El viaje eterno

_~

El universo entero también consiste en un universo de posibilidades en cada una de las direcciones que decidamos observar. No siempre se cumple la homogeneidad, o la isotropía en los sistemas a evaluar. Muchas veces el universo nos sorprende, pero no necesariamente por disposiciones que no esperamos, sino por disposiciones que sencillamente nunca consideramos como posibles. La probabilidad siempre jugó un papel fundamental en el planeta 2M, los artefactos que lograban ser construidos por estos excéntricos seres, siempre llevaron consigo ingredientes fundamentales de probabilidad, estadística y análisis de riesgo. Pareciera que, para ellos, la realidad no era lo que el cauce es al rio, sino más bien un delta con infinitas vertientes dignas de un verdadero fractal, el fractal de universo.

Los residentes del 2M habían moldeado su entorno a su manera, ahora el planeta que una vez fue una roca árida rojiza, era un perfecto toroide en movimiento que albergaba toda su biodiversidad y complejidad estructural en su interior. La vida transcurría con normalidad dentro de esta cavidad, se podía llegar a cualquier lugar siguiendo un mismo camino, era la autopista central, perfectamente circular, y diseñada para lograr la comunicación óptima entre cada región del toroide. Las velocidades alcanzadas en este espacio muchas veces eran el resultado de grandes campos magnéticos que se desplazaban sutilmente como un línea fija, intensa e indispensable en todo el centro del planeta, era la energía vital para cada uno de los sistemas que existiera allí, no utilizaban corriente eléctrica directamente, todo lo hacían utilizando el magnetismo como fuente primeria de energía, y se alimentaba propiamente de la radiación que incidía en la superficie externa del avanzado planeta. Las luces que emitía su superficie lo convertían en el anillo más vistoso que jamás se pudo observar en el infinito espacio, la oscuridad que lo rodeaba, resaltaba el avance que estaban teniendo y la prosperidad que emanaban a cientos años luz de distancia.

Usualmente el diámetro del espacio interior iba aumentando con el pasar de los años. Cada día era necesario más espacio para la creciente población, y también para algunas construcciones ambiciosas. En uno de esos grandes proyectos, estaba contemplado un gran acelerador de partículas justo en el centro del toroide, sería una maquina de gran presupuesto, envergadura y utilidad para las investigaciones y ciertas aplicaciones científicas. Fueron varios años lo que duro la construcción, análogamente al planeta que la contenía, se alimentaba de la radiación de la estrella más cerca, alrededor de la cual ambos cuerpos rotaban indefinidamente y se trasladaban en la órbita establecida.

Una vez terminado el proyecto, se logro llegar a un consenso nacional con respecto a las soluciones más viables y necesarias para su civilización en ese entonces, y cómo pudiera el gran colisionador aportar información valiosa para el desarrollo de las mismas. Las personas lograron tomar cociente sobre el significado de esta máquina, y lo asociaron a la llave que les permitiría abrir la puerta contenedora de grandes secretos. La migración fue masiva, todas las personas querían trabajar en el gran colisionador, y ser parte, aunque fuera por unos días, del majestuoso proyecto que pretendía, desde el centro de su planeta, buscar la confirmación de muchas teorías, y en efecto, encontrar unas nuevas nunca antes consideradas en un centro de investigación. Las primeras pruebas fueron todo un éxito, el funcionamiento era prácticamente perfecto, sin fugas de gases, de electricidad, variaciones que generen error o algún otro tipo de problema típico de una fábrica o industria bien desarrollada. Como la primera, hubo millones de prueba, en las cuales el colosal instrumento solo funcionaba bien, sin ningún problema aparente.

Con el pasar de los años, la monotonía se apodero del ánimo de las personas cercanas a la maquina, y cada vez era más predecible los resultados que podían obtener del colisionador. Llegaron a tal punto de estancamiento académico, que no tuvieron otra opción que recurrir a uno de los métodos menos conocidos y más peligrosos que era capaz de hacer la gran máquina. Se trataba de la apertura de agujeros de gusano, una apertura arbitraria que conectaría dos coordenadas del espacio tiempo al azar, y por un determinado tiempo. No era tan trivial lo que estaban a punto de generar, en este caso todos sus estudios probabilísticos, fueron opacados por la gran nimiedad del universo donde Vivian, estaban como hace mucho tiempo no estaban, a ciegas, y aunque les causaba miedo, también les generaba cierta emoción placentera.

El equipo de prendió a toda potencia, el día finalmente había llegado, luego varios meses de cálculos y calibración estaban totalmente preparados para la generación de una de las bocas del agujero de gusano. La generación duro algunos minutos, era realmente inmensa la cantidad de energía requerida para este proceso.

Muy lentamente una de las entradas se fue abriendo justo en el centro del toroide, y de forma inmediata absorbió al planeta como si se tratase de una pequeña partícula de polvo. La civilización ahora estaba viajando, pero seguía viajando y parecía que nunca iban a terminar el viaje, porque aun siglos después, no lograban entender que era lo que había sucedido ese fatídico día.

