“ROMPIMIENTO, APERTURA Y AVANCE”

covapalm (43)in #steemchurch • 6 years ago

PAN DE VIDA

2 Corintios 10:4: “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”. Reina-Valera 1960 (RVR1960)

ORACIÓN EN FAMILIA

“PADRE, TE DOY LA GLORIA Y LA HONRA PORQUE TÚ ERES UN DIOS BUENO Y MARAVILLOSO. TE PEDIMOS QUE DERRAMES DE TU GRACIA Y DE TU UNCIÓN SOBRE NOSOTROS, Y QUE LA UNCIÓN DE TU ESPÍRITU SANTO ROMPA TODO YUGO DE OPRESIÓN. TE PEDIMOS TU COBERTURA ANGÉLICAL SOBRE NUESTROS HOGARES Y EN TU NOMBRE JESÚS, ECHAMOS FUERA TODA OPRESIÓN, ENFERMEDAD Y TODO ATAQUE DE LAS TINIEBLAS CONTRA NUESTRA CASA Y TU IGLESIA. DECLARAMOS TIEMPO DE ROMPIMIENTO, APERTURA Y AVANCE. AMÉN”.

PRINCIPIOS DE BENDICIÓN PARA LA FAMILIA

A veces, nos sentimos como que todo está cerrado, como que ninguna puerta se abre a favor de nosotros, a veces golpeamos la puerta y no se abre, a veces golpeamos para romperla y parece irrompible, nos sentimos estancados en el mismo sitio en cuanto al propósito y el plan de Dios, allí es cuando vemos la necesidad de que haya un rompimiento espiritual y profético que traiga apertura y así podamos avanzar en lo que el Señor tiene determinado para nuestras vidas.
Pero para que se manifieste un rompimiento externo y que podamos ver grandes resultados en nuestra vida, debemos entender que las fortalezas que impiden nuestro avance y nuestra apertura están dentro de nosotros, nuestras maneras equivocadas e incorrectas son nuestros mayores obstáculos para entender el Reino de Dios y su Propósito. Por eso, el Apóstol Pablo en 2 Corintios 10:3-5 dice: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.
Las fortalezas en nuestra mente son estructuras de pensamiento que fueron edificadas en nuestras vidas desde nuestra niñez; esas estructuras se levantan con las enseñanzas de nuestros padres o maestros, consejos de amigos, a través de experiencias buenas y malas, a través de la cultura de nuestra nación, a través de nuestros temores, miedos, limitaciones, traumas, etc.
Un rompimiento profético comenzará cuando nosotros nos rindamos, reconozcamos y dejemos que la Palabra de Dios destruya nuestra manera de pensar equivocada, y cuando dejemos que la palabra de Dios, a través del Espíritu Santo, derribe nuestros argumentos y todas nuestras altiveces y que el Señor lleve cautivo nuestros pensamientos para que podamos obedecer a Cristo (2 Corintios 10:5).
No puede haber rompimiento para que haya apertura y avance si no hay una destrucción de las fortalezas y estructuras de pensamientos en nosotros. Cuando tenemos estructuras de pensamientos equivocadas en todas las áreas de nuestra vida, eso determina nuestra forma de hablar, nuestra actitud y nuestra conducta. Por ejemplo, si alguien es deshonesto es porque tiene una estructura de pensamiento edificada por años y practicada por años el mal hábito. Allí es donde entran las armas poderosas de Dios para destruir, derribar y desarraigar esa manera de pensar y actuar que está equivocada.
Luego que haya la destrucción y el derribo de los argumentos, las altiveces y fortalezas, debe comenzar la edificación de una nueva estructura de pensamientos, y para que esa edificación tenga una forma de pensar de acuerdo a Dios y su Palabra, debe haber una renovación (Romanos 12:2 dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”).
Tenemos que renunciar a los patrones y esquemas de pensamientos de la gente que no tiene a Dios; no podemos amoldarnos a cómo piensa y habla la mayoría porque aunque andamos en este mundo no somos de esta mundo, por eso Romanos 12:2 dice “…sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…”. Algunas personas le piden al Señor que les renueve, o profetizan y decretan que vienen cosas nuevas, pero siguen con su manera de pensar vieja aferrándose a la forma de pensar del mundo.
Dios no puede poner vino nuevo en un odre o recipiente viejo porque este envase, con la fermentación del vino se rompe y se pierde la bebida. El vino nuevo lo puede conservar un odre nuevo, es decir, lo que el Señor va a hacer en este tiempo necesita de personas con una mentalidad nueva, de nuevo pacto y con una mentalidad apostólica.
La “renovación del entendimiento” es colocar los pensamientos de Dios en nosotros, y a través de la palabra, recibimos y fluyen los pensamientos de Dios, quitamos los pensamientos viejos y ponemos pensamientos nuevos. Es así como somos transformados en todas las áreas de nuestra vida y comprobamos la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).
