Concurso de cuentos #fotocuento - Semana 9: Detrás del cristal.
Una niña de tres años cree que puede volar a través de un telescopio, su madre la corrige y ahora ella quiere mirar las estrellas, su imaginación activa no se detiene un segundo. La mujer que día tras día se sienta al frente de su casa, cree que el mundo es eso: un transitar de bicicletas, motos, vehículos y gente gris, que transita diariamente de un lado a otro. Cualquier atisbo de ingenio es una ilusión absurda: una búsqueda infructuosa.
En otra parte una joven espera que la lluvia pase y deje de inundar su historia para ver si puede ir a pasar unos días con su madre, como todos los años. Su mundo es trabajar, criar a sus hijos; trabajar, atender al marido; trabajar y hacer los oficios. Añora cada año el breve período de vacaciones para irse a sus principios, al regazo, al calor materno y reconfortante que recarga su ánimo, siempre necesitado de terruño, de lo que ofrece paz, de lo que arropa y sosiega, de lo propio.
Una gente se angustia porque uno de los suyos se fue a otro país y no se sabe nada de él, las redes se atiborran de mensajes sin respuestas, hasta que el clamor aburra, y todo siga igual. Otros envían las fotos de los buenos momentos ocultan tras sus lentes las ojeras del mal tiempo.
Todo gira, todo sigue. Mientras tanto Marcela, se ha quedado pegada al vidrio, ve las gotas caer, añora lo no vivido, no entiende si la mirada empañada es por el cristal o por sus lágrimas. Su vida se construye de retazos que lee o ve por los medios, ella no es la que es, la que está detrás de la pantalla. Ella es la que se maquilla y se inventa en fotos retocadas, es su prototipo, su diseño, su creación exótica, desde allí ve la vida de los otros y la juzga.
Sola frente a la máquina intenta redactar un texto para su cuadro común, para su ventana recurrente, para su tapiz de árboles casi secos que recuerdan que es fácil perderse, pero que se puede estar allí y dejar que sea el cristal quien llore por ella y por lo que quiso ser y no fue, “todo es del color del cristal con que se mire” y este puede ser gris, pero por algún lugar siempre sale el amarillo refulgente.
Cada semana la amiga @rahesi nos invita a su concurso de Fotocuento, una iniciativa que cada vez cuenta con más participantes. Esta es mi participación. Te invito a que leas aquí su propuesta para que te sumes, te va a gustar.
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Nada como tomar de inspiración una fotografía.
Creo que todos en alguna parte de nuestras vidas también nos hemos quedado pegados mirando el vidrio mientras vemos el agua pasar
Sí, no nos imaginamos nunca al ver la imagen todo lo que puede salir, es un ejercicio agradable. Estás invitada. Saludos.
Saludos @charjaim... Bonito cuento, es increíble tanta inspiración que sacas de una fotografía. Éxitos en el concurso.
Gracias, eliaxis77, sí, a mí me gusta este ejercicio. Saludos.
Tienes toda la razon, la vida es...de acuerdo al cristal con que se mire, y nos plasmaste la vida vista desde cristales diferentes, pero si lo que vemos a traves del cristal no nos gusta, debemos saber que lo podemos cambiar, podemos cambiar nuestra realdad y lo que vemos a traves de ese cristal. Un gusto leerte. Que tengas feliz fin de semana.
Cada uno tiene su propio lente, cada uno su cristal, a veces empañado y otras totalmente transparente. Feliz fin de semana también.
Que lindo tenerte en fotocuento, adoro tus historias, un abrazo!
¡Gracias!, me ha gustado mucho leer eso. Saludos.
Lindo relato. Añoramos estar en casa de nuestros padres, donde crecimos para recargar de cariño las baterias...
Es lo mejor, el calor de hogar llena el alma y el espíritu de regocijo. Saludos.
Eso es muy cierto. Bendiciones para ti
A pesar de contar un par de historias, logras compenetrar los dos primeros párrafos mediante la lluvia, con el tercero no encuentro relación y, en el cuarto, la lluvia vuelve a hacer acto de presencia. Me gustó porque lo siento más una reflexión que un cuento (que no está mal), y eso me permitió sentirme identificada con lo que leía. Hay que cuidar la redacción, ya que esta permite que, un texto como el tuyo, se pueda disfrutar como un buen vino añejo.
Muchas veces la vida la vemos a través de cristales nítidos o empañados por la lluvia, y podemos ver cómo desfilan distintas circunstancias, que parecieran no tener conexión una con la otra, pero es que la vida es así, nada está unido, ni lo que imaginas que pudiera estar, todo es un desfile de situaciones donde cada quien está sumergido en lo suyo. Es lo que intento mostrar.
Saludos.
Cúmulo de sensaciones en tus personajes. Interesante forma de narrar... aunque habría que decirle a esa madre del principio que los sueños, los sueños a veces se cumplen y siempre nos alegran el corazón. Saludos!
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Cierto, a veces lo único que queda es soñar, muchas gracias. Saludos.
Oye amiga, tu forma de narrar, para mis gustos es exacta, marcando con fuerza cada acción, vas, regresas y entretejes, así lo veo, por un lado, como una tejedora de la palabra y por el otro siento como el galopar de un caballo fino, claro además de la historia que está muy buena. Mucho gusto en conocerte, seguiré el galope de ese caballo. ¡Ah y gracias por la visita que me hiciste, gracias a ella he tenido el placer de conocerte, disfrutarte y seguirte.