LA HERMANDAD, UNA RELACIÓN DE AMOR A TEMPRANA EDAD
Con mucho cariño les mando infinitas bendiciones del Todo Poderoso, enteramente agradecida por su misericordia.
Tenia días sin escribir, algo ocupada en diligencias pero siempre los tengo presente en mis pensamientos, ya son parte de mi.
Tratando de ver la vida de la mejor manera y perspectiva posible, siempre mirando un poco más allá, enfocándome en esos pequeños detalles que hacen la diferencia y me llenan como persona, y no darle cabida al desespero o pensamientos amargos que solo contaminan el alma.
En varias ocasiones les he comentado que soy madre de dos hermosas niñas y tuve la oportunidad de captar en una foto donde par mi refleja su amor mutuo, me sentí plena con tan lindo momento.
La relación de hermanas en mis hijas a temprana edad ya se puede ver un sentimiento bonito, sumamente puro y genuino, en ocasiones pelean pero es algo normal, parte del proceso. Ahora bien, los hermanos son un tesoro y que mejor oportunidad crecer de la mano sin mucha diferencia de edad. Donde conlleva variedad de contextos en la vida de ambos.
Un compartir tan extenso y profundo, se vuelven uno solo, compañeros de vida, corazón y alma, sin olvidar los conflictos, risas y tremenduras. Poco a poco el conocer al otro, brindando siempre un aprendizaje del mismo, jamas olvidando la unión de ambos corazones.
Al momento de la llegada de mi hija menor Cesia de los Angeles, pensé que tendría problemas de aceptación de parte de Aurora por tan pronta llegada. Claro es normal que se sorprendiera con la llegada de la bebe, un conjunto de sentimientos encontrados tanto por ella y por mi. En su momento sintió muchos celos, pero dándole mucho amor y nunca dejándola sola pudo llevar un proceso ameno de aceptación.
Poco a poco se le acercaba y le decía MI NENE, la besaba y la quería para ella sola. No les niego que me sentí preocupada y nerviosa, que la aceptara con amor y no se sintiera remplazada por su hermana y no la viera como una intrusa, que no tomara actitudes agresivas con Cesia. Pues gracias a Dios se aman mucho y siempre enseñándoles a ser unidas y velar por la seguridad de la otra.
Crecer con un hermano te puede enseñar a tener en cuenta a las demás personas que te rodean, el valor de la permanencia y el saber pedir y dar disculpas, el superarse, aprender de los errores y logros de ambos, a compartir y ceder el espacio ya sea con los juguetes, ropa, amor y atención, y trabajar en equipo.
