Encuentro

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Encuentro

La vida en la galaxia era más abundante de lo que una vez, hace decenas de miles de años, habían imaginado, cuando aún eran una naciente colonia surgida de la nada en un hostil planeta. Los humanos de la antigua Perseo, se habían expandido en un amplio sector de la galaxia, habían terraformado y colonizado muchos mundos, ya se contaban en cientos, la humanidad ya no era una especie confinada en un planeta que le servia de hogar y prisión al mismo tiempo.

En la búsqueda de planetas habitables, miles de mundos habían sido descartados, no por su inhabitabilidad, sino por estar habitados con una inmensa variedad de formas de vida, la mayoría de ellas unicelulares, en algunos casos complejas, y sólo en una ocasión, con inteligencia avanzada.

Había sido una decisión del Parlamento que no se debía intervenir en ningún mundo habitado, y si durante el proceso de terraformación de alguno, llegasen a aparecer indicios que revelaran el surgimiento de formas de vida no plantadas, el proceso debía abandonarse y evaluar en lo sucesivo, con el fin de determinar, si había sido producto de éste o por condiciones propias del planeta; varios mundos debieron ser abandonados por esta razón, algunos de ellos con explosiones de vida incomprensibles, tanto por su variedad, como por su rápida evolución.

Desde extrañas formas de vida con base de silicio similares a estructuras cristalinas, con siclos vitales que las hacían parecer simples rocas, formas de vida vegetal que se desplazaban ágilmente en migraciones masivas en busca de fuentes de agua y nutrientes. Mundos habitados por gigantescas criaturas, incluyendo la forma de vida más grande jamás hallada un organismo vegetal que abarcaba una decima parte de la superficie del planeta.

Sin embargo, hasta ahora sólo una especie alienígena inteligente, desde los parámetros humanos, había sido encontrada, los Goeis, una raza que habitaba el antiguo mundo de origen de la humanidad, la Tierra, y que le planteó conflicto cuando se dispusieron a recuperar antiguos registros de su pasado, que les permitieran conocer sus orígenes.

La flota de exploración Ícaro formada por treinta naves, tenía la misión de crear una ruta que comunicará la región galáctica habitada por los humanos, con el brazo de Perseo, el trayecto les había tomado cuatrocientos años desde que emergieron del último puente, ya se encontraban formalmente en el brazo de Perseo y se disponían a dar inicio a la construcción del primer puente que tenían planificado edificar, una vez instalado el transito entre el brazo de Orión y el de Perseo, a través de la zona de baja densidad estelar entre ambos, sería inmediato. Una vez concluido esta fase continuarían internándose en esta nueva región, hasta completar la instalación de otros cinco puentes, hasta llegar el brazo exterior.

El puente estaba casi activo, cuando una transmisión fue recibida en todas las naves de la flota.

-Capitán Tylor, ¡recibimos una señal laser cifrada con más de diez Brontobytes de datos!-, exclamo alarmado el ingeniero a cargo de las comunicaciones.

-No es posible, el puente no está activo aun, ¿cuál es la fuente?- preguntó Tylor.

-Parece provenir de menos de un año luz de aquí, pero los sensores no detectan nada ahí-respondió el ingeniero.

-¿Pueden descifrar la transmisión?, preguntó Tylor.

-Sí señor, es el antiguo protocolo de encriptación de Perseo, ¿desea verlo?- pregunto el ingeniero.

-¡Claro que quiero verlo!- espetó Tylor, -córralo en una estación segura-.

Después de un par de minutos de tenso silencio, el ingeniero se acercó al asiento de Tylor con un pequeño proyector holográfico en la mano.

-Con su permiso señor, tiene que ver esto- dijo temeroso mientras activaba la interfaz del proyector.

Un rostro humano de apariencia andrógina se proyectó en el espacio frente al asiento del capitán, en medio del puente de mando.

-Lo saludo capitan Tylor, su flota es bienvenida, puede llamarme Quin, fui encargado para recibirlo y guiarlo por este sector, también responder a sus preguntas- dijo casi inexpresivo el rostro que parecía flotar en el aire.

-Lo saludo Quin, ¿Quiénes son ustedes?- Pregunto Tylor, manteniendo un fría expresión, mientras veía directamente a los vacíos ojos de aquel extraño rostro.

-No somos un nosotros, en realidad somos uno con muchas identidades, hemos abandonado la individualidad, hace muchos millones de sus años- la tripulación del puente mantenía su estupefacción, mientras observaba aquello con atención, -no tenemos un nombre como tal, a mi identidad en particular puede llamarla Quin-.

-¿A dónde pretende guiarnos?- interrumpió Tylor.

-A donde ustedes requieran ir Capitán- dijo Quin -considéreme un guía de turistas, como les dije son ustedes bienvenidos a este sector, son libres de ir a donde quieran-

-Entonces guíenos a donde se encuentra su gente- indico Tylor impaciente.

-No tengo gente, como le dije, somos uno y no estamos en ninguna parte específica, estamos en todo este sector de la galaxia- respondió inalterable.

-¿No habitan un mundo entonces?, y tú, ¿eres una inteligencia artificial?- interrogó Tylor acomodándose en la silla.

-Tuvimos varios mundos hace millones de años, ya no, y no soy exactamente una inteligencia artificial, aunque mi existencia sólo es posible en el interior de un sistema de cómputo, hace mucho que nuestra civilización entera sustituyó su existencia en el mundo físico por una completamente electrónica- algunos miembros de la tripulación se pusieron de pie al escuchar esto -existimos en una red de varios millones de nodos que se encuentran dispersos a lo largo de varias cientos de años luz en esta región.

Original text of @amart29, Barcelona, ​​Venezuela, March 2019

Gracias a todos por su atención, estoy atento a sus comentario y observaciones, hasta la próxima.

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