Pero  para todos por  alguna razón  uno.

Y aquí estás: una anciana, un abrevadero, un abuelo gruñón.
Ya no se percibe el próximo estado de esta tierra,
Y habrá un día, el treinta de febrero.
Y cubierto de espuma sangrienta su morada.
Tu yo.

Toda mi vida suerte uno
Entonces, de repente, un ángel, entonces el diablo aparecerá.
Puedes escuchar las notas del último himno en tu corazón.
Miento a veces, tratando de dejar caer los pensamientos,
Y la sombra negra ganó la batalla con el corazón, te gobierna.

Tu me sonries dulcemente
Sémola de papilla en el agua!
Cada vez, soplando velas en un pastel,
Esta chica está un poco loca.
Apenas las lágrimas guardé.

Quienquiera que me conozca dirá precipitadamente:
Somos como monos brutales.
Así que todos susurraron, con una ceja inclinada.
Dios el ardor celestial
Destruir a todos los seres vivos es calentar.

Cebra peatonal
Y el lobo se perderá en las puntadas rígidas

Has despertado algo loco
Betty no puede ser llamada infeliz.