Que le han hecho a Venezuela los Venezolanos?
El parásito de patriotismo y nacionalismo está más arraigado aún en el espíritu de la gente Venezolana que en la de cualquier otro país. El infundido amor patriótico que les sembraron en el corazón desde niños se ha enraizado en su cuerpo, alma y espíritu y los está axfixiando, hasta el punto de matarles la fuerza de voluntad.
Es obvio que la gente a la que le abrieron las puertas del poder sabían de ésta debilidad; habían preparado esta generación de patriotas enamorados de “su tierra”, haciéndoles creer que ellos compartían el mismo amor por el suelo se llamaron “revolucionarios”; íntimos amigos de Un Simón Bolívar al cual nunca conocieron. Entusiasmaron a las multitudes con promesas de igualdad social, se hicieron cómplices de los pobres sin nunca conocer la pobreza, y entre cánticos de victoria y poemas a la patria les robaron el cielo de un mejor futuro y les dieron el cielo del diablo como premio.
Se aprovecharon de nuestra niñez; vistieron a la patria con la sangre de los héroes y la hicieron nuestro primer amor. Nos hicieron venerar su pañueleta en forma de bandera, nos hicieron celebrar su cumpleaños y regalarle con nuestras marchas nuestros primeros años.
Nos hablaron de progreso, del amor a la familia; nos regalaron la ilusión de una amistad eterna y nos obligaron a entrar en templos llenos de deseos diabolicos para que nos hablaran de la vida eterna.
Que podríamos hacer ahora al descubrir la realidad que nos escondieron siempre. Ver cómo devora la distancia a lo que creímos nuestro? Nuestro hogar, nuestros familiares, nuestros amigos, nuestros maestros, nuestros vecinos, que podemos hacer ahora que la realidad nos ha despertado a bofetadas.
SALVEMOS LA NIÑEZ DE LOS HIJOS enseñándoles que aunque tengamos todo, nada es nuestro. Si sembramos en su corazón que el planeta es nuestro hogar y humana nuestra raza, todo por lo que estamos pasando ahora por culpa del amor patrio y el espíritu nacionalista nunca subirá al corazón de nuestros niños y nunca tendrán nada que les pueda enraízar ni el alma, ni el corazón, ni el cuerpo. Nunca se interesarán en tener un gobierno ni de derecha ni de izquierda. La opresión no existirá en su vocabulario y a donde sea que esté su familia, sus amigos y todo de lo que ellos naturalmente se enamoren nunca podrá ser devorado por distancias, a menos que se vayan a otro planeta.
El pasado es una historia; el futuro un misterio. El ahora es un regalo, por eso se le llama PRESENTE.
CAMBIEMOS LA HISTORIA AHORA QUE TODAVÍA HAY TIEMPO.
LA NIÑEZ SE LO MERECE.
Concuerdo contigo mi amigo, El país tendrá entre sus primeros desafíos estimular el regreso de los que han huido. No solo porque se trata de personas de enormes capacidades, sino porque, durante este tiempo de exilio, son también innumerables los que han logrado ampliar y profundizar sus capacidades humanas y profesionales, los que han descubierto el profundo amor que sienten por su país.