Mini historia original, al borde de la vida.

¡Hola, soy Bluebell! Me armé de valor para subir esta pequeña pieza de mi autoría, espero que les guste. Me divertí como nunca aunque el tono de la narrativa sea algo oscuro.

Las ramas golpeaban su rostro con fuerza, las hojas y ramas se incrustaban en su cabello rojo y sin lavar en días, las piedras se hundían en sus pies descalzos mientras sus piernas se llenaban de suciedad bajo la pequeña falda que se había logrado poner. Era su única oportunidad y la aprovechó, el primer descuido en un mes encerrada en la pequeña pieza que habían dispuesto para su sobrevivencia. No era estúpida, sabía que no tenía mucha ventaja, sus piernas jamás podrían ser más rápidas que las motos de sus guardias y la noche no estaba demasiado lejos, pero dentro de todo, había una pequeña posibilidad de escapar, de tener una vida, de comenzar de cero y estaba dispuesta a todo así sea por esa pequeña oportunidad que le brindaba el conocer ese bosque como la palma de su mano.

El sendero por el que corría empezaba a expandirse y los arboles empezaban a escasear dejándola vulnerable y a la vista de sus perseguidores, pero era la única forma de llegar al árbol hueco donde Alberto había escondido una mochila con cosas que pudiera necesitar, su corazón dio un vuelco cuando los motores empezaron a sonar más cerca y su esperanza menguó solo un poco, apretó las manos en puños y se obligó a seguir corriendo, aun cuando sus piernas empezaban a desfallecer. No había tiempo para dudar, debía correr lo más rápido que pudiera...escapar con Caleb.

Sintió que una sonrisa se empezaba a formar en sus labios cuando vio el árbol y por momento bajó la guardia, sin contar que uno de los guardias se aproximaba desde una arbolada y antes de que pudiera registrar lo que pasaba, la noqueo con un garrote.

Su garganta se sentía como una lija después de gritar. Verónica trató en vano de soltarse la soga que la sujetaba a una silla en el sótano. Lo intentó una y otra vez hasta que la piel de su muñeca escoció. Un sollozo se escapó de su garganta. Una sensación de ahogo la invadió y deseo llorar, pero se había quedado sin lágrimas que derramar.

Era su castigo por intentar huir de casa. Ella lo sabía. Todo después de haber abofeteado a su padre por venderla al mejor postor. Esto no podía estar pasando en el siglo 21...pensó. Pero sí que pasó, había firmado un contrato donde debía casarse con ese desconocido de ojos oscuros que la hacía querer vomitar, con derecho a divorcio 5 años después.

El familiar sonido de los pasos de su padre en la escalera le hizo un nudo en el estómago. Al ver su sombra tan cerca de ella palideció y su boca tembló violentamente.

¡Ayuda!, quiso gritar, pero nadie se atrevería a ayudarle. Ni siquiera su propia madre, quien sin dudas estaba de acuerdo con todo esto. Así que se obligó a dejar de temblar y le dedicó una mirada de puro odio a su padre cuando ya se encontraba frente a ella, sus ojos grises brillaron con diversión y una sonrisa calculadora se estampó en su cara.

Ella intentó nuevamente el soltarse casi involuntariamente, movida por el instinto de supervivencia, pero las sogas estaban muy bien amarradas.
Con extrema lentitud su padre tomó un balde con una toalla en su interior, le quitó el exceso de agua y la enrollo para usarla como un látigo. Ella volteó para no verle y sintió una ardiente línea de dolor cruzar sus costillas una y otra vez. Gimió de dolor, pero no le miró. Se mordió su labio inferior hasta sentir el sabor metálico de la sangre para evitar gritar, su cuerpo temblaba de rabia y sufrimiento.
Puntos rojos surcaron su visión y una bruma pareció calmar sus dolores con un entumecimiento, deseo por algunos momentos morir de dolor y ser capaz de ver como reaccionara su padre al saber que su gallina de huevos de oro abruptamente se ha ido.
Su conciencia empezó a resbalarse de su alcance como agua entre sus dedos, y pronto ya no sentía dolor, se había desmayado.

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Continuará...

Dejen saber si les gusta o si tienen alguna corrección. Estaré regresando en un par de días continuando la historia.
¡Gracias por leerlo!