El Ocaso de la vida

Les contare algo que sucedió el año pasado y esto fue lo que escribí para ese momento, para ser exactos paso el 8 de Octubre de 2017.

Tenía una sesión de fotos en el paseo los próceres a eso de las 10:00 de la mañana, para esta sesión me acompañaba mi hermano Miguel y al final de cuentas no tuve la sesión. Ahora bien quisimos aun así caminar por ahí a ver que fotos podíamos hacer en el camino, tal vez unos retratos, paisajes, realmente solo necesitaba caminar un rato para liberar mi mente de tanta tensión que he tenido en estos días. Íbamos caminando a nivel de Bimbolandia cuando a lo lejos vemos el grupito de gente concentrada, obviamente nos acercamos a ver y matar la curiosidad de lo que estaba pasando, cuando de repente… Vemos la gente alrededor del barandal y al otro lado de ella vemos un señor mayor sentado en la orilla de uno de los soportes de la autopista valle-coche, debajo de él estaba la autopista a poca altura. La gente le hablaba y le gritaban “¡No lo hagas viejito!” “¡No te lances, por favor! ¡Esta no es la forma de…!” quien sabe, cuánto tiempo llevaría sentado ahí, había una atmosfera de cierto cuidado y preocupación, era como si trataban de decirle las palabras indicadas para que no saltara y si pelaban podría pasar lo peor, los corredores se detenían a socorrer o intentar hacer algo. A los minutos que nosotros llegamos al lugar llego la policía nacional y policía municipal (la cual me sorprendió mucho que llegaran tan rápido, aunque voy admitir que todos los próceres estaba lleno de ellos, en algunas partes, no en todas) obviamente de cierta manera los policías empezaron a decirle a distancia que saliera de ahí entre tanto el señor decía que lo iba hacer y la tensión crecía más, por un lado estaba la gente pegando gritos y agitando las camisas (un corredor se la quitó para hacer señal) a la autopista para alertar a los carros que pasaban para que redujeran la velocidad, pero ¿Cómo iban a saber ellos lo que pasa? Por el otro lado estaba la gente observado con preocupación al señor y la policía gritándole o bueno tratando de hablar con él pero a distancia.

Foto de mi autoria

Mi hermano y yo estábamos preocupados y yo pensaba que esto no estaba en mis planes para este día, ver una persona suicidarse, pienso que es lo peor que una persona puede presenciar. De repente uno de los policías paso el barandal mientras que sus compañeros lo miraban con cara de “Estas loco” y se sentó a lado del señor. Hablo con él un par de minutos para luego poco a poco ayudarlo a levantarse y pasarlo al otro lado del barandal a salvo, ahora bien ¿Qué le habrá dicho el policía para que cambiara de opinión? Es un misterio, pero ahora ¿En qué pensaría el señor para creer que su única opción era esta? Con estas dos preguntas podemos pensar en todas las posibles opciones y realidades para encontrarle una respuesta, yo pensé que tal vez el policía fue comprensivo y le dio palabras de aliento, tal vez el señor tiene algún problema a nivel personal o tal vez pensaba que era una carga para su familia (digo esto porque no es el primer caso que escucho así que por la situación del país tomen este camino para evitarle más peso a los familiares, algunos al leer esto recordaran ese caso que menciono o igualmente se sentirá identificados por algún otro caso). Algo que no podré olvidar y que capture con mi cámara fue su mirada de “no tengo otra opción”, de resinación, de desesperación (ya me dirás que piensas o que te hace sentir su mirada). Ya al otro lado del barandal la gente le dio agua al señor y seguido de eso un pequeño aplauso, digo pequeño porque casi no pude notarlo, si les soy sincera no sé porque ese aplauso me hizo sentir que fue más por hipocresía que agradecimiento hacia la policía, ¿Cumplieron su deber? Sí, pero una pequeña parte de la verdadera misión que deben cumplir cada día.

Foto de mi autoria

Yo quería compartirles esto más que todo para que fuera un motivo para reflexionar, reflexionar de manera en general y en sus mismos entornos como me paso a mí, desde que llegue a mi casa he pensado tanto en eso, que hay tantos problemas que nos rodean pero seguimos adelante. Yo últimamente (ni me pregunten como surgió porque aún no lo sé) he tenido una actitud positiva y me ha resultado, las cosas pueden estar muy mal pero eso no es lo único que nos rodea, al nuestro alrededor también tenemos las cosas positivas y las que valen cada sonrisa. Yo solo espero que todos podamos encontrar las razones necesarias para sonreír que dejarnos caer al vacío.

Quienes me leen les doy la bienvenida a mis palabras y que podamos conocernos más en el siguiente post. ¡Muchas Gracias!