Irónicamente, las probabilidades, aunque mínimas, jugaron en su contra. La boca generada finalizaba en una segunda boca que coincidía en espacio y en el tiempo con la ubicación de la primera boca. Es decir, ahora el planeta toroidal estaba confinado a un nuevo toroide espaciotemporal que los hacía viajar de forma indefinida. La radiación que emitían, era la misma que absorbían por las superficies, se habían convertido en un sistema aislado, perdido en la eternidad, y sin posibilidad de regreso al universo que alguna vez los albergó. Pasaron varias generaciones hasta que lograron entender la magnitud de su problema. A pesar de todo, la civilización sigue en desarrollo, y lo único que sus vecinos quisieran saber, es si algún día podrán salir de ese bucle.

Gracias por leer.

---

English Version:

The Eternal Travel

_~

The universe also consists of a universe of possibilities in each of the directions we decide to observe. Homogeneity, or isotropy, is not always fulfilled in the systems to be evaluated. Many times the universe surprises us, but not necessarily by dispositions that we do not expect, but by dispositions that we simply never consider possible. Probability always played a fundamental role in the planet 2M, the artifacts that managed to be constructed by these eccentric beings, always carried with them fundamental ingredients of probability, statistics and risk analysis. It seems that, to them, reality was not what the riverbed is to the river, but rather a delta with infinite slopes worthy of a true fractal, the fractal of the universe.

The residents of 2M had molded their environment in their own way, now the planet that was once an arid reddish rock, was a perfect moving toroid that housed all its biodiversity and structural complexity within. Life passed normally within this cavity, you could reach any place following the same path, it was the central highway, perfectly circular, and designed to achieve optimal communication between each region of the toroid. The speeds reached in this space were often the result of large magnetic fields that moved subtly as a fixed line, intense and indispensable throughout the center of the planet, was the vital energy for each of the systems that existed there, did not use electric current directly, they did everything using magnetism as the primary source of energy, and fed properly from the radiation that struck the outer surface of the advanced planet. The lights emitted by its surface made it the most colorful ring that could ever be observed in the infinite space, the darkness that surrounded it, highlighted the progress they were having and the prosperity that emanated hundreds of light years away.

Usually the diameter of the inner space increased with the passing of the years. Every day more space was needed for the growing population, and also for some ambitious constructions. In one of those great projects, a great particle accelerator was contemplated right in the center of the toroid, it would be a machine of great budget, importance and utility for research and certain scientific applications. It took several years for the construction, analogous to the planet that contained it, to feed on the radiation of the nearest star, around which both bodies rotated indefinitely and moved in the established orbit.

Once the project was finished, a national consensus was reached regarding the most viable and necessary solutions for their civilization at that time, and how the great collider could provide valuable information for their development. People managed to get a quotient about the meaning of this machine, and associated it with the key that would allow them to open the door containing great secrets. The migration was massive, all people wanted to work in the great collider, and be part, even for a few days, of the majestic project that sought, from the center of their planet, to seek confirmation of many theories, and indeed, to find new ones never before considered in a research center. The first tests were a complete success, the operation was practically perfect, with no leaks of gases, electricity, variations that generate error or any other type of problem typical of a well-developed factory or industry. Like the first, there were millions of tests, in which the colossal instrument only worked well, without any apparent problem.

As the years went by, monotony took over the spirits of people close to the machine, and the results they could obtain from the collider were increasingly predictable. They reached such a point of academic stagnation that they had no choice but to resort to one of the least known and most dangerous methods that the great machine was capable of making. It was the opening of wormholes, an arbitrary opening that would connect two coordinates of spacetime at random, and for a certain time. What they were about to generate was not so trivial, in this case all their probabilistic studies were overshadowed by the great triviality of the universe where Vivian, as they were not long ago, was blind, and although it caused them fear, it also generated a certain pleasant emotion.

The team turned on full power, the day had finally arrived, then several months of calculations and calibration were fully prepared for the generation of one of the mouths of the wormhole. The generation lasted a few minutes, it was really immense the amount of energy required for this process.

Very slowly one of the entrances was opening right in the center of the toroid, and immediately absorbed the planet as if it were a small particle of dust. Civilization was now traveling, but it continued traveling and it seemed that they would never finish the journey, because even centuries later, they could not understand what had happened that fateful day.

Ironically, the odds, though minimal, played against them. The generated mouth ended in a second mouth that coincided in space and time with the location of the first mouth. That is to say, now the toroidal planet was confined to a new space-time toroid that made them travel indefinitely. The radiation they emitted was the same as they absorbed from the surfaces, they had become an isolated system, lost in eternity, and with no possibility of returning to the universe that once housed them. Several generations went by before they understood the magnitude of their problem. In spite of everything, civilization is still developing, and the only thing their neighbors would like to know is if they will ever be able to get out of that loop.

Thank you for reading.

---

---

Posted from my blog with SteemPress : http://aleestra.repollo.org/cuento-corto-el-viaje-eterno-esp-eng-the-eternal-travel/

---