¿Cuál es el equilibrio entre las cosas terrenales y las cosas espirituales? Tema 170.
29-10-2018 la hermana Lina Núñez de Santa Cruz, Bolivia pregunta: ¿Cuál es el equilibrio entre las cosas terrenales y las cosas espirituales?
Principalmente debemos saber que la biblia no habla de algún equilibrio entre lo material y lo espiritual, pero si habla de que las cosas materiales van en contra de las cosas espirituales.
Veámoslo en Gálatas 5:17
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues estos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.
Debido a que el seseo de la carne y el deseo por las cosas espirituales van una en contra de la otra, no existe algún equilibrio entre estas; también debemos considera el hecho de que las cosas materiales son temporales pero las espirituales son eternas.
Leamos 2 Corintios 4:18
Al no poner vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Es muy difícil que tengan equilibrio pues una es temporal y la otra es eterna; entonces, nuestro pensamiento debe estar enfocado en lo que Dios manda.
Leamos Colosenses 3:1-2
1: Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde esta Cristo sentado en la diestra de Dios.
2: Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Aunque estemos físicamente en la tierra nuestro pensamiento debe estar enfocado en las cosas espirituales.
Ahora leamos Romanos 12:2
Y no conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
No hay que conformarse a este mundo, debemos buscar más allá de lo terrenal y buscar de las verdaderas enseñanzas de Dios en las cosas espirituales; la biblia nos da un consejo con respecto eso.
En Mateo 6:19-20
19: No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban.
20: sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban.
Así que lo que debemos cultivar en nuestro corazón es el amor por Dios y sus enseñanzas y no en las cosas terrenales.
Leamos Romanos 8:1
Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforma a la carne sino conforme al Espíritu.
Así que nuestra vida y nuestro pensar del día a día debe estar inclinado a buscar de Dios y a crecer espiritualmente y no en afanarnos por las cosas materiales.