Mi país, Venezuela - Ensayo crítico y reflexión

En verdad no es fácil de narrar u opinar, sin embargo, nos involucra tanto y tanto a todos. Al principio creía que iba a hacer una publicación de comedia y traer risas a todos, pero luego me percaté que no soy alguien que viva para la comedia, porque comediantes ya hay muchos, y en esta Venezuela, los chistes, se están contando solos.

Prefiero dedicar estos minutos a trabajar cuatro puntos fundamentales que marcarán indudablemente nuestro presente y ahora residirán en nuestro futuro, y no he llegado para venderles productos o conocer su esoterismo;

¿sabían ustedes que los errores no exclusivamente de quien los hace?
Se comparte porciones de culpa con quienes lo permiten.

"Como los grandes hombres que han dejado un nombre en esta sociedad, yo también he venido a plasmar un nombre, no el mío, el de ustedes."

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• Luz:

Este será el primer punto que tocaré, y no me refiero al servicio eléctrico que tanto nos hace falta, sino, la luz que asombra nuestro día ¿es posible que encontremos nuestras llaves o carteras si no tenemos un medio que alumbre nuestro entorno?, tal vez, lo que buscamos ya está ahí, pero no tenemos luz para verlo y por lo tanto decimos que no está. Es cierto, es más sencillo que buscar a ciegas, pero es un duelo contra el mundo, con un mismo héroe, nosotros.

Parece que cuando se va la luz, también se escapa nuestra mente, perdemos el sentido de lo que vamos a hacer, o de cómo lo hacemos, entonces ¿qué estamos demostrando? nuestra capacidad, o nuestra dispuesta incapacidad

¿Qué hacemos cuando se daña un bombillo, lo dejamos así durante años? No, no, lo cambiamos, o al menos, intentamos cambiarlo. La derrota es un agente de bienes raíces que cobra un magnifico salario.

He visto como la luz desaparece de las personas, y no retorna prontamente, sino tarde, muy tarde. Les pido que enciendan el reflector de la razón y alumbren su camino, para que sepamos donde pisar.

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• Maravillas:

El segundo punto no escapa de nuestra cotidianidad, y tampoco comprende de remordimiento, es una pregunta vital, que divide al más triste del más feliz - ¿cuántas veces nos dedicamos a escuchar el silencio? ¿o regalar una sonrisa? - amigos, el día tiene doce horas, es mucho tiempo para gastar, no hay excusas o escapes. Hemos llegado al tope de que, si no hacemos algo, es porque realmente no queremos hacerlo. Y no existe nada peor en este mundo que -poder y no querer-.

¡Eso es perder la chispa que se supone tenemos!
¿y qué, la dejamos de lado y ya? ¿Quiénes somos?

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•Nada:

Tengo veinte años, y sé lo caro qué significa hacer nada; perder el tiempo es quizá nuestro enemigo más coherente y ágil, porque siempre, siempre, lleva la delantera. Estamos en su mesa de ajedrez, y cada segundo acomoda su jugada.

¿Por qué nosotros no respondemos?

Me dediqué desde que supe esta moraleja, a hacer algo, y desde entonces nunca hago nada, porque solo haciendo algo ocurrirá algo, porque haciendo nada, ocurrirá inevitablemente nada.

•Causalidad:

El último punto será "La causalidad", y habla de los grandes filósofos, que, discutían acerca de la verdad y los principios. Ellos jamás llegaron a apoyar casualidad o destino, sabían bien que el aire vuela alrededor de cada uno es una "causa y efecto", y actúa en nosotros al movernos o no. Resulta hermoso creer en el destino o la casualidad, pero el único destino que tenemos es la inevitable muerte, y la única casualidad que poseemos es la incomparable humanidad.

Entonces ¿cuál es la realidad que merecemos? una oportunidad, y se preguntarán ¿de qué?,
Yo digo, de ser grande en lo que ustedes decidan.

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Me repugna la idea presente de que un venezolano solo por ser venezolano lo consideren discapacitado en el exterior, cuando nos conocían antes como una cultura grandiosa que innovó el mundo al menos tres veces; no somos una plaga que se propaga por doquier, sino, el legado vivo que dejó Bolívar, nada menos el hombre que libertó incontables naciones. Y grande Francisco de Miranda, que poseía experiencia en batalla más grande que cualquier hombre puede aspirar, y aún más importante, la biblioteca más respetada y renombrada del continente, -porque la mejor arma que toda persona posee, es su intención, su lógica y su honradez-.

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar, al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ha de ver la senda que jamás se ha de volver a pisar, caminante no hay camino, sino estelas en la mar."
Yo no he llegado para ordenar y regañar a los presentes, no quiero que me tomen como un militar que los está disciplinando, sino, como un amigo que llegó para guiarlos.

Ya que, ser humano significa dos razones,
equivocarnos y aprender.
Ustedes deciden.