Suscribo plenamente lo de el hogar y la escuela como los lugares ideales para enseñar valores, la tolerancia entre ellos. Sin embargo, en la parte que refieres de los venezolanos, creo que no siempre se debe a la tolerancia o a la paciencia. En muchos casos, hay situaciones que son soportadas con resignación y con impotencia. Estas últimas son emociones negativas y dañinas, opuestas a la tolerancia. Claro, muchas personas son tolerantes y pacientes en situaciones difíciles que estamos viviendo, pero sólo quería agregar que ese aguante no siempre va motivado por este valor. Saludos y gracias por compartirnos este post.