Tu hijo se distrae, porque es muy inteligente.
Podríamos preocuparnos al observar que nuestro pequeño hijo tiende a distraerse en clases o cuando se le pide que realice alguna actividad y además es muy hiperactivo. Es común pensar que quizás padezca, trastorno por déficit de atención e hiperactividad o TDHA (por sus siglas en inglés), sin embargo según recientes estudios eso podría estar muy lejos de la realidad.
Mi hija de 6 años está empezando a cursar sus clases de primaria, ella es una niña muy activa e inquieta, le gusta aprender nuevas cosas y siempre está dando saltitos de aquí para allá. En los primeros días de clases se mantuvo muy atenta a todo lo que ocurría en su salón de clases, además realizaba con entusiasmo las actividades que se le proponían, sin embargo, pasadas unas semanas empezó a desanimarse al punto de levantarse sin ganas de asistir a la escuela e incluso comenzó a dejar a medias las actividades de clases.
Todo esto me ha preocupado y por supuesto me he puesto a leer mucho y a investigar, en busca de una estrategia que anime a mi niña en su desenvolvimiento escolar.
Sé que soy su mayor guía y el pilar fundamental que le sostendrá en lo posible, hasta que ella esté preparada y por sus propias facultades, de pasos y avance de manera armoniosa con su estilo de vida. Es por eso que con amor me preparo y me armo de herramientas que le faciliten el aprendizaje.
El primer obstáculo es la escuela, y la poca preparación o el escaso ánimo de enseñar que tienen algunas maestras. Me he dado cuenta de que mi hija es muy inteligente (Eso lo sé desde hace mucho) y que su distracción, aburrimiento y desánimo tienen que ver con su entorno y no con su personalidad.
Realizando algunas actividades que le había asignado la maestra mi hija me preguntó; “Mamá, ¿por qué la maestra me pide que realice esto, si nunca lo revisa?
En otra oportunidad me dijo: “En la escuela me dicen el tema y no lo explican, pero luego llego a casa y me gusta que tú sí me dices de qué se trata, y por fin lo puedo entender”
De manera que he observado entonces, que mis estudios y mi profesión como docente, me servirán un montón para ayudar a mi hija en su camino de aprendizajes. Y la escuela será como una especie de actividad extra cátedra que ella tendrá que cursar, para lograr el “papelito” que la acredite en un futuro como una sapiente más de la sociedad.
Ahora bien, investigando por aquí y por allá encontré unas características que nos sirven para identificar y reconocer lo inteligentes que son nuestros hijos. No se trata de que son desatentos o descuidados, ni mucho menos poco inteligentes, se trata de que reciben muy pocos estímulos y motivaciones interesantes que representen un reto para ellos.
Tu hijo es inteligente porque:
Se aburre ante tareas monótonas y repetitivas.
Sus intereses van más allá, de los temas impuestos por los libros escolares.
Demuestra creatividad e inventiva, aportando nuevas ideas a la hora de realizar cualquier actividad.
Es activo y lleno de energía, le gusta jugar y disfrutar de lo que hace y con lo que hace.
Es curioso y tiene necesidad de aprender y experimentar.
Poseen gran entusiasmo por aprender.
Su creatividad e iniciativa son sorprendentes, siempre aportan muy buenas ideas.
Tienen facilidad a la hora de conseguir soluciones a los problemas que se les presenten.
Se les nota una gran madurez para su corta edad.Aprenden rápido.
Dominan y comprenden el uso de aparatos tecnológicos con gran facilidad.
Empezaron a hablar a temprana edad y con bastante fluidez.
Les aburren las actividades repetitivas.
Para concluir, solo les puedo decir que como padres está en nuestras manos apoyar y guiar a nuestros hijos de la mejor manera posible, comprendiendo sus capacidades y potencialidades. Cada niño tiene su forma y ritmo de aprender pero si le ayudamos y motivamos lograremos en ellos una mejor calidad de vida.
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