Dé la mano

Es tan cotidiano el gesto de estrecharse las manos al encontrarse dos personas, al llegar a un acuerdo o al despedirse, que causa más extrañeza rehusarlo que realizarlo, sin embargo, una de las primeras cosas que llamaría la atención de un extraterrestre seria ese curioso rito, lejos estaría de suponer el hipotético alienigena que esta pauta de comportamiento tuviese un origen mágico, en efecto, el apretón de manos se inició en Egipto hace unos 4650 años, como parte de una ceremonia sagrada, en la que los faraones estrechaban la mano de la estatua que representaba al gran dios con el fin de recibir el necesario poder para gobernar.

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Se sabe que Zoser, primer rey de la III dinastía tuvo que realizar este rito para conducir el país del Nilo, en los jeroglíficos egipcios, esta parte del cuerpo humano tenia un significado de ¨dador de fuerza magnética", y por ello, el verbo dar, en la escritura egipcia, se representaba con la mano tendida. De forma parecida, en las culturas semíticas se identificó con poder, entre los romanos vino a simbolizar la autoridad del padre y la del emperador, y en los textos hebreos el mismo vocablo significaba ¨mano", y ¨potencia".

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Este apretón de manos entre un dios y el soberano fue asumido mil años después de los babilonios, su rey debía recibir cada Año Nuevo el poder que le era dado por el cielo, estrechando la mano de la imagen de su dios, tal ritual de transmisión de potestad fue observado incluso por los asirios cuando tomaron Babilonia, los nuevos reyes que se sucedieron a partir de entonces hicieron suyo este protocolo mágico, por temor a contrariar a los dioses locales.

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