Me alegra poder compartirles una vez más, un poco de mis aficiones. En esta ocasión, les mostraré otro encargo que me hicieron hace tiempo. Se trató de una pareja (los abuelos de un amigo) en su boda pintada en blanco y negro con acuarela sobre cartulina.

Al principio me intimidó porque se trataba de dos rostros que debía plasmar y considerando que uno es complicado, agregar otro a la pintura significaba un aumento exponencial de la dificultad de la misma. Después de pensarlo el tiempo necesario, decidí aceptar el reto, puesto que intentarlo no me quitaría nada. Y así fue como empecé con este retrato.

Inicié con el bosquejo de costumbre y una vez terminado, comencé a dar pinceladas, creando la silueta de la dama. Hubo ciertos puntos en los que tuve dificultades, por ejemplo, al pintar el velo. Dejar espacios en blanco cuando se pinta con acuarela es realmente difícil, pero al final, logré darle, mas o menos, el efecto (según yo, jeje).

La parte que más me gustó pintar, fue su mirada serena. Mi amigo me comentó que su abuela le había contado que en ese momento estaba estresada, por eso el me pidió que intentara hacer su expresión más suave y alegre, así que hice un pequeño cambio aquí y acullá y sentí que logré el efecto (según yo, jeje).

Después de terminar a la dama, fue que entré con el caballero. La zona de los ojos fue un tanto difícil, al final no sentí haber captado la mirada que tenía en la foto real, pero a primera vista, quedé satisfecho con el resultado. Hacer el diseño de la corbata también me dio algunos problemas por lo que me demoré un poco en esa zona.

Hay muchas críticas que puedo hacerme en esta pintura. Al compararla con la imagen original, puede notarse que está algo lejos del realismo que se percibe en la fotografía. Carece de detalles que la hagan una pintura digna de entrar en esta categoría. El fondo fue un elemento que decidí omitir porque al ser oscuro, pensé que entraría en conflicto con el cabello oscuro de los recién casados. Al verlo ahora, creo que se ve algo vacía sin él.

Si hablamos del claroscuro, es evidente que faltó hacer énfasis en ciertas áreas que necesitaban el realce, por ejemplo, en el rostro de ambos individuos, el vestido de la novia, también el velo, la camisa del novio, sus líneas de expresión, etc. Sin embargo, mi amigo quedó contento con el resultado. Para ese entonces, era algo nuevo con la acuarela (y sigo siéndolo), pero reevaluar esta pintura me sirve de aprendizaje. Me permite saber las cosas que debo y no debo hacer, donde explayarme y donde ser cauteloso a la hora de aplicar la pintura.

Espero que les haya gustado esta vez leerme. No se si sea a veces duro conmigo mismo en cuanto a las críticas, pero prefiero ser consciente de mis propios errores que pasarlos por alto, ya que en ese último caso, el aprendizaje es nulo.