un profundo terror, no dejaba de pensar en si decidían hacerme algo más, aun no sabía que me habían hecho, pero ¿y si les faltó algo? ¿Y si no fue suficiente? ¿Habría una próxima vez?, no dejaba de pensar, de temer, aun cuando su actitud hacia mi cambio, no podía fiarme, ¿cuantas veces sería capaz de soportar que rompieran mis ilusiones si me permitía volver a soñar?

Mientras todo estaba en calma algo se me debía de ocurrir, encontrar la falla en mi plan, modificarlo o crear uno completamente nuevo, puede que estuviera aterrada pero aun quería un hogar, y luego de lo que había pasado estaba más segura que nunca antes que querer un hogar cálido en el cual estar, porque si iba a vivir seria bajo mis propios términos, eso no estaba abierto a discusión.

Pasaba más tiempo en la ventana, ahora que estaban abiertas todo el tiempo, observaba como como los otros gatos se acercaban con la misma misión de siempre, y yo seguía interponiéndome en su camino, en un principio lo hacía por proteger mi meta, pero ahora tenía uno nuevo motivo, esos humanos me las pagarían, y no permitiría que unos sucios plebeyos se metieran en medio, por ende no bajaba mucho de la ventana, estar arriba me daba un sentido de superioridad aun mayor, también me daba un manejo y vista casi completa de lo que eran mis dominios.

A los días de regresar, el gato negro volvió también, ya no parecía mostrar el mismo interés que un principio capte pero seguía aquí, después llegaban los demás, mantenían cierta distancia, es cierto, pero estaban, una tarde mientras tomaba mi siesta en uno de los rincones con mejor vista, los escuche hablando, era algo poco común pero pasaba, y gracias a eso me enteraba de cosas extrañas que veían hacer a los humanos, ese día estaban compartiendo historias cuando lo note, ellos sabían de lo que me había pasado, no creí que fuese posible, hasta donde conocía ninguno tenía casa y menos aún un nombre por los humanos, ¿Cómo podrían saberlo?, ahora si preste atención a lo que contaban, me di cuenta que no era algo tan raro, más bien, era sumamente común, ninguno lo había experimentado por sí mismos, pero si algunos cercanos a ellos, y todos contaban lo mismo, la misma sensación de inseguridad, de una habitación que concentraba el olor a sangre y miedo de todos los que entraban en ese lugar, de cómo se veían lo que parecían ser cadáveres por todos lados, que los humanos adentro estaban cubiertos de sangre, y que la sangre era de cada de uno de los presentes, de cómo pierdes parte de tu conciencia, y así siguieron describiendo con sumo detalle lo mismo que me había pasado, aun no descubría el por qué, ellos no parecían muy interesados en averiguarlo tampoco, lo hablaban con tanta tranquilidad comparando la experiencia que sabía uno con la del otro, ya no aguante más, baje de la ventana, ¿Cómo era siquiera posible que hablaran de algo tan horrible como si no fuese nada?, en definitiva había algo mal.

Estaba tan confundida, cada vez entendía menos lo ocurrido, vi a la humana, se me acerco gentilmente, me acaricio, y yo no quería que me tocara pero no me pude resistir al verla tan cerca, no me podía mover, el pánico me inundaba, el mismo frio me invadió recorriéndome entera, no paraba de temblar y aun así no me movía, esto no podía estar pasando, le tenía miedo, creo que no se dio cuenta de mis temblores, eso me dio la ventaja, ya que fue por eso mismo que no pudo prevenir lo que pasaría después.

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