Buenos días, amigos lectores. Hoy he desarrollando un tema que es de vigencia obligada en la educación infantil: el juego y los juguetes.

Espero que tanto el enfoque del tema como la propuesta práctica te sirvan de ayuda.

El juego es la actividad rectora de la infancia…si esto es así, entonces los juguetes son un complemento inseparable de esta actividad.
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Los juguetes.

Son parte indispensable en la vida de los niños ya que por medio de ellos desarrollan actividades para conocer y re-conocer su entorno, aprender a relacionarse mediante esquemas de acción e interacción para desarrollar importantes habilidades personales que luego van a evolucionar en competencias para la vida, como el desarrollo de habilidades del pensamiento y el aprendizaje en base a la experiencia.

Jugando los niños experimentan en forma empírica las características del medio que los rodea como formas, tamaños, distancias, direcciones, texturas, colores y grosores, por ejemplo. De esta forma el juego se convierte, además, en una fuente inacabable de diversión y aprendizaje (Froebel, 2008)

Por otra parte, es una de las actividades de mejor y mayor desarrolla habilidades de coordinación, equilibrio, aprehensión del tiempo, control de músculos y movimiento. En este mismo conjunto de habilidades y destrezas se encuentran las relacionadas con la estimulación y maduración de los procesos psicológicos superiores: atención, memoria, concentración, comprensión y adaptación a la realidad.

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Además, a nivel personal y de relaciones de interacción social, el niño durante la actividad del juego incentiva su autoconfianza, es protagonista de las acciones que propone e impulsa la interacción grupal, donde surgen situaciones en las que debe poner en práctica el control de sus impulsos y emociones para equilibrar sus relaciones con los demás.

De esta forma, tanto el juego, como los juguetes y el grupo, permiten al niño construir mecanismos mediadores de conflictos y de solución de problemas. Es por ello que es importante ofrecerles las oportunidades de desarrollar estas actividades.

Pero hay que tener presente que no todos los juegos y los juguetes tienen un efecto adecuado o positivo, por eso es muy importante la supervisión pero no en forma de control, para que los niños obtengan de ellas el máximo beneficio.

¿Cómo podemos ayudar?

1.Sin interrumpir, supervisar al niño mientras juega con la finalidad de poder sugerirle alternativas que puedan estimular al máximo sus habilidades y destrezas.

2.Siempre que el niño necesite de nuestra ayuda o intervención, mostrarle el interés; en ningún caso debemos hacer críticas hacia su forma de jugar.

3.Si vamos a intervenir en sus juegos debemos seguir sus reglas. Si vamos a proponer algunas, debe ser en acuerdo.

4.Puedes indicarle nuevas y variadas formas de usar los juguetes.

5.Opta también por comprar juguetes educativos siempre y cuando se adapten a su nivel de desarrollo.

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Algunas recomendaciones en referencia a los juguetes y las edades de los niños, según Bates (2003).

De 0 a 6 meses:

Los juguetes más recomendables para este rango de edad son los que estimulan el descubrimiento del entorno y del cuerpo, con énfasis en los juegos circulares de acción e interacción y los sensoriales: sonajeros, mordedores, gimnasios, pelotas, los que producen sonidos, los que tienen colores, texturas, olores.

De 7 a 12 meses:

Los juguetes apropiados son los que estimulan los movimientos y el habla. En este grupo podrían estar las pelotas, carros, muñecos, balancines.

De 13 a 18 meses:

Es la etapa del desarrollo donde los niños, que ya han incorporado la secuencia de caminar, explorar y quieren conocer gran variedad de objetos. Es por eso que se pueden sugerir juguetes como: de encajes, de cubos, de formas, de triciclos y los rompecabezas.

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De 19 a 24 meses.

A esta edad, el niño ya ha adquirido las competencias de habla. Comprende y a la vez desarrolla habilidades de interacción social. Le gustarán los juegos de roles, los que tengan agua, hacer figuras con moldes, construir formas con madera, muñecos, hacer dibujos, pintar modelar con plastilina y arcilla.

De 2-3 años.

A esta edad es importante para el niño incorporar a sus juegos acciones donde imitan a los adultos de referencia. En esta etapa cobra importancia evolutiva el juego simbólico. Es por eso que todos los juegos que le permitan abordar y comprender el mundo que le rodea, cobran importancia: juegos de imitación (roles) de maestros, doctores, veterinario, corredores de carros y bicicletas.

De 3 a 6 años.

El desarrollo y consolidación de las emociones privan en este grupo de edades. Aquí las reglas y las consecuencias de haberlas seguido o no revierten importancia. También el desarrollo de la creatividad es un elemento que cobra importancia para diferenciar el mundo real de la fantasía.

Es importante a esta edad aprender cuentos, poesías, escribir cartas, canciones, rimas, trabalenguas, simular eventos de la vida diaria e involucrar a niños y adultos. Los juegos podrán basarse en dinámicas donde se involucren estas acciones.

De 6 a 11 años.

En esta etapa los juegos se hacen más complejos y los juguetes se enfocan en el desarrollo de hábitos sociales pro-positivos. El niño ya ha ganado competencias de resolver operaciones matemáticas, escribir y leer, por lo que es adecuado introducir juegos tipo retos: de preguntas y respuestas, monopolios, patines, bicicletas, scrabbles, patinetas, juegos manuales; pero sobre todo que tengan el acento en la integración grupal.

Referencias.

La importancia del juego y los juguetes para el desarrollo integral de los niños

La importancia del juego en los niños: los juguetes educativos

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