Un ejemplo que podemos ver en la Biblia está en Números 13:1-3, cuando Moisés envió a 12 hombres (un hombre por cada tribu de la nación de Israel) para reconocer la tierra, luego regresaron (Números 13:25-33) y este fue el informe de estos espías o reconocedores de la tierra:
– Ellos se dieron cuenta de que en la tierra fluía leche y miel y le mostraron los grandes frutos de la tierra (Números 13: 23-24; 27), es decir, era una tierra de frutos gigantes.
– Luego empezaron a decir lo malo diciendo cosas como que el pueblo que habitaba en la tierra era fuerte (Números 13:28). Los espías no sabían que eran fuertes porque ni siquiera se habían enfrentado a ellos.
– Daban el mal informe diciendo que las ciudades eran muy grandes y fortificadas, y también vieron a los hijos de Anac quienes eran la raza de los gigantes (Números 13:32)
– Hablaban de los grandes ejércitos que vivían allí (Números 13:29)
– Ellos se vieron como insectos delante de los gigantes que habitaban en esta tierra (Números 13:33)
– Por último, quisieron regresar a Egipto porque añoraban ser esclavos nuevamente (Numero 14:1-3).
Aquí vemos un ejemplo del daño que hace a nuestra vida tener fortalezas en nuestra mente que impiden que haya un rompimiento, apertura y avance.
Gente que sabe que la Palabra de Dios es verdadera y que las promesas de Dios son fieles y verdaderas, ven los grandes frutos de la tierra, que fluye leche y miel y ven que lo que dice Dios es verdad pero, le tienen miedo a los desafíos. Cuando estos espías incrédulos vieron que ellos tenían que pelear con ejércitos y gigantes para derribar ciudades fortificadas, se llenaron de temor y hablaron mal de Dios y de sus promesas porque las verdaderas ciudades fortificadas estaban en sus mentes; los verdaderos gigantes que ellos tenían que derribar eran sus temores, sus miedos, los gigantes de su incredulidad y de no sentirse capaces de luchar y tomar lo que el Señor les prometió.
Hay personas que, por no renovar su mente y no destruir la mentalidad del mundo, se ven como insectos (Números 13:33) como les paso a estos espías porque no quisieron cambiar la mentalidad de esclavo que traían de Egipto a pesar de que Dios le mostró su poder y sus maravillas; estas personas vieron milagros impresionantes, pero no quisieron cambiar, salieron de Egipto en sus cuerpos siendo libres en lo físico, pero seguían teniendo una mentalidad de esclavo, y por esa razón quisieron devolverse a la esclavitud de Egipto (Números 14:2-3).
Hay gente que no entiende su naturaleza en Cristo, que no entiende que mayor es el que está dentro de nosotros (quien es el Espíritu Santo), que tenemos la fe que vence el mundo, que en Cristo somos más que vencedores; estas personas no han querido que el Señor les transforme cambiando sus mentes, y por esa razón se ven como pequeños, se ven como insectos delante de los desafíos que el Señor pone delante de ellos.
Cuando una persona no tiene identidad en Cristo a través de la renovación de su mente, no se le ha revelado Cristo y no ha nacido de nuevo; esa persona deseará irse al mundo y apartase de Dios así como le pasó a la nación de Israel, quisieron volver de donde Dios los sacó.
¿Qué sucedió con esa generación de personas que no quisieron cambiar su mente y que no dejaron que hubiera un rompimiento en ellos? Los diez espías incrédulos murieron (Números 14:36-37) y todo el pueblo que escuchó la voz de temor y de incredulidad de estos hombres, vagaron 40 años en el desierto, dando vueltas pero no avanzando, dando vueltas pero sin apertura y sin rompimiento (Numero 14: 21-24; 29-33).
Pero, nosotros debemos tomar el ejemplo de Caleb y Josué:
– Cuando estos espías hablaron mal, Caleb los mandó a callar y dijo “Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos” (Números 13:30). Cuando en ti hay un rompimiento profético, te renuevas y cambias tu mentalidad, renuncias a la mentalidad de esclavo y caminas en la libertad que Cristo obtuvo por nosotros; entiendes que todo lo puedes en Cristo porque Él es tu fortaleza, y puedes aceptar grandes desafíos y conseguir grandes metas ya que caminas en fe y no en temor porque Dios no te ha dado un espíritu de cobardía sino de Fe.
Gente de fe son personas de rompimiento, apertura y avance, ellos hablan bien de Dios, de su Reino, de sus ministros (Números 14:7-9). Mientras los espías incrédulos decían “es difícil”, Josué y Caleb dijeron “esto es pan comido”. Gente de fe rompe, entra, avanza y posee (Números 14:24; 30) ya que solo Caleb y Josué entraron en posesión de la tierra porque tenían una mentalidad diferente.