Miren lo que sucedió con este Caladium.
Esta es la hoja de un caladium que trasplanté hace poco.
Les cuento. Preparo mi abono para las plantas, algunas veces líquido y otras veces sólido. En una oportunidad lo preparé con hojas que podé, entre ellas están las ramas y hojas de una planta que en mi país recibe el nombre de Chinchamochina o sanguinaria. Esta planta al cocimiento libera un color rojo intenso.
Coloqué estas hojas y ramas junto a otras ramas de otras plantas, para luego agregarles agua y dejarla reposar por dos días. Al cabo del tiempo se usa el agua. La coloco a las plantas, para que florezcan o para que prosperen.
Y esta es una de las plantas que se tiñeron de rosa.
Agrego el abono líquido, a mis caladios blancos, recién trasplantados. Y observen, mis hojas blancas ya no son tan blancas. Se tiñeron. Quiero decirles que esto no fué intencional. La verdad fué un accidente, pero a la vez me agrada el color en sus bordes. Ahora son de color rojo pálido y quizás les agregue más de este abono, para que se tornen más rojas sus hojas.
Y esta es otra.
Pero esto será un experimento, del cual les contaré en otra oportunidad.
Espero les guste el rojo. Agradezco su visita a mi blog. Dios nos bendiga a todos.