En el post anterior expliqué, a grandes rasgos, tres puntos esenciales para comprender la filosofía del método Suzuki. En éste segundo post os daré una versión un poco más teórica, pero que os hará comprender como Shinichi Suzuki pretendió aportar un nuevo método de aprendizaje de música clásica.

Cuarto punto, ¿en qué se basa?

Se podría decir que el método Suzuki se basa fundamentalmente en 9 principios:   

Todos los niños pueden

Así como un niño no requiere de un talento especial para aprender su idioma materno, pues todos tienen la suficiente inteligencia y capacidad para lograrlo, todos los niños pueden aprender a tocar un instrumento. El talento no es innato, sino que es aprendido, se desarrolla y la clave principal es el medio ambiente: familia, educación, compañeros, etc. Aunque algunas cualidades innatas pueden diferir, como la velocidad o estilo de aprendizaje, se puede afirmar que ¡TODOS LOS NIÑOS PUEDEN!    

Comienzo a edad temprana

Los primeros años son determinantes en el desarrollo de los procesos mentales y de coordinación muscular en un niño pequeño. Sus capacidades auditivas también están en su punto álgido durante los años de adquisición del lenguaje, con lo que es el momento ideal para desarrollar la sensibilidad musical. Se debería escuchar música desde que se nace, comenzando el entrenamiento formal a la edad de tres o cuatro años, aunque es cierto que nunca es demasiado tarde para comenzar.

Escuchar

Los niños aprenden a decir sus primeras palabras después de haberlas escuchado cientos de veces. En el aprendizaje de un instrumento es vital que los niños escuchen un sinnúmero de veces las piezas a estudiar, así como cualquier otro tipo de música de buena calidad. El repertorio Suzuki está compuesto por una serie de libros, divididos por instrumentos, en diversos volúmenes. Todas las piezas de estos libros están grabadas para que los niños las aprendan, por lo menos al comienzo, por imitación auditiva, así como aprenden su lengua materna.

La experiencia muestra que cuanto más escuchen las piezas del repertorio Suzuki, más rápido serán capaces de interpretar dichas piezas.

Es importante tener en cuenta que las características personales de cada niño, su medio ambiente y educación hacen que, a pesar de la dependencia auditiva de los discos, cada niño desarrolle una forma de expresión e interpretación musical única e irrepetible. Este desarrollo auditivo incrementa paralelamente la capacidad para memorización y expande su sensibilidad al estilo y la interpretación musical.   

Júlia escuchando el Volumen 1

La repetición

Cuando los niños aprenden una palabra no la dejan, sino que la continúan utilizando a la vez que van sumando nuevas palabras a su vocabulario. Del mismo modo, los estudiantes Suzuki repiten las piezas que aprenden, incorporando gradualmente las habilidades que han ido ganando de nuevas y más sofisticadas maneras conforme van aumentando su repertorio.    

Cuando se introducen nuevas habilidades técnicas y de conceptos musicales en el contexto de piezas ya conocidas se produce una más fácil adquisición de las mismas. También es verdad que, debido a esto, puede dificultarse el aprendizaje de piezas más complejas ya que se está aprendiendo primariamente a imitar en vez de interpretar.    

Practicar, practicar, practicar

La motivación

Del mismo modo que con la lengua materna, los esfuerzos que hace el niño para aprender a tocar un instrumento se tienen que elogiar con dulces palabras de ánimo. Cada niño aprende a su ritmo, avanzando poco a poco para llegar a dominar cada paso que da, creando un ambiente placentero para el niño, el padre y el profesor. Se establece también una atmósfera general de generosidad y cooperación al animar a los niños a apoyar los esfuerzos de otros estudiantes.    

Aprender junto a otros niños

Está comprobado que la música promueve interacciones sociales sanas. Del mismo modo que se sabe que la participación en lecciones de grupos o pequeños conciertos, además de sus propias lecciones individuales, son una excelente motivación para los niños. Éstos disfrutan al observar a otros niños en diferentes niveles, aspirando a llegar al nivel de los estudiantes en niveles superiores, compartiendo sus propios desafíos con sus compañeros, y apreciando el esfuerzo de los estudiantes que están en niveles menos avanzados que siguen los pasos que ellos ya han dado.    

Un repertorio gradual

 Los niños no hacen ejercicios específicos cuando aprenden a hablar, sino que aprenden usando el lenguaje al intentar comunicarse y expresarse. El método Suzuki hace que sus estudiantes aprendan conceptos y habilidades musicales en el propio contexto de la música, en vez de practicar realizando ejercicios exclusivamente técnicos. El repertorio Suzuki presenta, para cada uno de los instrumentos, una secuencia extremadamente ordenada y gradual, que proporciona los componentes necesarios para el desarrollo técnico y musical. De nuevo, un repertorio estándar que proporciona una fuerte motivación para los niños, ya que los más jóvenes anhelan tocar las piezas que oyen tocar a estudiantes con un mayor nivel.    

Aplazar la lectura musical

En el aprendizaje de la lengua materna, los niños no aprenden a leer hasta que su capacidad para hablar está bien consolidada. Del mismo modo, a los niños que estudian el método Suzuki no se les enseña a leer la música hasta que no alcanzan un nivel de destreza básico tocando su instrumento. Se trata de un sistema de enseñanza - aprendizaje que permite al profesor y al alumno centrarse en mantener una buena postura y desarrollar un sonido hermoso, con una correcta afinación.    

Papel esencial de los padres

Al aprender a hablar, los padres actuamos de manera innata como profesores de nuestros hijos. En el método Suzuki esto se extrapola al aprendizaje de tocar un instrumento, actuando como profesores en casa. La implicación de los padres, extremadamente importante en este método, hace que muchos aprendan inicialmente a tocar antes que el niño, con la intención de que los niños sepan lo que se espera de ellos. En este caso, la madre o el padre debe asistir a las clases individuales del niño y ambos tienen que practicar diariamente en casa lo aprendido en dichas clases.     

Júlia y su madre practicando

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Por último, ¿qué es el Triángulo Suzuki?   

En geometría, un triángulo equilátero es un polígono regular cuyos tres lados tienen las mismas dimensiones e importancia. Ocurre lo mismo en la enseñanza Suzuki: el alumno, el profesor y los padres son igualmente importantes. Así como en el aprendizaje de la lengua materna la participación de los padres es vital, también es igual de indispensable esta participación en el aprendizaje de un instrumento.   

El profesor debe colaborar para que el padre o la madre aprenda a ser el profesor en casa. Por esta razón es absolutamente necesario que asistan a las clases con su hijo y el profesor. En estas clases los padres deberán concentrarse en tomar apuntes, comprender todo y, en caso de que exista una duda, preguntar discretamente sin interrumpir la dinámica de la clase.  

Este triángulo, esta participación y comunicación entre alumno, padres y profesor sienta las bases para crear el ambiente adecuado de motivación y amor al estudio.

Y  con esto acabamos con la teoría del Método Suzuki. A partir de ahora viene la práctica, mi experiencia como "Padre Suzuki" desde dentro. Os contaré, entre otras cosas, la increíble sensación que tuve al ver a Júlia tocando su pequeño violín en el Palau de la Música de Barcelona, en el concierto conmemorativo del 70 aniversario del Método Suzuki, con invitados como el Maestro Koji Toyoda.

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