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[ESPAÑOL]

ESCRIBAS INFINITOS

Escribir es el oficio
de mascullar signos
en pos de transmitir,
sin tocar, el arte
vicario de la trashumancia.

Esta afirmación se sostiene
sobre los hombros
de los gigantes de tinta
que derramaron su sangre negra
sobre los folios impolutos.

Desde el papiro
a la tableta de arcilla,
desde la libretita magullada
a la pantalla alienante,
el oficio del escribano
es el mismo del escritor
del escriba y del chamán:
trascender la muerte,
echar un cuento,
ser escuchado por los hombres
y mujeres del futuro.

Escribir es la pulsión básica
del animal de cerebro estridente,
desprovisto de garras y colmillos;
el animal que pretende dejar en tinta
grabado el frágil sostén de lo inasible.

Contar la aventura pequeña y efímera
de un día cualquiera en la vida de un
hombre llamado Juan y de una mujer
llamada Ana que se conocieron en
la universidad y tuvieron
tres hijos y luego se divorciaron.

Contar el instante en que Pedro rozó
sin querer el turgente seno de Isabel
y una palabra quedó congelada
en los labios de ambos y de cómo recordarían
ese momento durante décadas.

Son historias sin importancia,
pero la pluma de un Steinbeck
las pueden convertir en una moraleja
inmortal, en una copa de la que beberán
los futuros hijos del trueno.

O contar la épica tragedia
de un pueblo errabundo durante
una época de caos y locura colectiva,
donde el hombre pequeño se hace grande
y el hombre grande se vuelve enano.

Escribir es pulsar las cuerdas
del futuro, de todos los futuros;
es percutir el duro cuero del
pasado remoto. Es calmar
al ansia de atrapar el instante o
de inventar mundos bárbaros
y bestias mágicas.

Escribir es ayudar a soñar.

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[ENGLISH]

INFINITE SCRIBES

Writing is the craft
of muttering using signs
in pursuit of transmitting,
without touching,
the vicarious art
of seasonal migration.

This statement rests
on the shoulders
of the ink giants
that shed their black blood
over the spotless folios.

From the papyrus
to the clay tablet;
from the bruised little notebook
to the alienating screen,
the craft of the scribe
is the same as that of the writer,
the scrivener and the shaman:
transcending death,
telling a story,
being heard by future
men and women.

Writing is the basic drive
of the animal with an strident brain,
devoid of claws and fangs;
the animal that intends to leave,
an ink record on
the fragile support of the ungraspable.

To tell the little and ephemeral adventure
of a day like any other in the life of
a man called John an a woman
called Anne that met in college
and had three kids and then
divorced.

Narrating the instant when Peter, accidentally,
brushed against Isabel's plump breast
and a word froze in their lips and explaining how
they would remember that instant for decades.

Those are unimportant stories,
but the pen of a regular Steinbeck
can turn them into an immortal moral,
in a chalice from which the sons of thunder
will drink.

Or recount the epic tragedy
of a wandering people during
a time of chaos and collective madness,
where small men become great men
and great men become dwarves.

Writing is strumming the strings
of future, of all futures;
it's striking the tight skin
of the remote past. It's
appeasing the yearning for catching
the instance or inventing barbaric worlds
and magical beasts.

Writing is instrumental to dreaming.

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Texto original de Sansón Carrasco

Original text from Sansón Carrasco

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