Querido @irvinc, me has puesto el corazón arrugadito con tu post. Esa es la historia que se repite una y otra vez, y cada vez más, en la gran familia venezolana que se caracterizaba por tener los pollos siempre bajo las alas. Duros tiempos que nos ha tocado vivir; pero nuestro árbol de la esperanza necesita seguir siendo regado para que no muera.
Mucho te agradezco el enlace a mi texto. Te abrazo y me abrazo.