El breve instante...

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“No tenemos Wifi, hablen entre ustedes”. La primera vez que vi esta frase me hizo mucha gracia, y me hizo pensar como el internet nos ha hecho estar en lugares tan distantes como miles de kilómetros, inclusive nos hizo posible ver distintas partes del mundo de manera simultánea, y nos hizo posible estar en muchas partes a la vez. Nuestra mente se expandió de la misma manera que se expanden los hilos que conectan este sistema. Sin embargo, de la misma manera que nos hizo “estar” en muchas partes, de ese mismo modo nos disperso, nos fragmento en partes, nos desintegro en cierta manera, o puede que en diversas maneras.

Hoy me pregunto ¿la persona que está a mi lado es capaz de estar completamente? Y me pregunto también si soy capaz de estar por completo en el lugar donde estoy, con quienes estoy? ¿Es nuestra presencia real hoy en día?  Y pienso que hoy más que nunca se pone en evidencia que no estamos, donde estamos.  

Y pienso que uno de los motivos de desdicha más grandes del ser humano es ese, no estar completamente donde esta… y más aún saber que quien le acompaña, tampoco está completamente allí.

Esa dispersión interna, ese no poder disfrutar el instante porque estas con tantos pensamientos e inquietudes a la vez, es haber perdido la dicha de valorar lo que está delante los ojos, los oídos, el tacto…

Me llama mucho la atención que uno de los modos de recuperar la alegría, el equilibrio, la paz, es poder detenerse en el tiempo y observar, oler, tocar, sentir el mismo instante en el que se está, y quedarse allí.

Según algunas personas que han estado presas, sin posibilidad de comunicarse con nadie en el mundo, encerrados, la forma en la que pudieron permanecer cuerdos, y hallar un poco de paz y sentido, fue detenerse a observar el instante, esto lo leí de Lorent Saleh, (es un activista venezolano que estuvo preso) que a su vez sabía que otros lo habían hecho.  Quedarse a mirar hasta el movimiento de una hormiga, de una hoja en el viento, de una nube…

Una de las cosas más hermosas que se pueden disfrutar en la vida es estar con alguien que está allí completamente, uno se siente apreciado, amado. 

Creo que la esencia de esto consiste en aprender a estar en el momento en el que se está, algunos lo llaman meditación, para mi es estar en el lugar y en el momento en el que se está. Una dicha natural y genuina nos invade, por el simple hecho de darnos cuenta de que sencillamente: estamos vivos…